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El efecto Navidad: ¿Cómo afecta a tus finanzas personales?
La temporada de decembrina está llena de luces, reuniones y regalos, pero también puede traer consigo un riesgo significativo: el gasto excesivo.
¡Huele a navidad! A dar y compartir, a pensar en los demás, a festejar el cierre del año; diciembre es un mes que invita a gastar a las personas y muchas caen en los gastos emocionales que pueden darte satisfacción inmediata pero estrés financiero después.
No se trata de ser Grinch pero sí de tomar conciencia de cómo estos gastos emocionales que hacemos en diciembre pueden impactar nuestras finanzas y complicar la cuesta de enero que muchas veces se extiende hasta febrero y marzo.
Joselyn Quintero, autora del libro “Armonía Financiera” y especialista en neurofinanzas, explicó que en diciembre factores como la nostalgia, el clima frío y otros elementos influyen o motivan a las personas a gastar ya sea en sí mismos o en regalos para las demás personas.
El invierno influye de manera importante en muchas de las decisiones, en este caso de compra o gasto, que se toman durante diciembre, destacó.
“Se generan disparadores que las personas no identifican conscientemente, por ejemplo, las sensaciones de desamparo que da el frío, también la nostalgia que genera la sensación de sentir el “apapacho” de seres queridos”, explicó.
Joselyn Quintero afirmó que las personas sí tienden a hacer más compras para compensar esas emociones que provoca el invierno y la Navidad y activan algo conocido como mecanismo de transferencia.
Este mecanismo de transferencia o de regulación es el que hace a las personas querer compensar las ausencias, el frío y la nostalgia con cosas como comprar el árbol más grande, la ropa más cara, regalos a todas las personas.
“Esto sucede cuando conscientemente no podemos reconocer una emoción o un sentimiento y sin darnos cuenta entonces utilizamos una cosa externa a nosotros donde podemos depositar ese sentimiento y el consumo tiene esa característica, todo consumo tiene un mecanismo de transferencia”, explicó Quintero.
Cuando las personas no están conscientes de todo lo que genera diciembre, como la búsqueda del “apapacho”, conexión con otras personas, luz, calma, entonces buscan compensar con compras, regalos.
Que los gastos emocionales no afectan tus finanzas personales
No eres tú, es diciembre y el invierno los que te podrían hacer gastar más en estas fechas, así que teniendo consciencia de eso es importante que busques herramientas o apliques acciones para que tus finanzas no se pongan emocionales y quieran derrochar.
Lo primero que tienes que hacer es planear qué compras requieres hacer y posteriormente establecer un presupuesto para ellas.
No se trata de que te conviertas en una persona “coda”, pero sí que te midas en la forma en qué gastarías. Probablemente te darán ganas de dejar más de 10% de propina, de darle un regalo a todos tus vecinos, sin embargo, mejor mantén la calma y organiza tus finanzas.
Si recibirás aguinaldo recuerda que la recomendación es dividir su uso en tres o cuatro partes: pago de deudas, ahorro/inversión y gastos navideños.
“El aguinaldo es un ingreso adicional que debería de estar destinado a cosas extraordinarias en nuestra vida, por ejemplo, invertir una parte o utilizar ese dinero para mejorar mi casa”, destacó la autora del libro Armonía Financiera.
Antes de ponerte a gastar recuerda que en enero deberás asumir diversos compromisos financieros, como el pago de impuestos, pago de la tarjeta de crédito, regreso a clases, entre otros.
Joselyn Quintero, resaltó que la Navidad es una temporada para celebrar y conectar con los demás, pero también es importante mantener un equilibrio emocional y financiero. Entender el “efecto Navidad” y tomar decisiones conscientes puede ayudarte a disfrutar plenamente de esta época sin comprometer tu estabilidad económica.