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Opinión

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Efectos de la informalidad en el análisis de competencia económica

La informalidad es un tema poco discutido en el contexto de las economías desarrolladas, en las que los problemas de aplicación de los derechos de propiedad está resueltos y los costos de transacción son relativamente menores. Sin embargo, esa no es la realidad de la inmensa mayoría de los países. De acuerdo con la OCDE, la informalidad representa un 40% del PIB de las economías latinoamericanas y el 46% del empleo no agrícola, aunque la Organización Internacional del Trabajo calcula que 58% del empleo de la región ocurre en dicho sector. El tema es tan relevante que será analizado en varios de los foros internacionales en materia de competencia económica durante este 2025.

El primer problema al analizar la informalidad es que no existe un acuerdo en su definición, aunque en general se refiere a actividades ocultas por razones monetarias, regulatorias o institucionales. Abarca el trabajo no declarado, empresas no registradas o sin licencia y actividades al margen de la legalidad. El denominador más o menos común es la evasión fiscal (que explica al menos la mitad de estas actividades).

La informalidad afecta de diversas maneras la competitividad y la competencia. Al no pagar impuestos ni cumplir regulaciones, la empresas informales compiten deslealmente con las entidades formales. Asimismo, se desincentiva la innovación, la productividad es menor, se obstaculiza la capacidad de explotar economías de escala y se evade el cumplimiento de los derechos de propiedad intelectual.

Santiago Levy ha señalado que la informalidad en México es una característica estructural que genera una mala asignación de recursos, por la cual trabajo y capital no se canalizan hacia las empresas más productivas, sino que terminan en empresas de baja productividad, que operan bajo esquemas contractuales ineficientes y con incentivos perversos que dificulta la aplicación de los instrumentos de la política de competencia. Según Levy, las políticas públicas no solo permiten sino que subsidian indirectamente a las empresas informales, lo que distorsiona la competencia económica. Las reformas estructurales, la apertura comercial y la política de competencia no son suficientes si no se corrigen estos incentivos, pues la informalidad anula los beneficios de una mayor competencia formal y perpetúa un entorno donde las empresas productivas no pueden crecer ni desplazar a las ineficientes.

La autoridad de competencia mexicana ha sido enfática en impulsar la modificación del marco regulatorio en diversas industrias, con el objetivo de promover un entorno económico más eficiente. Ese ha sido el caso de las industrias de la distribución del gas LP y del transporte por medio de taxis, por citar unos ejemplos. Asimismo, ha incorporado a la informalidad en diversas decisiones, aunque de manera implícita. Tal es el caso de la investigación sobre la comercialización de productos lactofermentados, las investigaciones sobre colusión en los mercados de comercialización de tortillas, el mercado de transporte de personas en Chiapas y otros más. En sus sanciones ha considerado la totalidad del mercado afectado, sin distinguir entre los sectores formal e informal.

No obstante, existen dificultades concretas en el análisis, por ejemplo: la identificación de agentes económicos informales; complicaciones para notificar y ejecutar sanciones; incertidumbre para calcular participaciones de mercado y determinar poder sustancial; subvaluación de ventas; e incapacidad de agentes informales de acudir a la protección de la autoridad cuando son victimas de conductas anticompetitivas. Este panorama requiere continuar con el uso estratégico de la abogacía para incidir en aquellas políticas públicas que fomentan la informalidad. Asimismo, se requiere que el Estado facilite la creación de empresas, así como el cumplimiento de las obligaciones fiscales y laborales. Además es necesario que instituciones como INEGI profundicen en la aplicación de metodologías para cuantificar las actividades informales. Finalmente, se requiere hacer un esfuerzo para incorporar a las empresas informales en el análisis sustantivo, cuando su presencia indique que ejercen presión competitiva en los mercados.

*Especialista en competencia económica y regulación. Socio Director de Ockham Economic Consulting.

Consultor en Competencia Económica y Regulación, además es profesor universitario.

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