Cómo impacta la reforma hacendaria en el gasto educativo

Mencioné en la colaboración del pasado martes que la propuesta de reforma hacendaria tiene un impacto muy fuerte en la clase media, clave para el desarrollo del país. Uno de los rubros más afectados es el de nuestro gasto en educación.

En muchos países desarrollados, como Estados Unidos o Europa, la gran mayoría de las personas de todas las clases sociales envían a sus hijos a escuelas públicas. La educación no representa un costo para la gente: es en verdad universal y gratuita.

En México, sin embargo, no es así. La calidad educativa en las escuelas públicas -con algunas excepciones desde luego- deja muchísimo que desear. Por ello, muchas familias -incluso de clase media baja- hacen un esfuerzo de verdad extraordinario para enviar a sus hijos a colegios privados, para que ellos puedan tener una mejor educación y, de esta manera, mejores oportunidades en la vida.

Ésta es una de las muchísimas injusticias que tiene nuestro país. Parecería que las autoridades piensan que la educación pública es sólo para los pobres y la educación privada es para los privilegiados que pueden pagarla. Lo mismo sucede en los servicios de salud, y este pensamiento es lo que genera y acrecienta las enormes diferencias que tiene nuestro México.

La propuesta de reforma hacendaria tiene un impacto significativo para aquéllos que hacen un esfuerzo para que sus hijos tengan una educación de calidad, debido a que:

1. Se propone que las colegiaturas paguen IVA. Lo que se traduce en un incremento de 16% en el costo de la educación.

2. Se limitan los gastos deducibles. De hecho, en la iniciativa de Ley del ISR no se hace mención alguna a la deducibilidad de colegiaturas, a pesar de que funcionarios del gobierno digan en diversas entrevistas que ésta se mantiene como estímulo fiscal.

Ese doble efecto puede representar un incremento en costos educativos mayor que 20% en total. Las familias tienen este gasto porque el Estado es incapaz de brindar una educación de calidad -una de las muchas injusticias de nuestro país que lleva al debilitamiento de la clase media.

Entiendo que las colegiaturas, como cualquier otro servicio, tengan que estar sujetas a IVA. Pero no puede implementarse de esta manera. A pesar de todas las justificaciones que contiene la iniciativa de Ley mucha gente hoy en día está ahorcada porque se endeuda con tal de que sus hijos sigan en un colegio privado. Si se incrementa el costo 16% no lo podrán soportar.

Evasión en escuelas

En las escuelas, desafortunadamente, se evaden muchos impuestos. Al ser instituciones educativas, muchas de ellas constituidas como sociedades civiles sin fines de lucro, no están sujetas a las mismas reglas que otro tipo de empresas. Algunas tienen patronatos y manejan cierto tipo de cuotas como donativos , por los cuales no pagan impuestos. Aunque parte de esto se modifica en la propuesta de Ley, hay muchas prácticas incorrectas.

En muchos colegios, por ejemplo, se cobra una cuota adicional a la inscripción cada año, para cubrir costos como excursiones o materiales provistos por la escuela para el año escolar. Este monto se pide en efectivo o en cheque al portador, y se dan recibos diferentes (de los que se compran en la papelería). Para efectos prácticos, es dinero que nunca entra a la cuenta de la escuela y por el cual no se pagan impuestos.

Las escuelas también piden cuotas por otros conceptos: credenciales de los niños, para fotos y hasta para vacunas. Es increíble que en las circulares se atrevan a poner por escrito -evidente- formas de evasión fiscal. Por ejemplo, que digan: Si quiere factura, deberá pagar adicionalmente 16% de IVA . Esto se puede traducir como: si yo no pido factura, me ahorro el IVA y ellos se ahorran pagar el ISR por esa cantidad que no están facturando.

En fin... Sí pienso que se puede hacer mucho para frenar la evasión fiscal en las escuelas. Si deben pagar IVA, como muchos otros servicios, entonces, debería hacerse de manera progresiva, mientras que se incrementa el tope de deducibilidad por este concepto para amortiguar el efecto y para incentivar que la gente realice su declaración de impuestos.

Esto, junto con una simplificación (un portal de Internet donde la gente pueda poner de manera sencilla los datos de su constancia de ingresos y los gastos pagados por colegiaturas) permitiría a la autoridad hacendaria tener muchos mayores elementos de fiscalización que a la postre se traducirían en mayor recaudación.

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