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Trámites dificultan la venta de casas usadas: pueden tardar hasta medio año
La lentitud en las transacciones contrasta con la relevancia del segmento, que, en el primer trimestre del 2025, representó más de 62 % de las compraventas inmobiliarias en México, según SHF

Vender una casa en México puede convertirse en un camino largo y complicado: aun cuando el comprador ya eligió el inmueble, los trámites pueden extenderse hasta medio año debido a los procesos fragmentados, documentación excesiva, y la falta de coordinación entre notarios, bancos, valuadores y autoridades.
Según datos de la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios (AMPI), el tiempo promedio para vender una vivienda usada oscila entre cuatro y seis meses. En zonas de baja demanda o con problemas legales, la venta puede tardar hasta dos años en concretarse.
“Una de las mayores frustraciones para las familias es que, después de encontrar la casa ideal, se enfrentan a un proceso lleno de obstáculos y etapas que no pueden controlar”, explicó Juan Carlos Hartasanchez, director de asuntos corporativos de la proptech Tuhabi.
El principal problema no es solo la lentitud, sino la falta de claridad, ya que “muchas personas no saben en qué etapa están ni cuánto falta para concluir la operación”, añadió el directivo.
La lentitud en las transacciones de inmuebles de segunda mano contrasta con la relevancia del segmento en el mercado. De acuerdo con cifras de la Sociedad Hipotecaria Federal (SHF), en el primer trimestre del 2025, la vivienda usada representó más de 62 % de las compraventas de bienes raíces en México.
Etapa notarial: cuello de botella
Uno de los pasos más complicados es la escrituración, que requiere una gran cantidad de documentos impresos y digitales. Las diferencias de criterio entre notarios, o inconsistencias en la documentación, suelen derivar en ajustes que retrasan el proceso por días o incluso semanas, según Tuhabi.
Cuando la operación incluye un crédito hipotecario, la complejidad aumenta. Pese a que el comprador tenga una preaprobación, el trámite puede tardar semanas o meses, dependiendo de su perfil financiero y de la institución que otorga el financiamiento.
A esto se suman etapas críticas como el avalúo de la propiedad, la obtención de certificados registrales, constancias de no adeudo de predial y agua, entre otros requisitos. Muchas de estas gestiones dependen de oficinas públicas que operan con baja digitalización y alta saturación de solicitudes, lo que prolonga los tiempos de respuesta.
Soluciones para acortar tiempos
Si bien, no pueden intervenir directamente en los tiempos que dependen de trámites oficiales, plataformas tecnológicas como Tuhabi han creado soluciones para hacer más eficiente la compraventa de vivienda.
Hoy en día, esta clase de plataformas cuentan con herramientas de estimación automática de valor, modelos de compra directa, procesos de gestión de documentos, una red de brókers especializados y opciones de financiamiento integradas con instituciones bancarias.
“Nuestro enfoque no busca reemplazar a los actores del proceso, sino conectarlos. Cuando los datos fluyen de manera transparente entre todas las partes, la compraventa se agiliza”, afirma Hartasanchez.




