Fernando Savater aconseja: “No sigan consejos”

Enrique estudia en la preparatoria 11 de la Universidad de Guadalajara (UdeG). Está hasta atrás del salón Juan Rulfo (imposible decir hasta el fondo porque no hay tal). Brinca, levanta las manos, vuelve a brincar. Pide el micrófono que por fin llega a sus manos. Vine con la ilusión de invitar a los jóvenes... veo con tristeza que los jóvenes... no todos, pero muchos, están aquí por compromiso. Yo vine a invitarlos a que reflexionen que la vida es más que fiesta, el antro, la novia... .

Los jóvenes, esos que Enrique dice que vinieron por compromiso, comienzan a chiflar. Bueno, a lo que vine. Señor Savater, en este México tan castigado por la violencia, ¿qué recomendación le hace a los jóvenes, cómo la Literatura y la Filosofía pueden ayudar a actuar? Porque Marx decía [vuelve la rechifla] que... había que actuar .

Fernando Savater responde: Soy malo para dar consejos. Mi consejo es: no sigan consejos. Por otro lado, la sensación de que el mundo es malo, es algo que ha existido siempre, no creo que este tiempo sea más malo que otros .

Una tarde normal en la historia de la filosofía

Más o menos así, en ese tenor, transcurrió la tarde para varios centenares de jóvenes preparatorianos que acudieron a la FIL para participar en la sesión Mil jóvenes preguntan a Fernando Savater . Y, a diferencia de la sesión con Fernando Vallejo, ahora parece que la cifra de almas convocadas está muy cerca de llegar al 1,000. La dinámica, simple: un grupo de jóvenes preseleccionados leería sus preguntas. Savater las respondería. En medio, Xavier Velasco cediendo la palabra. En ese tenor, comenzó la sesión.

Los temas que saltaron fueron tantos y tan diversos como las inquietudes de los jóvenes. Uno pregunta sobre la felicidad: Es una palabra imponente. No creo que alguien pueda ser feliz, porque para eso hay que vencer todas las dificultades de la vida. Prefiero hablar de la modesta alegría .

Otro, que llegó desde Degollado, Jalisco, pregunta si estamos siendo testigos de una transición en la Historia de la Filosofía. So riesgo de romper su corazón, Savater responde: Las etapas de la Filosofía son un truco de los profesores. Nadie está pendiente de eso. Nosotros seremos los antiguos de alguien, así como somos los modernos de otros .

La sesión se convierte en una multitudinaria clase de Filosofía. Los jóvenes preguntan sobre la Verdad (así, con mayúsculas), la vida después de la muerte, Dios, la religión, la moral, el solipsismo en la vida diaria .

Savater contestade la mejor manera, sin desacreditar ninguna pregunta pero despachándolas lo más rápidamente posible.

Un no tan joven señor Vinicio Coppel hace una pregunta apocalíptica: ¿Adónde van los jóvenes con sus mensajes del celular, Internet, el faceboo? . El filósofo se mantiene en el mismo tenor: El abuso siempre es malo. Por otra parte, los avances siempre han causado miedo. Pasó con el tren, pasó con el teléfono. Internet no tiene por qué darnos pánico, es una cosa utilísima que se puede usar mal como cualquier cosa. No hay que asustar a la gente .

Al final, como ha ocurrido durante más de 2,000 años de Filosofía, la conclusión fue que no hay conclusiones. La diferencia, en todo caso, es que un puñado de jóvenes salió con la satisfacción de haber visto a Savater en vivo.