Lectura 5:00 min
Cuando trabajar es una opción y no una obligación

En las dos últimas columnas escribí acerca de las que a mi juicio, son las tres metas financieras más importantes: salir de deudas, construir un fondo para emergencias y sobre todo, construir un patrimonio para nuestro retiro.
La última es, sin lugar a dudas, la principal, pero también la que más suelen posponer las personas. Ven su retiro como algo muy lejano y no se dan cuenta que ésta es también una meta de libertad financiera. El retiro no tiene que ser a los 65 años: podría ser mucho antes.
¿Te imaginas contar con un patrimonio suficiente para que trabajar sea una opción y no una obligación? ¿Qué tu trabajo sea algo que quieras hacer, no algo que tengas que hacer? ¿Qué puedas dedicarte a lo que más te gusta, sin pensar en las consecuencias económicas? ¿Qué puedas decidir renunciar a un empleo que detestas sin preocuparte del tiempo que te tomará conseguir otro que te apasione?
Eso se construye con ahorro e inversión a lo largo de muchos años. No es de un día para otro. Lo que sí debes entender es que mientras mayor porcentaje de tu sueldo ahorres, más rápido llegarás.
Hay gente cuya prioridad en la vida es retirarse lo antes posible. Chavos que empiezan a trabajar y que como no tienen muchas obligaciones financieras, ahorran e invierten entre 40 y 60% de lo que ganan. Lo hacen de manera simple: su portafolio consiste de uno a tres ETFs indexados de muy bajo costo, porque saben que eso es lo más eficiente para la mayoría de las personas.
¿Cómo consiguen ahorrar tanto? Dado que han hecho de su libertad financiera una prioridad, están jóvenes y no tienen muchas otras obligaciones, gastan muy poco. Algunos incluso viven en casa de sus padres para no tener que pagar renta. Usan transporte público, llevan su propia comida al trabajo, hacen deporte al aire libre (no pagan gimnasio). En fin: tienen un estilo de vida bastante frugal.
Pero a cambio de ese sacrificio, alrededor de los 40 a 45 años, han amasado suficiente dinero para poder vivir el resto de sus días sin tener que trabajar (pero sí manteniendo ese estilo de vida frugal, que no les pesa porque ya están bastante acostumbrados). Eso no significa que renuncien o que dejen de hacer algo productivo: muchos siguen trabajando (y siguen construyendo patrimonio). Pero porque les gusta, no porque tengan que hacerlo.
A esa edad, la mayoría de las demás personas están llenas de obligaciones financieras: hipoteca, hijos en edad universitaria, deudas y no tienen ni un peso ahorrado para el retiro (salvo lo que han acumulado en su Afore).
Esto te lo cuento simplemente para que te des cuenta que la libertad financiera no es un sueño. Es una meta y se puede lograr. Claro: requiere enfocarse, hacer sacrificios, una buena planeación y entender conceptos simples sobre las inversiones. También se necesita mucho tiempo: a ellos les toma cerca de 20 años alcanzarla.
A lo mejor tú no quieres retirarte tan temprano (o simplemente no tienes esa capacidad de ahorro). A lo mejor ya estás en una etapa más avanzada de tu vida adulta. Pero seguramente quieres vivir tus años dorados sin preocupaciones financieras: con el suficiente dinero para poder vivir el resto de tu vida sin problemas. Eso también es libertad financiera.
¿Sabes cuánto dinero necesitas para alcanzarla, en pesos de hoy? ¿Cuánto tienes ahorrado en tu Afore y en otras cuentas de inversión para el retiro? ¿Conoces cuál es el rendimiento real esperado de tu portafolio de inversión a largo plazo, después de comisiones?
Notarás que la palabra “real” está en negrilla porque es clave en todo esto y mucha gente no lo entiende. Si el rendimiento esperado de tu portafolio a largo plazo es de 6% pero la inflación es de 5%, en realidad tu dinero está creciendo sólo 1% anual en términos reales (lo cual no es mucho).
De la misma forma, 5 millones de pesos dentro de 20 años no van a “valer” lo mismo que hoy, por el efecto de la inflación.
Es importante que sepas que muchos “planes de retiro” malos y caros se venden porque la gente ignora eso. Les hacen una proyección muy bonita y les dicen: tú sólo vas a ahorrar 1 millón durante 10 años, pero en 30 años vas a recibir 3 millones (“el triple”).
El problema es que el crecimiento real de ese ahorro es casi cero. Es básicamente la inflación proyectada. En otras palabras, esos 3 millones que les prometen en el futuro, tendrán el mismo poder de compra que el millón que han ahorrado y no va a serles suficiente.
Hay gente cuya prioridad es retirarse lo antes posible. Chavos que empiezan a trabajar y que como tienen pocas obligaciones financieras, ahorran e invierten entre 40 y 60% de lo que ganan.

