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Dinamarca convoca a funcionario de EU por injerencia
El encargado de Negocios de la embajada tendrá que explicar qué buscaban tres cercanos a Trump en Groenlandia; la primera ministra Frederiksen pide perdón a nativos de la isla.

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Copenhague. Dinamarca convocó ayer al encargado de negocios estadounidense tras un informe de prensa sobre "intentos de injerencia" en Groenlandia, un territorio autónomo danés que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quiere controlar por motivos de seguridad, y no ha descartado usar la fuerza para conseguirla.
"Todo intento de injerencia en los asuntos internos del reino (Dinamarca) será inaceptable", afirmó el ministro de Relaciones Exteriores, Lars Lokke Rasmussen, en un comunicado enviado.
Por ello, dijo, "pedí al Ministerio de Relaciones Exteriores convocar al encargado de negocios estadounidense para una reunión en el ministerio".
La gran mayoría de los 57,000 habitantes de Groenlandia quieren la independencia de Dinamarca pero no desean formar parte de Estados Unidos, según una encuesta de enero.
La televisión pública danesa informó ayer que al menos tres funcionarios estadounidenses cercanos a Trump fueron observados recientemente en Groenlandia intentando recabar información sobre asuntos que han generado tensión entre la isla y Dinamarca, incluyendo la remoción forzada de niños groenlandeses de sus familias y un escándalo de anticoncepción forzada.
"Somos conscientes de que actores foráneos continúan mostrando interés en Groenlandia y su posición en el reino de Dinamarca", afirmó el ministro.
Perdón
La primera ministra danesa, Mette Frederiksen, pidió perdón ayer a cerca de 4,500 mujeres de Groenlandia, víctimas de una campaña de anticoncepción forzada que se extendió hasta 1992 con el objetivo de reducir la tasa natalidad de la población inuit.
Desde 1960 hasta 1992 las autoridades danesas obligaron a miles de mujeres en edad fértil de origen inuit en Groenlandia a utilizar un dispositivo intrauterino de contracepción, sin su consentimiento o el de su familia.
Muchas de estas mujeres quedaron estériles y casi todas sufrieron problemas físicos y psicológicos. Un grupo de 150 mujeres demandó al Estado de Dinamarca por violar sus derechos.
La primera ministra pidió perdón este miércoles en un comunicado.
"No podemos cambiar lo que sucedió. Pero podemos asumir nuestra responsabilidad, por lo que en nombre de Dinamarca me gustaría pedir perdón", expresó Frederiksen en un comunicado.
Este territorio del Ártico fue una colonia danesa hasta 1953 y recién en 1979 se convirtió en una jurisdicción con autonomía, pero las autoridades locales asumieron el control del sistema de salud en 1992.
"Mis disculpas en nombre de Dinamarca también un pedido de perdón por todos los otros fallos que sean responsabilidad de Dinamarca, en los que los groenlandeses hayan sido tratados de forma diferente y peor que otros ciudadanos del reino", declaró.
