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Bares y antros, frente ante cruda realidad
Las pérdidas económicas que ha ocasionado el virus AH1N1 ponen en riesgo las operaciones de lugares e esparcimiento.

Las pérdidas económicas que ha ocasionado el virus de la influenza A H1N1 ponen en riesgo las operaciones de bares, antros, cantinas y discotecas, debido a que permanecieron cerrados durante 11 días, a consecuencia de la epidemia, aseguran empresarios del ramo.
Esta medida, dictada por las autoridades federales y locales, no sólo afecta a empresarios del ramo, las consecuencias se extienden a productores y comercializadores de bebidas alcohólicas y refrescantes, así como proveedores y cientos de trabajadores, quienes dejaron de recibir ingresos a través de las propinas.
Eric Alanis, director de franquicias de la cadena de bares Zydeco, destacó la urgencia de revisar el número de personas que dependen económicamente de la operación de estos negocios.
Urgen apoyos
Tan sólo a través de esta cadena más de 100 personas han sido afectadas de forma directa .
Razón por la que considera necesario que el gobierno diseñe un fondo económico para los empleados que fueron afectados.
No sólo se trata de meseros, para los que sí existe un apoyo mínimo del gobierno, también se debe tomar en cuenta que cada negocio laboran garroteros, cocineros, personal de limpieza, seguridad y administración, mismos que se tuvieron que ir a casa ante el cierre de sucursales y que se debe considerar compensar , afirmó.
El grupo Cgrs, que está integrado por 17 establecimientos entre los que figuran el Irish Pub, Celtics, La Cervecería y el Mojito Room; estaría registrando, hasta este jueves 7 de mayo, pérdidas de alrededor de 6 millones de pesos.
Afectaciones colaterales
El pago de su nómina asciende a más de 800,000 pesos y ya sienten la presión de cumplir con los pagos fijos, como la renta, sin el ingreso de la mayoría de sus ventas habituales.
Después de nuestros empleados, los más afectados son los proveedores y los caseros, porque casi todos los lugares son rentados, y aunque hay un entendimiento de la situación, ellos viven de eso y sin importar que sean disposiciones oficiales son gastos que se tienen que cubrir , detalla Benito Hernández, director administrativo de Cgrs.
Llueve sobre mojado
Tenemos que afrontar créditos y la industria, tanto de bares como la restaurantera ya ha venido sufriendo desde septiembre del año pasado por la crisis y tiene problemas de liquidez. El brote de influenza fue como el remate, porque además nos tomó por sorpresa para el cierre de operaciones y de igual forma para la reapertura , detalló.
Este jueves será el primer día en que los bares podrán reiniciar sus operaciones normales ante su inédito cierre.
Es probable que estemos al 60 o 70% de lo que se vendería normalmente, la recuperación será paulatina, pero esperamos que el lleno se dé más rápido que en los restaurantes , comentó Hernández.
Tardará la recuperación
De acuerdo con los entrevistados, estos giros de negocio tardarán entre tres y seis meses en compensar las pérdidas que les ocasionó el cierre de sus sucursales.
La emergencia entre otras cosas ocasionó que se retrasarán parte de los pagos que ya se tenían pactados con los proveedores , comentó por su parte Alanis.
Bajo este panorama, consideró necesario que las autoridades lleven a cabo estrategias enfocadas para incentivar a uno de los sectores que previamente ya habían sido golpeados con medidas como la restricción del tabaco, horario de atención limitado y la censura a promociones con bebidas.
En busca de la confiaza perdida
Enrique Alcázar, director general de la consultora Alcázar & Aranday, puntualizó que existen numerosos negocios de pequeño o mediano tamaño en riesgo de quebrar debido a que no podrán costear los gastos del mes.
Las pérdidas para este giro se traducen principalmente en dos fines de semana que son los más fuertes para la industria pero viene una fecha comercial importante para sumar esfuerzos enfocados a recuperar las pérdidas .
El especialista urge a los empresarios a mantener medidas de control sanitarias como pulcritud en los negocios además de personas que laboran ahí a través de guantes y tapabocas.
El objetivo es devolver la confianza al consumidor para que regrese de forma inmediata a sus hábitos de consumos, así los beneficiados serán desde proveedores hasta negocios además de los mismos clientes .
kponce@eleconomista.com.mx