¡Amanda! Ya ciérrale

Recuerdo mucho un comercial donde salía un niño que gritaba: “¡Amanda! ya ciérrale”. El comercial alertaba del cuidado del agua porque se estaba acabando, de eso ya han pasado 40 años. Nuevamente estamos viviendo escasez del vital líquido y yo no sé usted querida lectora, querido lector, pero a mí me da mucho miedo el día cero.  

La Comisión Nacional del Agua (Conagua) anunció el pasado mes de enero que el nivel de llenado conjunto de las presas de almacenamiento del Sistema Cutzamala se redujo al 40.7 por ciento de su capacidad, marcando un déficit de 37.8 por ciento en comparación con el almacenamiento histórico del mismo mes. Y el día que está marcado para que la Ciudad de México se quede sin agua es el 26 de junio de 2024. Actualmente el Sistema Cutzamala sufre la peor sequía en sus casi 30 años de operación.

Veamos en qué utilizamos el agua. Existen varios estudios que indican que una persona necesita al menos entre 5 o 6 cubetas de agua segura y potable por día para hidratarse, asegurar su higiene personal y de la vivienda, lavar ropa, preparar alimentos, desinfectar frutas y verduras, curar heridas, abastecer a mascotas, entre otros usos (AQUAE).

Con el agua se eliminan los desechos a través de la orina, la transpiración, también mantiene la temperatura corporal en niveles normales, lubrica las articulaciones y protege los tejidos sensibles. 

La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que una persona suele utilizar 100 litros al día de agua, pero la realidad de lo que gasta una persona al día en México es mucho más, se estima que la Ciudad de México tiene uno de los consumos más elevados del mundo. Se estima que un capitalino recibe una dotación de hasta 360 litros al día, lo que representa cerca de un 200 por ciento más de lo recomendado, es decir, en promedio una familia capitalina de cuatro personas gasta diariamente 1,920 litros (Sistema de Aguas de la Ciudad de México). 

Se consumen 12 litros de agua por minuto al lavarse las manos, 200 litros de agua por 10 minutos en la regadera, 10 litros de agua cada 10 minutos al lavar trastes, de 40 a 62 litros de agua por ciclo de lavado en una lavadora, 6 litros de agua por cada descarga en el sanitario (Ecofiltro). 

Existe otro problema y es el consumo de agua de calidad, es cada día menor por el consumo de agua azucarada, refrescos y agua contaminada. Esta última proviene de negocios que no cumplen con las normas sanitarias, o que usan filtros que evitan el paso de algunas partículas o sustancias pero que no son capaces de purificarla (Agua enMéxico). Estudios realizados en distintos lugares del país, demuestran que el 70 por ciento de los recipientes en que se vende agua potable contiene bacterias que provocan diversas enfermedades gastrointestinales. En el 50 por ciento de dichos contenedores se detectaron bacterias coliformes y E. Coli lo que demuestra que están contaminados con materia fecal (Agua enMéxico).

Ahora bien, cientos de litros de agua potable se desperdician todos los días a través de la red hidráulica de la Ciudad de México, donde en promedio, cerca de 40 fugas se reportan diariamente, la mayoría de ellas en alcaldías como Gustavo A. Madero, Iztapalapa, Álvaro Obregón, Tlalpan y Coyoacán.

Las fugas han ido en aumento, pues mientras en 2019 se reportaron 13 mil 432, durante 2022 esta cifra ascendió a 14 mil 369. Durante 2020 y 2021, en la pandemia de covid-19, habían disminuido al mantenerse en 10 mil los derrames (SACMEX).

Lo que sí es una realidad es que México vive una crisis hídrica que, al 15 de enero de este año, afecta a un total de 1,613 municipios con sequías severas, extremas y excepcionales. Algunos son particularmente vulnerables a estos cambios, especialmente en las regiones norte y centro. El incremento de las sequías es un reflejo de que el cambio climático ya impacta al país (IMCO). 

Según el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), lo primero es modernizar la regulación en la materia para promover una mayor coordinación, así como facilitar la inversión y dar mantenimiento a la estructura hídrica, para mejorar la gestión del agua en el país. 

Para tener seguridad hídrica se necesita: 

• Incrementar la eficiencia de uso; mantener y rehabilitar la infraestructura existente y la construcción de nueva que incluya soluciones basadas en la naturaleza. 
• Incrementar los recursos dedicados al sector, diversificar las fuentes de financiamiento y readecuar las tarifas para hacer sostenibles los servicios. 
• Revertir la sobreexplotación de acuíferos críticos, mitigar los riesgos de sequías e inundaciones, fortalecer la resiliencia ante el cambio climático y empatar el ordenamiento territorial con la gestión del agua.
• Fortalecer la autoridad del agua y el sistema hídrico; expedir la Ley General de Aguas, reglamentaria del derecho humano al agua y saneamiento; robustecer los mecanismos de conciliación y arbitraje para solucionar conflictos socioambientales, y hacer realidad la transparencia, rendición de cuentas y participación social. 
• Establecer un sistema nacional de servicio profesional de carrera; fortalecer la vinculación entre academia, gobierno, iniciativa privada y sociedad civil, además de intercambiar experiencias con la comunidad internacional (UNAM, UNESCO, Agua Capital). 

Es importante tener en cuenta que la agricultura consume el 70 por ciento de toda el agua, la industria de la moda no solo consume una gran cantidad de agua, además es unos de los sectores que más la contaminan. La producción de energía mundial consume más de 52,000 millones de metros cúbicos al año. 19 compañías de bebidas en todo el mundo consumen 746,000 millones de litros de agua (GADISA).

Tenemos que ser más consientes al utilizar el agua, lavar con cargas completas, cerrar la llave cuando se lavan los dientes, enjabonar todos los trastes y después enjuagar, lavar el auto con 1 cubeta, reutilizar el agua al bañarse para uso de sanitarios. Recolección de agua de lluvia. 

La Dra. Claudia Ivett Romero-Delgado es académica de la Escuela de comunicación de la Universidad Panamericana.

X: @Ivett5151