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¿Salir o quedarse en casa? Fanáticos del Super Bowl enfrentan una lucha por el gasto
Las expectativas para el enfrentamiento entre el equipo de Kansas City Chiefs y San Francisco 49ers llega a su recta final, este domingo 11 de febrero se prevé que al menos 50% de los aficionados al fútbol americano visiten algún establecimiento de consumo para disfrutar del Super Bowl LVIII, reveló la consultora NIQ.

Foto: Reuters.
Las expectativas para el enfrentamiento entre el equipo de Kansas City Chiefs y San Francisco 49ers llega a su recta final, este domingo 11 de febrero se prevé que al menos 50% de los aficionados al fútbol americano visiten algún establecimiento de consumo para disfrutar del Super Bowl LVIII, reveló la consultora NIQ.
De los fanáticos se espera que al menos 56% asista a sitios de consumo (bares, restaurantes, cafeterías, etc) antes de iniciar el evento, sin embargo para aquellos que deseen disfrutar fuera de casa el festejo podría representar un fuerte gasto para el bolsillo.
Un monitoreo realizado por la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec) reveló que quienes asistirán a zonas populares de consumo podrían gastar cerca de 35% más en comparación de aquellos que verán el Super Bowl en casa.
La Anpec detalló que una reunión de diez personas que disfruten de alimentos como hot dogs, cerveza, papas, guacamole y refrescos en casa puede costar hasta 1,706 pesos, mientras que un mismo consumo en un sport bar puede llegar a costar hasta 4,830 pesos.
No obstante, dicho monto puede aumentar hasta 3,596 pesos el costo por celebrar en casa, si se incluye tequila y más variedades de comida como palomitas, nachos, alitas y 8,709 si se incluyen dichas opciones en el restaurante o bar.
Antes de celebrar el icónico evento deportivo es importante evaluar los gastos que puede representar salir o quedarse en casa, además de destinar un presupuesto que contemple todos los desembolsos que se planean realizar el fin de semana.
Encarecen el festejo
La consultora detalló que la popularidad del Super Bowl LVIII ha provocado un aumento en las tendencias de consumo, y con ello el encarecimiento de los alimentos y productos asociados a la celebración del evento deportivo, lo que propone un dilema financiero para los fanáticos.
“La combinación única de entretenimiento y competencia del Super Bowl sigue siendo una piedra angular cultural, pero las realidades económicas pueden impulsar una reevaluación de los hábitos de gasto a medida que los espectadores enfrentan el desafío de preservar la emoción y al mismo tiempo administrar los crecientes costos asociados con este evento anual”, indicó.

