La educación y las oportunidades de empleo

La belleza de lo que aprendemos es que es algo que nadie nos puede nunca quitar .

B.B. King

Hace algunas semanas, escribí acerca de la importancia de la educación en lo relativo a la obtención de un empleo y que éste tuviera opciones de tener una remuneración mayor.

Se trata de un tema que, por su relevancia, conviene retomar haciendo precisiones que pueden resultar significativas. En los Estados Unidos, de acuerdo con datos del Bureau of Labor Statistics (http://www.bls.gov/emp/ep_chart_001.htm), en promedio, una persona con empleo que tiene un grado máximo de estudios en high school (nivel de preparatoria en México), actualmente realiza un trabajo en el que percibe un ingreso casi 25% menor al promedio del total de los asalariados en ese país. Y la tasa de desempleo en ese nivel de instrucción es también 25% mayor a la tasa de desempleo general.

Por otro lado, una persona con nivel de instrucción profesional tiene un ingreso casi tres veces superior al de una persona con preparatoria y más de dos veces lo que percibe un trabajador promedio, con una tasa de desempleo de una tercera parte de la población general y cuatro veces menor que la de una persona con nivel de preparatoria. Otros estudios desarrollados en EU y en países de la OCDE apuntan en el mismo sentido.

El nivel educativo y el empleo en México

En México, la estadística disponible por lo menos permite afirmar que el porcentaje de ocupación de personas con nivel de instrucción media y superior es más de 50%, superior al de aquellas personas que tienen tan sólo educación primaria, si bien la falta de información disponible y detallada no permite fácilmente determinar la correlación entre sueldo y grado de educación. Persiste la discusión sobre si la educación es o no una precondición de empleo y si puede asociarse a un mejor nivel de ingreso. Lo que la información disponible preliminar nos muestra es que a mayor grado de educación es más probable no estar desempleado y que un mayor nivel de instrucción nos pone en situación de alcanzar un mejor nivel de ingreso. Ello, evidentemente, debe ser analizado entendiendo que en nuestro país hemos enfrentado por varias décadas un deterioro severo del nivel de ingreso de las personas y de las remuneraciones de los empleos. Un alto porcentaje de los empleos de país están debajo de un nivel de remuneración adecuado, pero sin lugar a dudas, los empleos a que acceden las personas con un nivel de educación bajo son aun peor remunerados.

Es además importante entender y conocer las diferencias que existen entre los tipos de empleos y las diferentes ramas del conocimiento académico y, sobre todo, en la orientación de los planes de estudio hacia un conocimiento práctico. En la Unión Europea, Alemania y Austria, dos países que muestran sistemáticamente tasas bajas de desempleo en población joven, son los mismos que comparten una vocación en que la educación superior tiene una marcada orientación hacia la vida laboral reflejada tanto en programas de estudio como en la realización de prácticas profesionales y una vinculación con el sector productivo.

De ahí la importancia de que los jóvenes, con la orientación de quienes queremos que tengan mejores oportunidades profesionales en el futuro, elijan aquellos campos laborales y opciones de educación en los que puedan desarrollar su talento y su ética de trabajo a partir de conocimientos prácticos que les permitan insertarse de manera más exitosa en las primeras etapas de su vida laboral. Así, su educación será realmente una inversión para toda la vida.

*El autor es politólogo, especialista en Economía Conductual y Director General de Mexicana de Becas. Síguelo en Twitter @martinezsolares

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