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Sequía impacta a producción agrícola de Querétaro

Sembrar sólo 50% de las parcelas, aplicar la reconversión productiva y esperar a que consolide la temporada de lluvias son algunas de las estrategias a implementar ante el descenso de las precipitaciones pluviales.

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Foto EE: Archivo

Querétaro, Qro. La baja captación de agua en las presas del estado impacta los ciclos de producción agrícola, debido a que de 38 cuerpos de agua, tres prácticamente están vacíos y el resto acumulan un promedio de 17.7% de almacenaje, de acuerdo con información registrada por la Secretaría de Desarrollo Agropecuario (Sedea) y la Comisión Nacional del Agua (Conagua).

Las tres presas más grandes del estado se encuentran a un ínfimo nivel: la presa Constitución de 1917 (situada en San Juan del Río) que tiene una capacidad de 69.8 millones de metros cúbicos, está a cerca de 3% de almacenaje; la presa San Ildefonso (Amealco) que cuenta con 52.7 millones de metros cúbicos, está prácticamente vacía; y la presa Centenario (Tequisquiapan) que tiene capacidad para 9.7 millones de metros cúbicos se encuentra a 29%, detalló el titular de la Sedea, Carl Heinz Dobler Mehner.

El secretario estatal explicó que desde el año 2016 y hasta el 2019, se tienen registros de un descenso en las condiciones de precipitación pluvial, al presentarse una reducción recurrente, dado que el año pasado además de la baja precipitación, las lluvias fueron espaciadas.

"Hubo un desplazamiento muy grande, esto no permite que el agua escurra hacía las presas, eso generó que ahorita tengamos muchas presas con niveles muy bajos incluso algunas importantes, prácticamente sin agua, las tres presas más grandes de estado (…) Te diría que de 38 cuerpos de agua que se tienen regulados para ver cuál es el volumen de agua que manejamos entre la Conagua y el gobierno del estado, (tres) prácticamente están vacías y el volumen total de las 35 restantes representan escasamente 17.7% el volumen total de captación de agua", destacó.

En la totalidad de las presas del estado, excepto la presa de Jalpan de Serra, el volumen del agua se destina a las actividades agropecuarias, lo cual deja a este sector productivo en un complejo escenario para iniciar los ciclos productivos que dependen del inicio de la temporada de lluvias, debido a ello los productores que riegan por punteo —la primera agua del cultivo que proviene de las presas— no han podido iniciar este año.

"En este año no se ha podido iniciar y tendríamos que esperar ahora sí a que se establezca la temporada de lluvias para que se inicien los cultivos en esta zona y que probablemente esto vaya a ser un retraso en el inicio del ciclo agrícola en la parte de lo que es temporal y por punteo", declaró.

Ante los retrasos en la temporada de lluvias —que se prolongará al inicio de junio—, agregó, tanto Sedea como Conagua generan estrategias para adaptar los procesos productivos del sector agrícola a las condiciones pluviales; por lo que primero se hizo un consenso respecto a la viabilidad de la disposición del agua, para sostener cultivos, debido a que de iniciar con las condiciones actuales se corre el riesgo de perder la producción.

Además de presentarse una baja disponibilidad de agua superficial (presas), no es posible hacer uso del agua subterránea, que se extrae por bombeo, dado que no se tiene la capacidad para cubrir la totalidad del riego.

"Viendo los volúmenes de agua que hay disponibles, de subterránea, no de la superficial, las presa es agua superficial, pero además del agua superficial existe la disponibilidad de agua subterránea, a través de bombas se extrae el agua del subsuelo y con eso se riega, no es posible cubrir la totalidad del riego con estos volúmenes autorizados por el gobierno federal, por la Conagua, para cubrir la totalidad", explicó.

Las estrategias

Al inicio del 2020 —explicó— se tenía previsto que a la segunda semana de mayo se contara con 30% del almacenaje de las presas, sin embargo, no se han presentado las primeras precipitaciones.

Por tanto, se han establecido disposiciones como instruir a los agricultores del distrito 23 —que comprende unidades de riego en San Juan del Río, Pedro Escobedo y El Marqués—, a que sólo podrán sembrar 50% de las parcelas que normalmente se destinan a cultivo de riego con agua superficial.

La reconversión productiva es otra de las alternativa que plantean las autoridades locales a los productores, para que opten por cultivos que son más tolerantes al estrés hídrico, tales como el frijol, avena, garbanzo, lentejas, entre otros forrajes o leguminosas, que requieren menor nivel de agua que el que demanda el maíz.

"La recomendación aparte de reducir la superficie, es que hay cultivos que son más tolerantes a un estrés hídrico, muchos de los forrajes no requieren de tanto volumen de agua, entonces la recomendación que nosotros estamos haciendo y estamos por lanzar un programa de tal manera que los productores a través de semilla mejorada, puedan incorporarse a sistemas de producción de forraje en vez de tratar de producir el maíz que es el cultivo tradicional para esta zona, que probablemente si las precipitaciones se atrasan o son muy pequeñas, van a tener problemas para sacar el cultivo", explicó.

Un tercer planteamiento es esperar a que se consolide la temporada de lluvias, debido a que este año se atrasarán nuevamente del 15 de mayo al 1 de junio.

Durante el periodo enero-septiembre del 2019, las actividades primarias del estado reportaron la mayor variación porcentual entre las actividades productivas, al registrar un crecimiento anual de 3.4%, antecediendo un avance de 3.8% en el primer trimestre, de 2.8% en el segundo periodo y de 3.7% en el tercero, de acuerdo con el Indicador Trimestral de la Actividad Económica Estatal (ITAEE).

El año pasado, durante el año agrícola, de riego y temporal, (al 31 de diciembre del 2019), en el estado se reportó una superficie siniestrada de 22,670 hectáreas, es decir, superó en 6.7 veces la superficie reportada en igual periodo del 2018, cuando ascendió a 3,371 hectáreas siniestradas, con base en los registros contabilizados por el Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP).

En el referente del 2019, el grueso de la superficie afectada fue maíz de grano, dado que representó 22,668, hectáreas siniestradas y sólo se reportaron dos hectáreas siniestradas en producción de garbanzo.

estados@eleconomista.mx

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