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Angelina Muñiz-Huberman narra sus microrrelatos
La escritora y académica conversa sobre la narrativa brevísima a la que se ha dedicado en años recientes y tema al que le dedicó su Lectura Estatutaria como integrante de la AML.

Angelina Muñiz-Huberman, escritora y académica.
El hombre entró en la cantina y se sentó en la barra. A su lado, con una reluciente capa que lo cubría de pies a cabeza, alguien bebía tranquilamente.
–Eres de una perfecta belleza, pareces un ángel.
–Lo soy–. Terminó de apurar su copa, pagó, extendió las alas y salió volando por la ventana.
Es el microrrelato titulado “Ser y parecer” escrito por la narradora, ensayista, poeta y académica Angelina Muñiz-Huberman. Lo lee al otro lado de la línea telefónica. La autora nacida en Francia en 1936, pero nacionalizada mexicana, conversa precisamente sobre las facultades del microrrelato y comparte una triada de brevísimos e hilarantes ejemplos. Lo denomina como un estilo literario y también como un género en sí mismo, y detalla sus cualidades:
“Es sumamente libre, pero comprende los temas de la vida en sí: el amor, la muerte, la imaginación, etcétera. Permite abordarlos desde un punto de vista muy conciso, entre la poesía y la narración, con toques de humor y permitiéndose el absurdo, la imposibilidad, la irrealidad, las obsesiones, los puntos de vista de la infancia, en fin (…) El título suele ser muy importante porque en él se da a conocer totalmente el asunto, mientras que en el resto es posible desarrollar la brevísima historia”, refiere al autora y de inmediato cambia de tono para comunicar el hallazgo de otro microrrelato entre sus páginas:
“Ah, mire. Éste otro es sobre los problemas de los escritores. Se llama ‘Sin asunto’”, dice Muñiz-Huberman y procede con senda fugacidad: “En mitad de la calle, el laureado escritor lanzó un grito al cielo: ‘¡Ya no sé de qué escribir!’. Encaramada en un cable de alta tensión, la ardilla, sosteniendo una nuez entre sus patitas, le respondió: ‘¡Sobre mí!’”.
Hay posibilidades en la brevedad
Angelina Muñiz-Huberman ganó el Premio Xavier Villaurrutia de Escritores para Escritores en el año 1985, cuando tenía unos 48 años, por la publicación de su primer libro de cuentos, “Huerto cerrado, huerto sellado”, una obra que rinde pleitesía al género breve por excelencia y considerada en ese contexto como la obra más personal de la época.
En los últimos años, la poseedora de un doctorado en Letras por la UNAM, otro en Lenguas Romances por la Universidad de Pensilvania y actual catedrática de Literatura comparada en la Facultad de Filosofía y Letras, ha dedicado gran parte de su creación literaria a reducir aún más la brevedad de la narrativa, hasta refinarla y entregarla a los caprichos del evocado microrrelato.
La escritora concede esta conversación a propósito de la Lectura Estatutaria a la que está obligada como integrante de la Academia Mexicana de la Lengua (AML), misma que ofreció la tarde de este jueves bajo el título “Brevedades”. Éste es el pretexto con el que Muñiz-Huberman comparte generosamente las brevísimas porciones de su ficción.
“Algunos relatos son también imposibles, hasta surrealistas. Por ejemplo, este otro se llama ‘El orden de los factores’, y dice así: ‘Entró en el colegio donde había estudiado muchos años atrás. Lo primero fue suicidarse, luego disparó a cuanto niño y maestro estuvo a su alcance. El orden de los factores no importó’”.
Algunos microrrelatos, señala la autora después de apabullante lectura, también son crueles. “En el microrrelato también se puede combinar la crueldad con la imposibilidad y el humor. Es un juego entre realidad e irrealidad, pero, sobre todo, permite tanto al autor como al lector una posibilidad lúdica”.
La brevedad, la inmediatez y la autoría
Las bondades del microrrelato le permiten un buen maridaje con la fugacidad del internet y las redes sociales, coincide la autora, pero también reconoce una cuota lamentable de desatención por parte de los principales sellos para este género.
“Hay mucha posición comercial en las grandes editoriales comerciales que, como usted menciona, tampoco han publicado el grueso de la poesía cuando la poesía es la primera forma literaria en la historia de la humanidad. Inclusive, antes de los alfabetos, primero estaban las canciones y eso era poesía pura. Nos quedan las editoriales independientes que han seguido sacando publicaciones de poesía o relato breve porque se asocian con universidades o instituciones culturales, y esto permite que siga existiendo todo tipo de público, porque el público lector no es solamente el interesado en los temas de moda, sino que incluye a todas las capas de la sociedad. Entonces, afortunadamente siempre vamos a encontrar una salida para publicar otros tipos de literatura”, razona la autora.
Por último, se le pregunta sobre la disyuntiva de la fácil permeabilidad de contenidos literarios como el microrrelato en el internet de hoy en día y, con ello, los riesgos de lucro no autorizado de los derechos autorales.
“Cada momento histórico tiene sus pros y sus contras”, señala. “La historia de la humanidad avanza y no la podemos detener. Quizás ahora podamos prescindir por una temporada de un teléfono celular, pero no definitivamente. Ahora mismo estamos muy ilusionados con las novedades tecnológicas, pero llegará un momento en que también se regule la garantía autoral, como sucedió cuando no había derechos de autor; por ejemplo, al Quijote le copiaron muchos recursos y pasajes (en el siglo XVII) y por eso Cervantes sacó una segunda parte, para reclamar su autoría. Creo que en su momento vamos a tener que legislar sobre los derechos y la tecnología, pero debemos ser conscientes de que estamos en un periodo de transición tecnológica”.
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(DATOS DE VAP)
Obra destacada de Muñiz-Huberman
- “Morada interior” (1972)
- “La guerra del unicornio” (1983)
- “Huerto cerrado, huerto sellado” (1985)
- “La lengua florida” (1989)
- “Dulcinea encantada” (1992)
- “El siglo del desencanto” (2002)
- “Arritmias” (2015)
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Es un momento difícil (para la literatura) porque la tecnología está ocupando muchos de los espacios en la vida, pero siempre queda la posibilidad de buscar por cuenta propia cómo seguirnos encontrando con otras formas de narrativa”.
Angelina Muñiz-Huberman, escritora y académica.
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- Academia Mexicana de la Lengua
- Angelina Muñiz-Huberman – Brevedades
ricardo.quiroga@eleconomista.mx
