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Opinión

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SSA: compra consolidada de medicinas, ¿home run?

El gobierno mexicano está a punto de anotarse un home run –en términos beisbolisticos– en su primera compra consolidada de medicamentos. 

Se estaría “volando la barda” y con ello alcanzaría varios impactos positivos.

La Secretaría de Salud, con la estrategia del subsecretario, Eduardo Clark, podría estar logrando comprar casi la totalidad de las medicinas que necesita para el 2025 y 2026.

Con ello garantiza el abasto de medicamentos para 26 instituciones de salud, para los próximos dos años

Al mismo tiempo, elimina la histórica participación de los distribuidores en las negociaciones de los precios de los medicamentos, con el gobierno federal.

Lo cual implica la eliminación de intermediarios y mejores precios para el gobierno.

Con ello, maximiza el ahorro, que alcanza los 30,000 millones de pesos; cantidad equivalente a entre 7 y 8 hospitales de 260 camas.

Además de que dispuso un mecanismo de distribución, cuya prueba de fuego está por registrarse; de éste depende que se evite o no el desabasto.

Una cosa es que se logre tener la oferta necesaria de los productos y la otra es que llegue oportunamente a los hospitales y clínicas.

La nueva estrategia tiene la intención de que las empresas fabricantes de medicamentos contraten directamente a los integradores logísticos (distribuidores) para realizar la distribución a un almacén central y 272 unidades de salud.

Y para la colocación de las medicinas en la “última milla”, es decir en alrededor de 13,000 puntos, se retomará un mecanismo histórico de distribución a través de las jurisdicciones sanitarias de los estados de la República Mexicana, que estarían involucrados, para evitar el desabasto nacional.

Esta última parte, está por realizarse y de ella depende el éxito redondo de la nueva estrategia del gobierno mexicano para la adquisición de medicamentos y materiales de curación.

Luego de cinco diferentes esquemas fallidos de compra y un notable desabasto durante el sexenio previo, de lograrse el éxito total de ésta nueva estrategia, se estaría marcando un parteaguas con el gobierno entrante.

La primera compra consolidada de medicamentos realizada por el gobierno de Claudia Sheinbaum, está a punto de lograr lo que parecía una “misión imposible”: comprar casi la totalidad de lo que demandó y, en virtud de su poder de compra, alcanzar un ahorro por 30,000 millones de pesos para el Estado mexicano.

Al mismo tiempo, se estaría logrando, lo que no pudo el gobierno previo: hacer a un lado a los distribuidores, para que la negociación se realice directamente entre los laboratorios y la Secretaría de Salud.

Todavía falta ver si puede concretar la faena de distribuir adecuadamente y evitar el desabasto en las unidades médicas del sistema de salud, mediante la aplicación de un mecanismo que permitirá la participación de los distribuidores, contratados directamente por las empresas fabricantes de medicinas.

Y que funcione correctamente la logística operacional de los estados de la República mexicana que estarán directamente involucrados –mediante el pago correspondiente, centralizado del gobierno mexicano– en la distribución de los medicamentos.

Sin embargo, la primera fase de la estrategia, puede considerarse un éxito.

La compra consolidada de medicamentos y materiales de curación, la primera del gobierno de Claudia Sheinbaum, considerada histórica, por su dimensión, registró ofertas de venta por el 97.5% y el fallo adjudicó poco más del 73% de las casi 5 mil millones de piezas licitadas, es decir, una cantidad que rebasa las 3 mil 700 millones de piezas.

El 24% restante corresponde a “claves” por alrededor de mil millones de piezas que serán adjudicadas en los siguientes 10 días. Se trata de vasos en los que los proveedores pueden solventar fácilmente los trámites que les faltaron.

De acuerdo con los cálculos del subsecretario Clark, la compra consolidada del 73% de lo asignado, con los precios anteriores, hubiera costado 338,000 millones de pesos.

Del total licitado, el 73% que se compró, con los precios anteriores hubiera costado 260,000 millones de pesos. Con los precios negociados directamente con los laboratorios, costó alrededor de 230,000 millones de pesos.

El mayor ahorro se logró a través de la negociación directa con los laboratorios trasnacionales en los medicamentos de patente por un total de 20,000 millones de pesos.

Los 10,000 millones de pesos restantes de ahorro se lograron mediante la competencia entre los distintos participantes de la industria.

Veremos cómo cierra al final, ésta estrategia, que hasta ahora parece que está dando resultados. Al tiempo.

Periodista desde 1975, ha trabajado ininterrumpidamente en periódicos, revistas, radio, televisión e internet. En los últimos 31 años se ha especializado en negocios, finanzas y economía. Es uno de los tres conductores del programa Fórmula Financiera, que se transmite por Grupo Fórmula.

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