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El auge del Turismo Psicodélico en México: Una perspectiva ética e integral

En México, a pesar de estar en pleno siglo XXI, aún existen personas que al pensar en psicodélicos los relacionan con épocas en las que se rompía con lo establecido. Lo asocian con ideas de imágenes y sonidos disruptivos, así como con expresiones artísticas que – en su tiempo –, enfrentaron prejuicios de contracultura, incomprensión social y rebeldía. Algunos recordarán a personalidades famosas que viajaron por el mundo para asistir a sesiones con chamanes de alguna tradición ancestral, buscando vivir experiencias extrasensoriales. ¿Quién no recuerda a figuras como The Beatles, The Beach Boys, The Doors o Jimmy Hendrix explorando experiencias psicodélicas que influyeron en su música? Estas experiencias tuvieron repercusiones en la sociedad durante los últimos años de la década de los 60.
Hay muchos mitos e historias alrededor del uso de psicodélicos. ¿Pero qué son realmente? Los psicodélicos son sustancias de origen natural o sintético que tienen el potencial de producir estados alterados o, dicho de otra manera, estados no ordinarios de la conciencia. Desde hace muchos años, se ha documentado su uso por parte de comunidades indígenas, y desde el punto de vista científico, la investigación ha avanzado mucho en la comprensión de sus efectos y propiedades terapéuticas como alternativas de tratamiento principalmente en el ámbito de la salud mental.
Como Psiquiatra Integrativa con amplia experiencia en este tema, deseo compartir con ustedes la importancia de conocer más acerca de los psicodélicos para promover un correcto conocimiento, un entendimiento claro de sus propiedades y los riesgos asociados a su consumo. Quizás lo más importante sea orientar la conversación hacia un consumo informado, responsable y minimizar así los riesgos sanitarios que esto implica ya que el mercado informal, la promoción y venta de experiencias con psicodélicos está en franco aumento.
En las cifras más recientes, México se encuentra entre los cinco países que más atraen el turismo psicodélico, el cual se define como la práctica de realizar viajes en búsqueda de experiencias con este tipo de sustancias. El turismo psicodélico en México continúa creciendo, gracias a la favorable capacidad de la infraestructura turística del país en general, pero también a la percepción mundial que se tiene sobre el respeto a la tradición y las experiencias únicas que ofrece el entorno.
Por un lado, este tipo de turismo resulta altamente atractivo en zonas del sureste mexicano, como el Estado de Oaxaca y algunas regiones de Chiapas y Quintana Roo, lo que incrementa la atracción de visitantes y detona el desarrollo económico en estas entidades.
Debido a lo anterior, considero fundamental dirigir la conversación principalmente hacia quienes que se sientan atraídos por desarrollar, invertir o participar en experiencias de turismo psicodélico, para que tomen en cuenta estas recomendaciones clave:
- Capacitación y formación integral: La capacitación de los facilitadores es esencial. Los guías y terapeutas deben tener una formación que incluya tanto el conocimiento médico científico como el respeto y entendimiento de las prácticas ceremoniales indígenas. Este enfoque dual garantizará que las experiencias psicodélicas sean seguras, efectivas y respetuosas con las tradiciones culturales. No todas las personas están en condiciones de consumir este tipo de substancias y para alguien que tuviera un factor de riesgo, esto podría representar un desenlace fatal o sufrir daños irreparables si no se hace un escrutinio adecuado.
- Balance entre el respeto a las tradiciones y la ciencia: Es de vital importancia conocer que las sustancias psicodélicas naturales, como la psilocibina y la mescalina, (endémicas en México) pueden tener efectos terapéuticos profundos. Sin embargo, es crucial que el uso de estas u otras sustancias se encuentre bien administrado, bajo las condiciones y el contexto apropiado. Por complejo que pueda resultar, es importante que los profesionales de la salud mental reconozcan que existe un conocimiento ancestral, místico y dentro de un contexto natural, que sustenta los rituales alrededor del uso de estas sustancias y por otra parte, es necesario crear conciencia en las comunidades de los pueblos originarios y los curanderos que las practican, que los visitantes pueden acudir sin tener la información y comprensión necesaria de lo que involucra este tipo de experiencias o incluso, no encontrarse en condiciones óptimas para recibir este tipo de substancias (médicas y psicológicas).
- Preservación de las tradiciones y de la biodiversidad endémica: México es hogar de diversas plantas psicodélicas endémicas como el peyote y los hongos psilocibios. Desde una perspectiva que respeta profundamente el conocimiento ancestral, es necesario buscar el equilibrio entre mantener la integridad de las ceremonias tradicionales, conservar la biodiversidad cultural y natural del país, y aprender del conocimiento ancestral acerca del uso de estas plantas – sin generar una sobreexplotación comercial – para que se mantengan relevantes en el contexto terapéutico moderno.
- Inclusión de los pueblos originarios: Es fundamental la participación de los pueblos originarios en el diseño y ejecución de las experiencias psicodélicas. No solamente por respeto cultural y justicia alrededor de la preservación de sus tradiciones, sino porque estas comunidades poseen un conocimiento profundo y ancestral sobre el uso de estas plantas y sustancias.
- Oportunidades para avanzar en la legislación y regulación: Aún es necesario que exista una regulación clara alrededor del uso de psicodélicos, ya que la falta de ella representa riesgos tanto para los participantes como para las comunidades locales. Reconocemos que ha habido esfuerzos e iniciativas para despenalizar y regular el uso de ciertos psicodélicos – aunque aún requieren concretarse. Contar con leyes y reglamentos alrededor del uso de estas sustancias podría establecer un marco regulatorio que garantice la calidad y seguridad de las experiencias psicodélicas, el crecimiento en cuánto a la investigación y por lo tanto un profundo entendimiento científico que podría beneficiar a muchos que lamentablemente no obtienen una respuesta eficaz con los tratamientos tradicionales y así, proteger y beneficiar tanto a los usuarios y facilitadores, como fomentar el desarrollo seguro de este tipo de prácticas en el sentido terapéutico.
Sin duda, la búsqueda de experiencias psicodélicas en México está fundamentada en el reconocimiento de la autenticidad cultural que combina una experiencia holística con prácticas ceremoniales ancestrales y el contacto con la naturaleza, elementos que no suelen encontrarse en otros entornos clínicos. Además, existe el factor farmacoeconómico de impacto cuándo comparamos las experiencias que se ofrecen en México versus en otros países dónde se comienza a regular su uso clínico.
El auge del turismo psicodélico en México representa una oportunidad sin precedentes para innovar en el ámbito de la salud mental. ¿Qué pasaría si en México se aprovechara esta coyuntura y se pudieran combinar de manera integral las prácticas ancestrales, profundamente arraigadas en nuestro país, con los descubrimientos científicos más recientes en las neurociencias?
Medicalizar estas prácticas no parece estar resultando en el mundo y está llevando a la producción de moléculas sintéticas de sus homólogos naturales para usarlas como medicamentos patentados bajo el mismo sistema de salud mental obsoleto en el que estamos hoy día. ¿Seremos capaces de defender nuestro acervo cultural, tradiciones ancestrales y combinarlos con los avances en las neurociencias? ¿Aprovecharemos este histórico momento dentro de la llamada “Revolución psicodélica” para legislar y regular de una manera armónica y coherente para bien de quienes buscan alivio y sanación de sus males? Son muchas preguntas en el tintero.
Mientras el pasar de la historia nos brinda estas y otras respuestas, es importante que los participantes en este tipo de experiencias realicen una investigación exhaustiva y seleccionen cuidadosamente los retiros y experiencias disponibles, priorizando aquellos que respeten y preserven las tradiciones indígenas y más importante aún, que cuenten con personal capacitado tanto para la preparación como para la integración psicodélica.
En mi experiencia, he llegado a la conclusión de que abordar los problemas de salud mental desde una perspectiva holística, integrando lo mejor de ambos mundos, es esencial para un beneficio completo. Para lograr este objetivo, es crucial comprender el uso y manejo adecuados de estas sustancias, avanzar hacia una legislación clara, capacitar adecuadamente a los facilitadores y garantizar la inclusión y el respeto de las comunidades y promover su investigación y desarrollo a nivel local. Solo así podremos asegurar que el uso de psicodélicos sea seguro y efectivo, enmarcado en una perspectiva holística, sostenible, sustentable e integradora con los avances científicos en neurociencias.
¡Hasta la próxima!

