Juan Arturo Covarrubias Valenzuela, con motor político y solidario

Guadalajara, Jal. Juan Arturo Covarrubias Valenzuela es un empresario de cepa. La vieja guardia del empresariado local lo integró desde joven a la cantera del Centro Empresarial de Jalisco (CEJ) de donde no solo ha sido presidente, sino que se ha desempeñado durante las últimas tres décadas como el operador político del sector patronal jalisciense.

Sonorense de nacimiento, Juan Arturo -el quinto en una familia de ocho hermanos- llegó a Guadalajara para terminar la educación primaria cuando su padre, el doctor José Luis Covarrubias, decidió mudar a su familia para brindar una mejor educación a sus hijos que para ese entonces no podía ofrecerles el estado de Sonora.

Abogado de profesión, estudió el Master Business en la Boston University de Cambridge en Estados Unidos y regresó al terruño no para litigar, sino para dedicarse a los negocios en Motormexa, una agencia de compraventa de automóviles de la que su padre era accionista.

En poco tiempo, el joven emprendedor se convirtió en gerente de la agencia automotriz que para aquellas épocas vendía alrededor de 130 unidades por año, mientras que en los inicios de la década pasada la empresa ya comercializaba anualmente unas 4,500 unidades, obteniendo desde entonces el liderazgo que actualmente ostenta en el sector.

Hacia 1957, Grupo Motormexa contaba con una sala de exhibición para cuatro vehículos y un pequeño local para refacciones. En 1962 alcanzó su primer logro importante al instalarse en un local más funcional, aunque su verdadera expansión comercial se dio en 1979, con la inauguración de su primera agencia foránea en Ciudad Guzmán, Jalisco. Luego, la empresa amplió sus actividades hacia otras ciudades como Manzanillo, Tecomán y Colima.

Grupo Motormexa cuenta con reconocimientos diversos como líder nacional en ventas de menudeo de autos nuevos y el Mopar Masters que lo ubica entre los mejores distribuidores de partes a nivel internacional.

El país es un reto de todos

Sin embargo, a Juan Arturo Covarrubias no le es ajena la problemática que hoy enfrenta el país. Las crisis económicas recurrentes, la inseguridad pública y la falta de competitividad del estado y de la nación, han sido el reto constante para este empresario que padeció en carne propia la crisis del 95 siendo presidente del Consejo de Administración del malogrado Banco Industrial.

Considerado uno de los líderes morales del sector privado, el empresario refiere que pese a los problemas de inseguridad que vive el país, los hombres de negocios están obligados a permanecer en él, a seguir invirtiendo y a generar empleos.

Tenemos qué tomar juntos el problema de la inseguridad, no es un problema solo del gobierno, es un problema social y el sector empresarial tiene qué hacer su parte. Los que hemos decidido quedarnos en el país vamos a trabajar por ello y vamos a seguir trabajando en la creación de empleos , refiere.

En entrevista con El Economista, comenta: Los Covarrubias somos gente de lucha y vamos a seguir adelante , dijo tajante el actual director del grupo automotriz Motormexa.

Inversiones con paso firme

No obstante haber padecido los efectos de las crisis recurrentes de diversa índole, considera que el sector empresarial está obligado a confiar en el país y apostar por él.

En la familia estamos poniendo ahorita en Viniteck la segunda fábrica más grande en América Latina de sandalias , anunció el empresario.

El proyecto, según abunda el industrial, es una planta del sector calzado ubicada en el municipio de Tlaquepaque -conurbado a Guadalajara- en el que se invertirán 40 millones de dólares y que estará en operación en los próximos seis meses.

El también integrante del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), es reiterativo al señalar que la competitividad es una obligación para los empresarios como también, lo es la solidaridad con la sociedad a la que se deben.

promo@eleconomista.com.mx