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Afinogenova, la directora de Canal Red de Latinoamérica, una figura cuestionada en España, llega a México
En junio, Pablo Iglesias, quien por aquel entonces iniciaba su proyecto de televisión Canal Red en España, una iniciativa que acaba de aterrizar en México, anunció el fichaje de Afinogenova.

Inna Afinogenova entrevistó al entonces presidente Andrés Manuel López Obrador en febrero de 2024.
Barcelona. Fue un movimiento inesperado, un gesto impropio de alguien que, desde su emisión ‘Ahí les va’ en el canal en español de RT, había defendido durante años a capa y espada a los intereses políticos y económicos de la Federación Rusa. En el primer semestre de 2022, tras varias emisiones en las que describía a Ucrania como un país donde los grupos nazis y ultraderechistas campaban a sus anchas, burlándose con sarcasmo de los inminentes de anuncios realizados desde Washington de una invasión rusa en Ucrania, Inna Afinogenova, hoy directora de Canal Red Latinoamérica, se sumió en el silencio.
Un mes más tarde, con el veto de la Unión Europea (UE) a las emisiones de RT ya en vigor en el continente europeo dado su carácter propagandístico, la comunicadora emergió de nuevo con un vídeo realizado ya fuera de Rusia y en el que anunciaba su salida de RT, supuestamente por no estar de acuerdo con la guerra de Ucrania.
Fue un mensaje televisado en el que no hubo espacio para la autocrítica, ni para ella o para el medio en el que había trabajado en el decenio anterior –“no voy a entrar” en si RT en español “hace o no propaganda, la verdad es que ni lo sé”, pero en el que sí arremetió contra el envío de armas a Ucrania por parte de los países occidentales, una de las principales reivindicaciones del régimen de Vladímir Putin a Estados Unidos y la Unión Europea.
En junio, Pablo Iglesias, quien por aquel entonces iniciaba su proyecto de televisión Canal Red en España, una iniciativa que acaba de aterrizar en México, anunció el fichaje de Afinogenova.
Desde sus inicios, su presencia en España fue recibida con grandes dosis de escepticismo por la gran mayoría de medios nacionales españoles, sin importar su tendencia ideológica, que cuestionaban la veracidad de sus supuestos motivos para salir de su país e instalarse en Madrid.
“Inna Afinogenova, la ruleta rusa de Pablo Iglesias para desembarcar en Latinoamérica”, tituló ‘El Confidencial’ una información que dudaba de su ruptura con el Estado ruso y que consideraba la posibilidad de que siguiera trabajando para los intereses rusos.
‘El Mundo’, por su parte, incluía a Inna en una lista de propagandistas rusos en español, en un artículo acerca del denominado “batallón Moscú-bizum”, nombre por el que se conocen en España el grupo de comunicadores afines al Kremlin.
En abril de 2023, "El Periódico", publicó el artículo “El fichaje estrella de Iglesias para sus medios, acusada de falsear noticias”, en el que se reproducían las declaraciones de un antiguo empleado de la web de RT en español que trabajó mano con ella y que aseguraba haberla visto difundir deliberadamente noticias falsas o manipuladas a lo que ella y sus colegas en la televisión de Iglesias reaccionaron con gran virulencia.
Afinogenova es hoy en día una figura cuestionada en España. Al margen de Canal Red, ningún medio la contrataría, o aceptaría incluso hacerle una entrevista, ya que su imagen está para siempre vinculada a la propaganda del Kremlin, al de una persona dispuesta a distorsionar los hechos para defender a Moscú.
En el ánimo de los representantes de los medios españoles, pesan mucho los titulares que el medio que codirigía difundió tras ser envenenado el opositor Alekséi Navalni, “Médico ruso: ’si Navalni hubiera sido envenenado, las personas a su lado hubieran sufrido’”, “Lukashenko afirma haber interceptado una conversación sobre la falsificación del envenenamiento de Navalni”, “Moscú no descarta que Berlín use a Navalni para justificar las sanciones antirrusas ya preparadas” o las noticias en las que hablaba de la posibilidad de que el Gobierno español enviara “tanques” a reprimir las protestas independentistas catalanas en 2017 citando a expertos que estaban a sueldo de RT y no tenían relación alguna con Cataluña. Más aún. Recientemente, contribuyó, desde los estudios de Canal Red en Madrid, a generar una burbuja de desinformación en torno al caso de Pablo González, un espía ruso-español que fue incluido en el último intercambio con Estados Unidos y fue recibido en el aeropuerto al pie de la escalerilla por el mismísimo presidente Vladímir Putin.
En resumen: Afinogenova se autoproclama como “periodista”, pero hoy en día, en España, muchos profesionales de la información cuestionan radicalmente semejante afirmación.
*Excorresponsal en Moscú de El Periódico.