Compeán, en busca de ?la silla que le dé poder

Justino Compeán ha decidido ser uno de los hombres más poderosos del futbol mundial, por ahora todo lo que se ha propuesto lo ha conseguido.

Su primera aspiración formal fue trabajar en Procter & Gamble y lo consiguió, es el hombre que ha construido la era más millonaria del futbol mexicano, quien organizó el mítico concierto de Avándaro; el que creó una de las campañas de Coca-Cola más recordadas (La chispa de la vida); quien trajo el Mundial en 1986 y la Copa Confederaciones en 1999; el que resucitó al Necaxa; el que odia ser ansioso y quien presume a sus cercanos que siempre despierta feliz; también el que es capaz de cuidar detalles tan minúsculos como el decorado de un postre para recibir al Presidente de una Federación internacional.

Este es el retrato del hombre que espera ganar hoy una elección para ser parte del Comité Ejecutivo de FIFA, el mexicano que sólo conoce el éxito… ¿podrá salirse con la suya una vez más?

Aquí va la anécdota del postre para apreciar el nivel de detalles que es capaz de considerar Justino Compeán. Era una cena hace cuatro años entre él y el presidente de la Federación de Honduras, Rafael Callejas, llegó la hora del café y apareció una tartaleta mediana de manzana, decorada con mucha finura donde destacaba la bandera de México. Así es él, atento en todo , comenta el directivo.

Hoy busca un sitio en el Comité Ejecutivo de FIFA, ¿qué es eso? El sitio de los 26 hombres más poderosos del futbol mundial, quienes toman decisiones como elecciones de sedes de mundiales, acuerdos financieros y al que el presidente Joseph Blatter debe rendirle cuentas.

Nuestro personaje ha sido en los grandes proyectos un éxito. El último es que durante su gestión como Presidente de la Federación Mexicana de Futbol (está desde el 2006) se han ingresado más de 400 millones de dólares por contratos comerciales. Nadie en la Concacaf lo ha logrado. Pero para llegar a FIFA necesita antes derrotar al estadounidense Sunil Gulati hoy en Panamá.

A Justino le gusta vestir casi siempre de traje, camisa blanca de preferencia y colores oscuros como negro, gris, azul marino, un reloj grande y su argolla matrimonial. Es padre de cuatro hijos y tiene en mente para el futuro vivir en la playa, pues es un apasionado del mar.

Tenían secuestrado a México en la Concacaf , afirmó Justino cuando se dio a conocer que Jeffrey Webb sería el Presidente tras la partida de Jack Warner y Chuck Blazer como Presidente y Secretario General. Éste fue el inicio de su campaña.

Alguna anécdota que presumen los que defienden su campaña es que a cualquier país de la región que va siempre es bien acogido. Incluso en una ocasión en un partido en Guatemala, la gente lo reconoció en uno de los palcos y lo recibió con cierto aprecio, dice Pedro Portilla, expresidente del América, en un lugar donde generalmente los mexicanos son rechazados.

Pero la candidatura de Compeán es parte de una estrategia que él mismo ha diseñado para llegar a FIFA o, en su defecto, mantener el voto que tiene en la Concacaf. Colocó a Decio de María, Héctor González Iñárritu, Enrique Bonilla, Fernando Cerrilla, Yon de Luis, Leonardo Cuellar y Santiago Echevarría en diferentes comités.

La gente que trabaja con él, quien se abstiene a dar a conocer su nombre, dice que el mayor temor que tiene Justino es al fracaso y se refiere a él como un hombre trabajador y obsesivo, cuando llega a la oficina ya se leyó casi todos los periódicos, le gusta leer las críticas , dice.

Justino fue quien logró terminar con la guerra de las televisoras Televisa y TV Azteca, tras un acuerdo para tener los derechos de televisión de la Selección Mexicana; pero además, bajo su gestión se han conseguido los mayores éxitos deportivos: Dos títulos mundiales Sub-17 y la medalla de oro en Londres 2012, aunque todavía está pendiente su más grande sueño como directivo de futbol, al menos llegar a la semifinal de un Mundial , comentó hace un par de años en charla con reporteros.

Una de las opciones que contempla la Concacaf es que hoy el voto sea abierto. Justino podrá ver quién decidió apoyarle y quién no. Será complicado, pero también el directivo ha tenido sus momentos malos, como la acusación de su hijo, Justino Compeán Woodworth, por evasión fiscal o en los 70, el polémico concierto de Avándaro que tuvo sus consecuencias en espectáculos masivos.

Guillermo Cañedo de la Bárcena dejó su sitio en el Comité Ejecutivo de FIFA en 1997 al morir. Desde aquel entonces, 16 años después, ningún mexicano ha tenido tanto poder en el futbol mundial. Hoy Compeán espera convencer a la mayoría de las 40 naciones que votarán. El señor que tiene el cabello canoso con un copete al frente, quien gusta de la elegancia del traje y los zapatos bien boleados, va por un sitio que le permita tener el puesto con mayor poder que ha ostentado.

ivan.perez@eleconomista.mx

rgs