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¿Refrigerador o alacena?, guía práctica para conservar tus alimentos frescos
Conservar adecuadamente tus alimentos, diferenciando entre los que requieren refrigeración y los que no, es clave para mantener su frescura y sabor.
Si algo nos encanta a los mexicanos es la comida. Nos esmeramos en comprar los mejores ingredientes, buscamos el mercado o el súper con las mejores ofertas y hasta nos aventamos recetas complicadas con tal de preparar un buen platillo. Pero, a la hora de guardar la comida, cometemos errores que pueden afectar su frescura y sabor. Seguro alguna vez has metido los plátanos al refrigerador y te has preguntado por qué se pusieron negros al día siguiente, o guardaste los jitomates en el cajón de las verduras y terminaste con una textura extraña que arruinó tu ensalada.
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En muchos hogares, el refrigerador se usa como si fuera una segunda alacena: todo lo que compramos, sin importar de qué se trate, termina en sus frías profundidades. Pero el refri no es un conservante milagro: no solo no mejora la calidad de los alimentos, sino que algunos pueden echarse a perder más rápido si los guardamos ahí. Para que no desperdicies comida y ahorres dinero, te contamos cuáles alimentos sí deben ir en el refrigerador y cuáles es mejor dejar en la alacena.
Alimentos que NO deben ir en el refrigerador
Plátanos: El frío oscurece su cáscara y altera su sabor. Es mejor mantenerlos a temperatura ambiente, alejados de manzanas y cítricos que producen etileno, un gas que acelera su maduración.

Aprende a acomodar tu refrigerador
- Aguacates: Si están verdes, déjalos en la alacena hasta que maduren. Una vez maduros, puedes refrigerarlos para retrasar su deterioro.
- Jitomates: El frío afecta su textura y sabor. Consérvalos en un lugar fresco y seco fuera del refri.
- Papas: Refrigerarlas convierte su almidón en azúcar, alterando su sabor. Guárdalas en un lugar oscuro y fresco.
- Cebollas y ajos: La humedad del refrigerador los ablanda y puede provocar moho. Manténlos en un lugar ventilado y seco.
- Pan: El refrigerador lo seca rápidamente. Consérvalo en una panera o bolsa de tela en la alacena. Si deseas prolongar su vida útil, congélalo.
- Chocolate: El frío puede formar una capa blanca en su superficie y alterar su sabor. Guárdalo en un lugar fresco y seco, lejos de la luz solar directa.
Alimentos que SÍ deben ir en el refrigerador
- Carnes y pescados frescos: Colócalos en el estante más bajo, donde la temperatura es más fría. Consúmelos en un plazo de dos a tres días.
- Lácteos: Leche, yogurt y quesos deben ir en los estantes superiores. La mantequilla puede colocarse en la puerta, ya que es menos fría y mantiene su consistencia adecuada.
- Huevos: Aunque en el súper están a temperatura ambiente, es recomendable refrigerarlos en casa para mantener su frescura. Evita colocarlos en la puerta, ya que las variaciones de temperatura pueden afectar su calidad.
- Salsas y condimentos abiertos: Productos como mayonesa, cátsup y mostaza deben refrigerarse una vez abiertos para preservar su sabor y evitar su descomposición.
- Frutas y verduras cortadas: Una vez partidas, deben refrigerarse en recipientes herméticos para mantener su frescura y evitar la proliferación de bacterias.
Consejos adicionales para organizar tu refrigerador
- Estantes superiores: Ideal para alimentos listos para consumir, como sobras, embutidos y lácteos.
- Estantes inferiores: Perfectos para carnes y pescados crudos, siempre en recipientes bien sellados para evitar contaminaciones cruzadas.

Acomodar tu refrigerador
- Cajones inferiores: Destinados a frutas y verduras frescas. Manténlas en sus empaques originales o en bolsas perforadas para controlar la humedad.
- Puerta del refrigerador: Es la zona menos fría, adecuada para condimentos, salsas y bebidas. Evita colocar aquí productos que requieran temperaturas constantes, como lácteos o huevos.
Recuerda que una correcta organización y almacenamiento de tus alimentos no solo prolonga su vida útil, también contribuye a mantener su sabor y valor nutricional.