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Luchan por salvar cumbre climática del naufragio
En Copenhague crece la frustración por la falta de progreso tras cerca de dos semanas de diálogos que buscan acordar acciones conjuntas de todas las naciones para intentar reemplazar el Protocolo de Kioto.

Copenhague.- Líderes mundiales se tomaron el escenario de los mayores diálogos climáticos de la historia que se realizan en Copenhague, mientras ministros luchaban por rescatar las aproblemadas negociaciones sobre un pacto para evitar el peligroso calentamiento global.
La policía, utilizando porras y gases pimienta, detuvo a 230 personas afuera de la conferencia que se realiza en el centro de Copenhague mientras cientos de manifestantes que exigen acciones más drásticas para abordar el cambio climático intentaban derribar las barricadas, indicó un reportero de Reuters.
Adentro, crecía la frustración por la falta de progreso tras cerca de dos semanas de diálogos que buscan acordar acciones conjuntas de todas las naciones para intentar expandir o reemplazar el existente Protocolo de Kioto.
Falta de progresos
El ministro de Medioambiente de India dijo que el pacto de Kioto se encuentra en "cuidado intensivo", dos días antes de que jefes de Estado se reúnan para acordar un pacto que retrase el aumento de las temperaturas que causan olas de calor, inundaciones, desertificación y el aumento de los mares.
Una reunión formal de más de 120 líderes mundiales se realizará entre el jueves y el viernes para intentar superar el estancamiento sobre quiénes debiesen reducir sus emisiones de gases invernadero, cuánto y quién debiese pagar.
Pero algunos delegados en la reunión del miércoles dijeron que un acuerdo aún estaba lejano.
"Es tiempo de salvar este proceso"
"Tuvalu está extremadamente decepcionado por la falta de progreso" en extender el Protocolo de Kioto, dijo el delegado de la isla, Ian Fry. La nación insular de Tuvalu se encuentra entre las islas Estado más vulnerables en riesgo de desaparecer mientras aumenta el nivel de los mares.
"Es tiempo de salvar este proceso", indicó.
Líderes como el mandatario venezolano, Hugo Chávez, el presidente de Zimbabue, Robert Mugabe, y el primer ministro británico, Gordon Brown, ofrecerán discursos en la cumbre climática que se realiza del 7 al 18 de diciembre, que hasta el momento ha sido dominada por ministros de Medio Ambiente.
En juego se encuentra un acuerdo para transformar economías globales al establecer mayores reducciones a emisiones de gases contaminantes que provocan el efecto invernadero y que se generan principalmente a partir de la quema de combustibles fósiles.
El acuerdo estaría vigente a partir del 2013 después de que la primera fase de Kioto termine.
Sin embargo, la profunda desconfianza entre las naciones ricas y pobres ha estancado los diálogos que comenzaron hace dos años en Bali, Indonesia, y que establecieron como plazo la reunión en Copenhague para alcanzar un acuerdo climático legalmente vinculante para el 2013.
Obstáculos
"Hay buena voluntad, hay grandes barreras, pero no son insalvables", comentó Brown al canal de televisión de la cadena BBC.
Por su parte, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se mostró confiado en que podría alcanzarse un pacto, dijo un portavoz de la Casa Blanca.
Mientras se aproxima el plazo para alcanzar un pacto, algunos políticos han advertido sobre los riesgos de fracaso en las negociaciones de 193 países, aún cuando hicieron llamados para que se hagan compromisos que permitan un avance.
La ONU quiere que las naciones desarrolladas recorten sus emisiones de gas de efecto de invernadero más que lo planeado para el 2020, que las naciones en desarrollo hagan más para desacelerar sus emisiones crecientes y que se provean miles de millones de dólares para ayudar a los países más pobres.
China, Estados Unidos, Rusia e India son los principales emisores y en los meses recientes han fijado objetivos para reducir sus emisiones. Pero tanto las naciones ricas como las más pobres están exigiendo más que lo que su contraparte está dispuesto a ofrecido.
Un obstáculo importante es que Estados Unidos aún no aprueba una legislación que fije límites a sus emisiones, a diferencia de sus principales aliados industriales.
Grandes empresas estadounidenses como Duke Energy, Microsoft y Dow Chemical pidieron recortes de emisiones más estrictos en el país, que podrían provocar un cambio hacia una economía más verde.