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Marcas internacionales regresan a Argentina por estabilidad macro
Victoria’s Secret, Montblanc y Decathlon son algunas marcas que ya desembarcaron, mientras que otras como Tous preparan su entrada al país. Su llegada obliga a los centros comerciales a modernizarse.

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Los centros comerciales en Argentina atraviesan un proceso de diversificación. Factores como mayor estabilidad económica, políticas de apertura comercial y reducción de impuestos que facilitan la importación, explican la llegada de marcas globales que se instalan en shoppings como Patio Bullrich, Alto Palermo y Alcorta.
Sin embargo, este renovado interés internacional enfrenta un obstáculo: la falta de espacios adecuados para las compañías.
De acuerdo con Anabella Weber, propietaria de la consultora de marcas de lujo Brera Group, las condiciones económicas del país durante 20 años impidieron el desarrollo de nuevos centros comerciales o espacios para marcas globales. “Los malls se quedaron solo con empresas nacionales que pasaron a cubrir los espacios cuando las marcas extranjeras dejaron de entrar”, explicó la ejecutiva.
A ello se suma los requerimientos que exigen las firmas globales, como superficies más amplias y con mayores estándares, lo que implica inversiones más altas.
Mientras una marca de lujo necesita más de 200 metros cuadrados -lo que implica inversiones que van entre 5,000 dólares y 10,000 dólares el m2-, una empresa local puede operar con puntos de entre 100 y 150 m2. Ello requiere de desembolsos menores, que van entre 2,000 y 3,000 dólares.
Mariana González, ex Center Manager Premium de IRSA, contó a DFSUD que Patio Bullrich, por ejemplo, al ser un edificio antiguo con locales pequeños, ha optado por unificar varios locales en un solo.
Aunque esto implica terminar contratos con marcas nacionales para privilegiar a las globales, según González, muchas veces se opta por reubicar a las firmas locales dentro del mismo centro comercial.
Estos procesos requieren de tiempo, un desafío para la llegada de marcas, ya que estas deben investigar el mercado, su público y encontrar una locación estratégica dependiendo del tipo de compañía.
Dado que la instalación de estas firmas exige estándares altos en diseño, infraestructura y experiencia, desde IRSA aseguraron que acompañan los procesos con “inversiones en remodelaciones, ampliaciones y modernización de espacios comunes que garantizan que cada marca pueda desarrollar su concepto en plenitud”.
Esto implica reforzar instalaciones y elevar la estética de los complejos para cumplir lineamientos internacionales, además de complementarlo con un mix comercial que combina marcas globales con propuestas gastronómicas y de entretenimiento para fortalecer las visitas al centro comercial.
Al país han llegado marcas como Victoria’s Secret, que debutó en febrero con su primera tienda; la expansión de Adolfo Domínguez, el arribo de Farm Río junto a Montblanc, y el próximo desembarco de la ecuatoriana Decathlon. Pese a los desafíos, los anuncios no se detienen. La italiana Dolce & Gabbana está en negociaciones para abrir su primer local, mientras Gucci inició su proceso de registro en enero de este año, aunque no ha confirmado en cuál mall será el aterrizaje. La más reciente en confirmar su regreso al país fue la joyería española Tous.
De acuerdo con Diego del Río, especialista en centros comerciales y retail, uno de los primeros efectos que generarán la llegada de nuevas firmas internacionales es un “efecto bienvenida” que disparará rápidamente las ventas.