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Deja de vivir con dolor, soluciones efectivas ante esta dolencia

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El dolor crónico es una realidad que afecta a millones de personas en todo el mundo, por ello, se considera un problema de salud pública, al ser una condición que cualquier persona puede desarrollar, pero es especialmente prevalente en adultos mayores, señala el Dr. Jorge Guajardo Rosas, algólogo en la clínica del dolor y cuidados del soporte en el Centro Médico ABC. 

El dolor es una experiencia sensorial compleja, que se genera por una lesión o por daño en los tejidos del cuerpo y que es transmitida al cerebro mediante los receptores nerviosos. Aunque de manera normal el dolor sirve como una alerta para proteger el organismo, cuando el dolor crónico persiste más allá del tiempo de recuperación afecta de manera significativa la calidad de vida de la persona.

Al conocer las causas, tipos y opciones de tratamiento, se pueden tomar medidas para reducir el sufrimiento y mejorar la funcionalidad de quienes lo padecen.

¿Cómo se clasifica el dolor?

El dolor puede clasificarse en función a su duración:

  • Dolor agudo: aparece de manera repentina y suele tener una causa identificable como una fractura, un golpe, procesos quirúrgicos o una infección. Es una señal de advertencia que alerta el cuerpo sobre una lesión o un problema que necesita atención inmediata; al ser dolor agudo conlleva que tiene una duración limitada y desaparece a medida que se vaya resolviendo la causa subyacente; sin embargo, si la causa no se atiende adecuadamente, el dolor agudo puede evolucionar a una condición crónica.
  • Dolor crónico: se denomina así al dolor que persiste por más de tres meses, incluso, después de que la causa inicial se haya resuelto. Su presencia puede ser constante o intermitente y afectar a cualquier área del cuerpo.

Orígenes del dolor crónico

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La presencia de dolor crónico no solamente afecta el bienestar físico de una persona, también lo puede afectar de manera emocional e interferir de manera significativa en su calidad de vida.

A su vez, el dolor crónico se puede subclasificar en función a su causa:

  • Dolor neuropático: este tipo de dolor surge de una lesión o disfunción en el sistema nervioso, ya sea central o periférico. Es característico en condiciones como la neuropatía diabética, el herpes zóster, tratamientos como quimioterapias, o posterior a un traumatismo que haya causado daño a los nervios. Es común que los pacientes lo describan como un dolor punzante, ardoroso, una sensación de corriente eléctrica o un hormigueo.
  • Dolor musculoesquelético: se relaciona con trastornos de los músculos, huesos, articulaciones o los tejidos blandos. Es común que se presente en personas que viven con artritis, lumbalgias o lesiones deportivas. Este dolor puede ser sordo, agudo o acompañarse de rigidez y a menudo limita la movilidad y las actividades diarias.
  • Dolor oncológico: está asociado al cáncer o a sus tratamientos; puede variar en intensidad y tipo en función a múltiples características individuales como la etapa de la enfermedad y los tejidos afectados; en el tratamiento contra el cáncer, el manejo del dolor es fundamental y prioritario.
  • Dolor nociplástico: es un dolor sin una causa aparente o explicable tras realizar estudios de diagnóstico tradicionales, se asocia con trastornos como la fibromialgia, síndromes miofasciales o alteraciones del sistema nervioso central que amplifican las señales de dolor. Al ser un dolor que las personas pueden pensar como invisible, suele estar acompañado de frustración.
  • Dolor psicogénico: este dolor está relacionado con factores emocionales o psicológicos como la depresión o ansiedad. A pesar de no tener una causa física tangible, no se debe subestimar ya que el impacto que tiene en la persona es muy real y se puede exacerbar en situaciones de estrés.

Aunque es frecuente que un paciente presente diversos dolores de los mencionados. Más allá del efecto que el dolor crónico tiene sobre el cuerpo, su impacto emocional y social puede derivar en otras condiciones como trastornos del sueño, fatiga, depresión, enojo o aislamiento. Por este motivo es importante buscar atención médica especializada, que suele requerir un enfoque multidisciplinario.

Abordaje integral en el dolor crónico

Dentro del tratamiento del dolor crónico se deben considerar múltiples variantes, señala el Dr. Guajardo, ya que es importante considerar las causas subyacentes, el impacto emocional y las necesidades específicas del paciente.

Entre las estrategias terapéuticas más comunes está el tratamiento farmacológico, al ser una herramienta esencial para el manejo de este tipo de dolor, para su elección es importante conocer la naturaleza del dolor y en las opciones están los antiinflamatorios no esteroides, los opioides, los anticonvulsivos o antidepresivos y los neuromoduladores.

La fisioterapia ayuda a mejorar la movilidad, fortalecer los músculos y reducir el dolor mediante ejercicios personalizados, técnicas de estiramiento y masajes terapéuticos. Mientras que la terapia ocupacional puede enseñar al paciente a realizar actividades diarias minimizando el dolor.

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Existen además intervenciones médicas avanzadas que se emplean cuando los tratamientos convencionales no logran los objetivos deseados y pueden incluir los bloqueos selectivos ya sea a nivel nervioso y/o muscular mediante inyecciones que interrumpen las señales de dolor en las estructuras que se encuentran lesionadas; la neuroestimulación que, mediante el uso de dispositivos, se modifican las señales de dolor, tecnología computarizada para control del dolor mediante microdosis de analgésicos o técnicas quirúrgicas percutáneas, esta se indica en casos donde se puede eliminar la causa subyacente o desconectar los nervios responsables del dolor.

Ante el impacto emocional que el dolor crónico puede generar en la persona, las terapias psicológicas son fundamentales y suelen ser terapia cognitivo-conductual o técnicas de mindfulness.

Adicionalmente, en algunos casos, las terapias complementarias pueden ofrecer alivio en algunos casos, métodos como la acupuntura, la meditación o el yoga son herramientas complementarias con los tratamientos médicos que pueden mejorar los resultados en gran medida.

La importancia de realizar medicina personalizada

El dolor crónico es un problema complejo que requiere un enfoque personalizado, señala el Dr. Guajardo. Acudir a un especialista en el manejo del dolor, como un médico algólogo, es clave no solamente para identificar la causa subyacente, también para desarrollar un plan de tratamiento efectivo.

El algólogo es un experto en evaluar y tratar el dolor crónico, para lo cual considera factores físicos, emocionales y psicológicos, evaluando en forma integral al paciente y realizando un manejo médico personalizado el cual se logra con diversas herramientas como escalas de evaluación del dolor, estudios de imagen, pruebas de laboratorio y electromiografías que ayudan a evaluar la función nerviosa y muscular.

Buscar ayuda especializada lo antes posible puede prevenir la progresión del dolor crónico y mejorar de manera significativa la calidad de vida de la persona, concluye el Dr. Guajardo.

Acércate a la Clínica del Dolor en el Centro Médico ABC. Lugar en el que contamos con especialistas y el equipo necesario para identificar las causas del dolor crónico y dar el tratamiento necesario que esta situación requiere.

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