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NH Solutions lleva la conectividad a la última yarda: Samir Kussaba

Even Group despliega de una nueva división de negocio, con la creación de infraestructura para edificios corporativos y parques industriales, un nicho que se ve favorecido por el nearshoring, pero también impactado por el nivel de ocupación de esos espacios. La compañía valora ahora una nueva inversión de 200 millones para los siguientes dos a tres años.

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Samir Kussaba es fundador de la compañía Even Group. Ilustración EE: Nayelly Tenorio.

Nicolás Lucas-Bartolo

El holding de telecomunicaciones Even Group se expande en el ecosistema de esta industria a través de su matriz y dos brazos. Even dirige el dinero a la construcción hasta ahora de 20,000 kilómetros de redes y 8,500 torres, entre otros componentes de red; en tanto, Neutral se encarga del transporte mayorista y la gestión de toda la planta externa de la compañía, mientras que la división más reciente del grupo, NH Solutions, advierte un nicho de negocio en la conectividad de edificios y parques industriales.

A nivel de grupo, Even cuenta entre sus clientes a Telmex, AT&T, Nokia, Izzi y Altán Redes, mientras que NH Solutions ya es proveedor de conectividad del complejo Mítikah de la Ciudad de México.

“Con NH somos un constructor de infraestructura al interior para apoyar a la conectividad”, dice el fundador de Even Group, Samir Kussaba, a diez años del nacimiento de ese holding con sede en Monterrey.

—En la cadena de valor, la matriz Even Group financia infraestructura y Neutral Networks es el operador de transporte… ¿Qué parte le toca hacer entonces a NH Solutions?

—Nuestro negocio es construir infraestructura neutra y mayorista. Nosotros hacemos la infraestructura para un edificio en vertical, que pudiera ser la sede de un corporativo, o para un parque industrial. La intención está en arrendar capacidad de infraestructura en fibra al operador y en un promedio de diez minutos un cliente final pueda tener lista su conexión.

Esta es otra manera de administrar infraestructura, porque el modelo tradicional de que un solo operador llega a un parque industrial e instala toda la red ya no es tan rentable por los costos de construcción y por la misma rentabilidad que ahora es tardía. Proponemos entonces a las operadoras dejarnos hacer el Capex y ellas el Opex; es decir, arrendándoles capacidad para que ellas utilicen más sus recursos en otra área de su negocio. Y al desarrollador del edificio no le cuesta nada, porque nuestros ingresos vienen de los carriers que nos contratan capacidad para tener sus conexiones para el cliente final.

—¿Referiría a que la presión competitiva del mismo mercado es lo que animó a su compañía a abrir esta nueva división de negocio?

—Por la entrada de nuevos competidores el share de mercado fue disminuyendo para los operadores ya establecidos, y empezaron a batallar con el Capex, aun estando en el negocio masivo y algunos siendo los dominantes. También sucede que estas infraestructuras sirvieron a ISPs locales que tenían muy difícil desplegar su propia red, otra vez por el Capex. Así, tener una infraestructura neutra nos dotó de una ventaja competitiva.

Aquí, en Monterrey, fue difícil al inicio; hace siete años que nacimos andábamos tras las operadoras y los desarrolladores. Ahora que ya estamos en 50 desarrollos de todo el país, ellos nos buscan a nosotros y podemos decir que ya somos rentables, y en los siguientes dos años vamos por 80 nuevos proyectos con otra inversión similar de 200 millones de pesos. El reto es evangelizarlos de los beneficios de contratar una red neutra con nosotros, a llegar con su cuadrilla y romper ductos y muros, para fibrar un edificio, para que solamente termine contratando un solo cliente final.

—La reubicación de plantas industriales en el contexto de este fenómeno del nearshoring, dicen en el sector, traerá oportunidades de negocio para aquellos inversores que apuesten desde ahora por modernizar las redes de telecomunicaciones, usted seguramente coincide.

5G y el nearshoring son productos de infraestructura digital y como país ahora estamos sentados sobre tabiques. Para ofrecer valor agregado y competir con países, hay que poner infraestructura y ponerla mucho en la industria. La 5G, la Internet de las cosas, el cloud… eso no se va a monetizar pronto en el mercado masivo con la posibilidad de poder bajar una película de Netflix en 20 segundos, pues mejor uno se espera cinco minutos con 4G y la misma calidad.

La infraestructura tiene que estar donde están las industrias, donde las máquinas tienen que estar conectadas con las máquinas; donde gracias a esas infraestructuras puedan generarse nuevos negocios de valor agregado para que el país compita con otros países que ya producen nuevos servicios y mejores empleos. Esa es la gran ventana de oportunidad para el país.

En muy poco tiempo ya, el Megabyte será un commodity, que las operadoras lo venderán en ilimitado, como pasó con los minutos de voz. Entonces, lo que cobrarán serán las aplicaciones de valor agregado y éstas las ofrecerán esos operadores que también aprovechen infraestructuras neutras y compartidas de nueva generación. El tema es ese, que el sector va hacia allá.

—En México, por ejemplo, diversas cableras continúan apostado en el mercado masivo por la infraestructura propia y la posición es que de esta manera se genera competencia y la data de unos no están en la red de otros…

—Esto de compartir infraestructura sigue siendo un tabú. Lo importante es construir y no dejar de construir infraestructura, pero importante también es buscar otros modelos de aprovechamiento del Capex. ¿Cómo convencer a una constructora o una minera y un operador? Esto no es de hoy. Hace 15 años no respaldaban a la nube y ahora la información está allí por la presión competitiva, y ahora también un operador puede tener diez veces más infraestructura redundante gracias a las redes neutrales, a ir sólo con el Capex. ¿Para qué hacer tendido y llevar un site al piso 30 en solitario, cuando allá abajo, en el sótano, está toda una red neutra con la capacidad necesaria? Y ahora las inversiones las deben planear no sólo el operador, también el desarrollador.

Las redes neutrales también hacen competencia, porque antes a un edificio y a la planta externa llegaba Telmex con toda la inversión y tenía que dejar que todos los otros operadores pudieran entrar por allí, y con la posibilidad de que la misma Telmex no lograra contratos finales allí. Con redes neutrales como la de NH, hasta la misma Telmex se benefició con ese modelo y ellos pueden reubicar inversiones.

—La inversión de 200 millones de pesos planeada hace dos años serán unos 15 millones de dólares y en el sector eso significa un piquito. ¿Cómo le diría al resto de la industria que no es así?

—Este pedazo del pastel de telecomunicaciones parecerá chico, pero no es la última milla; es la última yarda, porque estamos fibrando edificios. Si vemos los números de Neutral Networks, con inversiones de 140 millones de dólares, el monto nuestro es un monto pequeño.

Pero aportamos a la democratización y la competencia, porque al construir redes neutras, tanto el operador dominante, como el pequeño operador pueden acceder a infraestructura de nueva generación y competir con más igualdad por el mercado. Apoyamos así a quitar barreras de entrada. Ello, al final, ayuda a la competencia y con un modelo que comienza a ser disruptivo.

Periodista de negocios para El Economista, con especialidad en telecomunicaciones e infraestructura. Es licenciado en comunicación y periodismo por la UNAM, con estudios posteriores en el ITESM Campus Ciudad de México, el ITAM y la Universidad Panamericana. Fue colaborador en Grupo Radio Centro, Televisa, El Financiero y Alto Nivel. Ha sido moderador en los congresos internacionales de Futurecom y NexTV Latam; y también es citado en diversos análisis sobre telecomunicaciones y radiodifusión de la OCDE, la GSMA y la ASIET.

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