Los primeros aspectos revisados en el Conacyt

Luego de que el sistema de Ciencia Tecnología e Innovación se viera envuelto en la zozobra por distintos anuncios de recortes que han puesto en duda la continuación del apoyo al sector, la doctora Elena Álvarez Buylla, directora del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), anunció que se han rectificado ciertos aspectos en la administración que comienzan a “invertir la balanza”.

Las primeras modificaciones se anunciaron para becas, cátedras y apoyo a investigación básica. “En este mes (1 de marzo) se ha conseguido el pago de becas nacionales” y la nueva convocatoria se lanzó el pasado 25 de febrero.

En total, se beneficiaron a 46,092 becarios en todos los niveles de posgrado, además, el número de nuevas plazas será de 7,200, abriendo la posibilidad de otorgar 53,292 becas a través del Conacyt.

Dijo que el apoyo para grupos vulnerables aumentará en el rubro: “Lejos de hacer estos programas que restringen el número de becarios, vamos a implementar mecanismos para que en todos los programas del Conacyt, tanto de apoyo a la investigación como de formación, los grupos en rezago con respecto a oportunidades, puedan tener acceso igualitario”.

Sobre el programa de Cátedras Conacyt, el cual de inicio se pretendía eliminar en este nuevo periodo, Álvarez-Buylla rectificó y dijo que “ha cubierto un hueco muy penoso que tiene que ver con la falta de posiciones suficientes para investigadores jóvenes y en formación.

“A los catedráticos quisiera decirles que tenemos un profundo respeto y cuidado para analizar este programa, buscar los mecanismos para que este sistema de cátedras vaya transformándose y que en colaboración con otras instancias del gobierno ir viendo la posibilidad de integrarlos al verdadero sistema de ciencia y tecnología de una manera más permanente; en las universidades públicas, centros privados o instancias donde puedan desarrollarse después de haberse formado”.

Actualmente son 1,378 plazas las que estos jóvenes investigadores ocupan, quedaron 99 adicionales, las cuales se ha decidido respetar en este nuevo periodo. Las instituciones receptoras de estos jóvenes catedráticos son 134; 14% de ellos se encuentra en la Ciudad de México y el resto se distribuye en todo el país. Agregó que los ejes principales del nuevo plan del Conacyt abarcan el fortalecimiento de las comunidades y las actividades académicas, “recuperar de manera decidida el apoyo a la ciencia, la investigación científica en los centros públicos nacionales”.

Expresó que la prioridad en estos primeros meses es “consolidar recursos para hacer una inversión casi cuatro veces mayor de lo que se invirtió en ciencia básica en los Centros Públicos de Investigación”. En el 2018, la inversión fue de 422 millones 635,000, para este año se anunció un fondo de 778 millones 868,000 pesos.

Con ello se dará apoyo a 770 proyectos que fueron altamente recomendables y que, en el pasado, por falta de apoyo dejaba a 508 fuera.“Implicaba un rezago en las posibilidades de estos proyectos para realizar sus actividades sustantivas.

“Nos pareció fundamental resarcir este rezago y hacer coherencia entre la inversión que se hace desde el consejo en apoyo a la construcción de nuevos investigadores y la posibilidad de que los tutores que están sometiendo proyectos altamente recomendables puedan tener recursos para que los estudiantes se puedan formar”.

Por último, anunció que se atenderá a la ciencia pública y problemas de salud, para ello, se dará apoyo a investigadores que están desempeñándose tanto en universidades públicas como en los diferentes institutos de salud a través del Fondo Sectorial de Investigación en Salud y Seguridad Social (SS/IMSS/ISSSTE-Conacyt). “Se evaluaron 317 proyectos y se aprobaron 57, pero sólo 19 recibieron los recursos, por lo que se reunió un fondo de 70 millones 802,023 pesos, que en cuanto se hagan los trámites necesarios serán entregados a los 38 proyectos que no fueron apoyados, pese a haber sido aprobados”.

Hay más preocupaciones en el sector

En respuesta a las recientes preocupaciones por los cambios en la Ley de Ciencia y Tecnología, dijo que esta administración está dispuesta a contribuir en el análisis de los ordenamientos que se vayan sumando a las opiniones que próximamente se verterán en los foros de análisis organizados por el Foro Consultivo Científico y Tecnológico, la Cámara de Diputados, y que reunirá a una gran cantidad de involucrados.

“En torno a la lectura de la ley quisiera aclarar lo siguiente: queda clarísimo que la ley no habla de tutelar la investigación, sino la observancia de principios (...), seguramente nuestra recomendación en ese punto será el plantear mayor claridad, porque se ha generado confusión. Por lo menos nuestra postura, con lo que sí dice la ley, es un tutelaje no sobre la investigación sino sobre los principios”.

Añadió: “estamos comprometidos con respetar la libertad de investigación, con el bienestar social y el cuidado del ambiente; es decir, necesariamente tiene que revisarse el mecanismo o los mecanismos mediante los cuales la investigación científica que se promueva en este país se rija por principios compartidos en beneficio de México”.

Con relación a los fondos económicos que reciben instituciones como el Foro Consultivo Científico y Tecnológico y la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), Álvarez-Buylla señaló que estas agrupaciones “reciben prácticamente todo su presupuesto del gobierno federal, a través del Conacyt”. Recordó que sostuvo una reunión con la AMC, donde “nos hemos comprometido mutuamente a elaborar un plan nacional de vocaciones científicas, que es otro de los ejes importantes del consejo.

“Queremos colaborar con otras academias y sociedades, tanto científicas como de divulgación de la ciencia, para conformar en los próximos seis meses este plan nacional y pasemos de una política atomizada a una más consolidada y coordinada”, dijo la funcionaria.