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Opinión

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Trump vs Kim en los Juegos Olímpicos

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Fausto Pretelin Muñoz de Cote

La estética en el terror acompaña al siglo XXI desde que la destrucción de las Torres Gemelas neoyorquinas simuló lo que Hollywood ya había imaginado en el siglo pasado. A la herencia que recibió el Estado Islámico de Bin Laden, se le tiene que agregar el lenguaje descodificado por YouTube o Facebook de las crueles escenas que hemos visto en los últimos cinco años.

Kim Jong-un no desaprovechará la celebración de los Juegos Olímpicos de Pyeongchang 2018 para centrar la atención global en su persona, y por ende, en la tensión que su gobierno tiene con Estados Unidos.

El pasado lunes, Donald Trump catalogó a Corea del Norte como un país que patrocina el terrorismo, lo que lo convierte en una nación que recibirá las más duras sanciones económicas y políticas, pero sobre todo, será blanco de posibles acciones militares.

Entre el 9 y 25 de febrero, Corea del Sur será el anfitrión de los juegos invernales; Pyeongchang ganó la sede el 6 de julio del 2011, al derrotar a dos grandes competidores: Annecy, Francia y a Múnich, Alemania.

En el 2011, pocos se imaginaban que seis años después, un conflicto entre Estados Unidos y Corea del Norte mantendría en vilo al mundo por las amenazas de destrucción que se dedicarían mutuamente sus respectivos presidentes, Donald Trump y Kim Jong-un.

Aunque es difícil pronosticar el momento en que ambos guardarán su retórica y sacarán sus armas, es probable que Kim Jong-un aproveche la celebración de los Juegos Olímpicos para llevar a escena sus provocaciones, en particular, a través de ensayos nucleares.

El 9 de febrero pasado, los organizadores de la fiesta olímpica lanzaron la venta de boletos para los 102 eventos que tendrán lugar, incluyendo las ceremonias de inauguración y clausura. Si bien es cierto que la demanda de boletos fue dinámica desde el primer minuto, en particular, para la ceremonia de apertura, ahora, con el conflicto entre Trump y Kim Jong-un, muchas personas han cancelado sus viajes.

Desde México, a través de Expedia.com, se puede viajar a Pyeongchang desde 5,989 pesos; y en eBay, comprar boletos para eventos, en menos de 1,000 pesos.

Es lógico que las amenazas entre los presidentes generen miedo a los turistas. La tasa de ocupación promedio por evento es de 32%, una cifra muy baja si tomamos en cuenta que sólo falta poco más de dos meses para que inicien los Juegos.

Vale la pena recordar que aunque las ambiciones nucleares norcoreanas no han dejado de crecer desde la década de 1960, las administraciones estadounidenses no han conseguido eliminar las capacidades militares del país ni reorientar la relación bilateral en una dirección práctica y constructiva.

Gran Bretaña ya ha establecido un protocolo de actuación para salvar a sus atletas y ciudadanos en general, en caso de que ocurra un conflicto bélico en Pyeongchang. La delegación mexicana será pequeña. Los clasificados son Sarah Schleper y Rodolfo Dickson (esquí alpino); y Robby Franco (estilo libre). Hay tres o cuatro más que podrían clasificar en los próximos días. ¿El gobierno mexicano tiene un plan de acción en caso de que exista un conflicto bélico durante los Juegos Olímpicos?

Fausto Pretelin Muñoz de Cote

Fue profesor investigador en el departamento de Estudios Internacionales del ITAM, publicó el libro Referéndum Twitter y fue editor y colaborador en diversos periódicos como 24 Horas, El Universal, Milenio. Ha publicado en revistas como Foreign Affairs, Le Monde Diplomatique, Life&Style, Chilango y Revuelta. Actualmente es editor y columnista en El Economista.

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