Buscar
Opinión

Lectura 6:00 min

Venden en México apósitos falsificados

main image

Maribel Ramírez Coronel

Los avances tecnológicos en el manejo de heridas y lesiones han crecido a pasos agigantados, ello debido en gran parte al desarrollo de materiales y dispositivos médicos que permiten un cierre rápido y óptimo de las lesiones. 

En las últimas décadas, se confirmó la ventaja del ambiente húmedo para las heridas y se desarrollaron vendajes especializados llamados apósitos, un mercado cuyo valor mundial hoy está estimado en 4,870 millones de dólares, conforme reportes de Mordor Intelligence, líder en proveeduría de datos sobre mercados médicos.

Es un segmento de material de curación que ha ido pasando a ser más bien un nicho de dispositivos médicos de alta tecnología. Por ejemplo, hoy existen apósitos de colágeno, de película transparente, hidrocoloides (que son más bien parches con exudado), antimicrobianos, incluso de plata e intravenosos.

Entre los proveedores de estos insumos médicos está Leroy, BBraun, 3M, Covidien, Dynarex, pero también van apareciendo empresas con nuevas marcas que entran al mercado y bajo diferentes estrategias han ido ganando terreno. 

Está el caso de la empresa LG Medical Design (LGMD) que se supone fabrica dispositivos médicos en Estados Unidos, que en 2017 obtuvo registro de Cofepris para sus apósitos y desde entonces viene penetrando con mucho éxito el mercado mexicano.

Lo ha hecho a través de una empresa mexicana llamada Instrumentos y Accesorios Automatizados (IAASA) con sede en Ciudad Obregón, Sonora, que vende mucho en Mercado Libre y también hace e-commerce desde su página web con promociones especiales. El director general de IAASA es Julio César Pablos, pero lo más curioso es que él mismo es el representante legal de LGMD.

Tenemos en nuestro poder evidencias de que esta empresa ha manipulado o adulterado documentos de FDA para presentarlos ante la autoridad sanitaria para demostrar que sus apósitos son fabricados en EUA, pero en realidad serían fabricados en China, lo que ha derivado en molestia de otros competidores que han sido desplazados en forma desleal.

Conforme nuestras indagaciones, lo más sospechoso es que esa empresa LGMD no tiene registro alguno que evidencie ser fabricante de insumos médicos en territorio estadunidense y su domicilio oficial en Salt Lake City son oficinas virtuales.

Lo delicado del asunto es que el registro sanitario que le dio Cofepris en 2017 estuvo basado en información falsa, y ha podido obtener prórrogas de dicho registro -como lo hace la mayoría de empresas proveedoras-, lo cual le ha permitido no sólo seguir vendiendo en el mercado privado del país, sino que también empezó a participar y ganar licitaciones del Gobierno, con apósitos LGMD en cuyos empaques dice made in USA sin serlo.

IAASA participó en la última licitación del Insabi que inició el año pasado para el abasto de 2023-2024 LA-012M7B997-E113-2022, y con sus apósitos LGMD -ofreciendo un aparente buen precio con aparentes productos hechos en EUA- resultó ganadora llevándose una proveeduría de apósitos por 40 millones de pesos. 

Es un caso inconcebible que debe llamar la atención de la autoridad. Aquí lo importante es que si la información que ha dado el proveedor es falsa, tocaría verificar y hacer el ejercicio de trazabilidad para ubicar el verdadero nivel de riesgo sanitario considerando las plantas de LGMD donde verdaderamente se producen en China; en ese país hoy en día ya hay plantas con excelentes controles de calidad, pero también hay las que no tienen referencia alguna sobre algún control.

Se trata de un asunto de falsificación de dispositivos médicos, algo muy serio porque los apósitos LGMD que vende IAASA es arsenal terapéutico de uso en pacientes incluso con infecciones; entre lo que venden están por ejemplo los apósitos antimicrobianos, que si no tienen la calidad y eficacia pueden ser riesgosos en su propósito de combatir las heridas infectadas. 

CIEP reporta sobre el gasto en salud

Conforme el reporte del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), el sector salud tendría un aumento del gasto público en 5.9%; de esa proporción, tres cuartas partes se destinarían al IMSS y una cuarta parte al OPS IMSS Bienestar, es decir, a la población sin seguridad social. Los incrementos propiciarían que el gasto por persona tanto de la población del IMSS como del IMSS-Bienestar aumenten 10% y 13% respectivamente. Sin embargo, el gasto por persona en la población sin seguridad social sigue siendo menos de la mitad del que se destina en el IMSS ordinario. 

Aprueban nueva terapia para cáncer de pulmón

Hay dos tipos de cáncer de pulmón, el de células pequeñas y el de células no pequeñas; este último representa 85% de los casos. La gravedad se eleva porque la mayoría de los pacientes son diagnosticados en etapas avanzadas cuando el cáncer ha hecho metástasis y esto limita las opciones terapéuticas. El diagnóstico diferenciado, incluyendo un testeo molecular completo para identificar mutaciones genéticas específicas, se ha convertido en herramienta esencial que permite a los especialistas diseñar estrategias de tratamiento altamente dirigidas y personalizadas desde el inicio, maximizando las oportunidades de éxito y reduciendo efectos secundarios. En este marco es relevante que Cofepris recién aprobó la terapia Amivantamab (de Janssen) para tratar adultos con cáncer de pulmón de células no pequeñas, avanzado o metastásico con mutaciones genéticas específicas, el cual promete una atención más personalizada.

Cleveland Clinic promueve cirugía prostática

El centro médico estadounidense Cleveland Clinic promueve para que mexicanos vayan allá a hacerse la prostatectomía radical asistida por robot, un tratamiento quirúrgico mínimamente invasivo para tratar el cáncer de próstata. Menciona en un comunicado que es la cirugía más común también para extirpar una glándula prostática enferma. Uno de los efectos secundarios de  esta cirugía es que los pacientes experimentan incontinencia. Los pacientes pueden perder orina  cuando tosen o ríen o sienten una necesidad urgente de orinar incluso cuando su vejiga no está llena. Este problema generalmente mejora durante los primeros seis a 12 meses sin tratamiento. En tanto que la  cirugía asistida por robot permite a los cirujanos realizar esta compleja cirugía mínimamente invasiva con más precisión, ofreciendo a los pacientes mejores resultados. 

maribel.coronel@eleconomista.mx

Temas relacionados

Maribel Ramírez Coronel

Comunicadora especializada en temas de salud pública e industria de la salud. Cursó la maestría en Administración en Sistemas de Salud en FCA de la UNAM. Forma parte de la iniciativa www.HospitalsinInfecciones.com. Fundadora en 2004 de www.Plenilunia.com, plataforma de contenidos sobre salud femenina.

Únete infórmate descubre

Suscríbete a nuestros
Newsletters

Ve a nuestros Newslettersregístrate aquí
tracking reference image

Noticias Recomendadas

Suscríbete