Lectura 5:00 min
Cambios demográficos - reflexiones del Día del Niño

“No se puede detener la demografía”. James Turrell.
A propósito del Día del Niño, conviene reflexionar sobre algunos datos del comportamiento demográfico de nuestro país, así como de los efectos potenciales de corto, mediano y largo plazo, que implicarán una transformación profunda y riesgos que tienen que ser atendidos.
Para entender la dimensión del cambio demográfico, tan cerca como en el año 2014, el número de nacimientos reportados en nuestro país fue de 2.46 millones, mientras que, en el 2023, los nuevos nacimientos fueron 1.82 millones. Ello representa una caída de 26% en nueve años, con 643,000 nacimientos menos en ese periodo.
Medido como tasa de nacimientos registrados por cada 1,000 mujeres en edad fértil, esta tasa pasó en el mismo periodo de 74.2 a 52.2. En términos porcentuales, la caída de la tasa es aún mayor, representando casi 30% de disminución.
Ello se explica porque hay una variación también en la base de mujeres en la edad fértil, lo que hace que la disminución en términos porcentuales sea mayor.
Claramente, en nuestro país hay una correlación significativa entre el nivel de desarrollo económico de un estado y la tasa de natalidad, si bien hay otros factores como la migración que también inciden sobre el comportamiento de la población.
Los tres estados con mayor tasa de nacimientos en México en el 2023 fueron: Chiapas con 100.1 (casi el doble del promedio nacional), Guerrero con 69.5 y Oaxaca con 62.3.
Entidades que contrastan fuertemente con la Ciudad de México con 34.1 y Yucatán con 40.8 estará por debajo de la tasa de reemplazo poblacional (que es 2.1), es decir, la tasa que se requiere para mantener una población en equilibrio.
Con estas proyecciones, la población mundial alcanzará su máximo en el 2064 y después se reducirá. De acuerdo con algunos estudios para el 2050 (dentro de 25 años), 151 países tendrán una tasa de reemplazo poblacional menor a 2.1
Existe un factor importante que apenas empieza a tomarse en consideración para los modelos de crecimiento poblacional en algunos países. Es el efecto de la migración.
Existen algunos países en Europa y Estados Unidos, en los que si bien algunos segmentos de la población tienen tasas de fecundidad menores a 2.1, el efecto migratorio compensa y provoca o un equilibrio o incluso un crecimiento de la población.
De acuerdo con un estudio publicado en el 2020, en la revista Lancet, México es de los países que están enfrentando ya en el futuro cercano, una condición de decrecimiento potencial de la población, lo cual a su vez genera un efecto de envejecimiento proporcional de la población y, a menos que haya efectos migratorios, una reducción efectiva de la población.
Durante décadas, la narrativa a nivel mundial fue que la sobre población mundial era el gran reto que tenían que enfrentar los países, particularmente las entonces llamadas economías subdesarrolladas.
En los 70, la gran discusión sobre las hambrunas o los efectos negativos en términos económicos para los grupos poblacionales de menor ingreso, estaban relacionadas con un descontrol del crecimiento demográfico.
Algunos países, como México, establecieron mecanismos muy puntuales para gradualmente disminuir la tasa de crecimiento de la población. En 1970, la tasa de natalidad en México era de 43.91%, con un índice de fecundidad de 6.55 hijos por mujer; para el 2020, la tasa de natalidad fue de apenas 15.57% y el índice de fecundidad de 1.91, hijos por mujer.
Uno de los impactos reconocidos y esperados de estos profundos cambios demográficos tiene que ver con el crecimiento económico.
De acuerdo con el estudio, “The End of Economic Growth? Unintended Consequences of a Declining Population” de C. I. Jones, muchos modelos de pronóstico de crecimiento incorporan la capacidad de innovación de las economías, pero estos modelos típicamente asumen un crecimiento constante a la población.
Sin embargo, hoy los datos apuntan a que, en los países de mayor nivel de ingreso, la caída de la fertilidad, al estar por debajo de la tasa de reemplazo, genera un decrecimiento poblacional, que tiene implicaciones en términos de innovación, de productividad, de tamaño de la fuerza de trabajo y, consecuentemente, de perspectivas de crecimiento económico.
Esta es, por ejemplo, una de las explicaciones de la pérdida de dinamismo económico y de innovación de Japón.
Todos estos factores deben ser analizados, porque implican retos que deben ser atendidos con muchísima anticipación.
Existen factores clave, como la educación, que para el caso de México es fundamental; porque incrementar la educación promedio de la población de jóvenes en el futuro tiene un efecto sumamente favorable sobre la productividad y el crecimiento económico; así como sobre los niveles de vida de la población, tema que resulta fundamental en una economía con los brutales niveles de inequidad como la nuestra.

