Buscar
Opinión

Lectura 3:00 min

¿Por qué está mal la economía?

main image

Carlos Alberto Martinez Castillo | Columna invitada

Carlos Alberto Martinez Castillo

Cuando el gobierno comienza a pedirle públicamente a los bancos que bajen sus tasas de interés de sus créditos, promueven convenios con gasolineras para poner precios máximos a gasolinas o a los productores con la tortilla, nos dice que las cosas no andan bien en materia económica. Y es que el tema de precios en una economía abierta depende de la oferta y demanda a la vez determinadas por la productividad, abasto, logística, nivel de empleo y salarios, así como disponibilidad de crédito entre otros factores no es, por tanto, voluntad de un gobernante o benevolencia de un pequeño o gran empresario bajarlos. Para poder ayudar de la mejor manera a nuestro gobierno en particular a nuestra presidenta como es mi caso, es indispensable que el diagnostico se exprese con la veracidad de los datos y hechos concretos. La economía está estancada desde 6 años con incrementos constantes en el nivel de precios, sobre todo, productos y servicios básicos. De hecho, aquí hemos hablado de estanflación un proceso complicado de revertir. Aquí los argumentos del por qué estamos estancados. Tanto la evolución del PIB, la inversión y el consumo, no han dejado de bajar desde el año pasado, el crecimiento ya se pronostica entre 0.0 y -0.5% para este 2025. Contrariamente, la economía informal aumenta aparejada de un descenso en la productividad, también la calidad del empleo es menor y los costos laborales son cada vez más insostenibles. Hay que recordar que, pese a las políticas proteccionistas de EE. UU., las empresas y trabajadores de México siguen en competencia con el resto del mundo.

El mercado laboral refleja perfectamente el deterioro estructural de la economía porque viene en aumento la informalidad, se pierde competividad y se incrementan los costos laborales para las empresas a lo que debe de sumarse el aumento en el nivel de precios que todos apreciamos en los mercados de bienes con productos tan elementales como el pollo, huevo, tortilla, aguacate, limón o renta y transporte. Finalmente podemos agregar lo que aquí hemos señalado en varias oportunidades cuando hablamos de la notoria baja en la compra de bienes importados que nos dice que, el mexicano pierde capacidad de consumo de productos de otros países que no sólo son duraznos en almíbar de COSTCO sino computadoras, maquinaria y equipo para generar empleos. El vender más al exterior no es lo más importante del comercio exterior sino lo que se importa. Infortunadamente el gobierno no tiene recursos para detonar el crecimiento pese a los más de 9 millones de millones de pesos que tiene para gastar y, tampoco, existe el marco legal adecuado para que florezcan o crezcan las empresas pequeñas y medianas. Mucho por ayudar.

Temas relacionados

Carlos Alberto Martinez Castillo

Doctor en Desarrollo Económico, Doctor en Derecho y Doctor en Historia del Pensamiento Filosófico Especialidades en desarrollo económico en Oxford University y en Economía Internacional en Georgetown University. Profesor en la Universidad Panamericana y la Ibero. Ha colaborado en la Presidencia de la República, el Banco de México, la Secretaria de Hacienda y Crédito Público, fue Ministro de Asuntos Economicos de la Embajada de Mexico en EEUU (Washington). Autor de libros en Regulación Financiera, Historia Económica, Política Fiscal, Políticas Públicas y Ética.

Únete infórmate descubre

Suscríbete a nuestros
Newsletters

Ve a nuestros Newslettersregístrate aquí
tracking reference image

Últimas noticias

Noticias Recomendadas

Suscríbete