Voto nulo: Preguntas y respuestas

Ante la proliferación de opiniones en favor y en contra de anular el voto en las próximas elecciones, pero también de desinformación sobre el tema, en GEA quisimos dar respuesta a ciertas interrogantes básicas antes de tomar cualquier determinación.

¿Es ilegal anular el voto o abstenerse de votar? No. En México, el voto es un derecho y una obligación para todos los ciudadanos. Sin embargo, a diferencia de lo que ocurre en países como Argentina, Brasil o Francia, la legislación mexicana no contempla sanción alguna para quien no acuda a votar. De ahí que no acudir a las urnas sólo sea considerada una falta cívica. Por otra parte, el carácter libre y secreto del sufragio otorga al ciudadano la posibilidad de anularlo.

¿Se cuentan los votos nulos? Sí. Todo voto que no tenga una marca exclusiva y clara para un solo partido registrado oficialmente, es considerado no válido. Lo mismo en el caso de votos en blanco o con alguna consigna escrita: todos cuentan como votos nulos. Aparte se agrupan los votos por candidatos independientes o no registrados, sin distinguir nombres. Así, los funcionarios de casilla están obligados a contabilizar los votos nulos y registrarlos en las actas de escrutinio bajo dos rubros: votos nulos sin especificar tipos (error o protesta), y votos por candidatos no registrados.

¿Tiene efectos jurídicos la nulidad de votos? No. La ley no prevé la nulidad de las elecciones por votos nulos, sin importar el número. De hecho, sólo se prevé el recuento de votos en un distrito cuando se invalide por anomalías en la votación, no por votos anulados, 20% de las casillas de ese distrito.

¿A quién favorece la anulación de votos o la abstención? En términos generales, son los votantes indecisos o no vinculados a los partidos políticos quienes optan por abstenerse de ir a votar, o por invalidar su voto. Son entonces los votantes tradicionalmente identificados con las fuerzas políticas, el llamado voto duro , los que terminan decidiendo el resultado. En este contexto y como herencia de un sistema de partido hegemónico, la abstención o la nulidad de votos favorecería al PRI, como el partido con mayor base y capacidad de movilización social.

¿A quién perjudica? En primer lugar, la ausencia de votantes o la anulación de votos perjudicaría a los partidos pequeños que estarían buscando atraer a los electores indecisos o inconformes con las opciones políticas mayoritarias. Pero, en segundo lugar, también dañaría la legitimidad del Congreso, en este caso, por el mínimo nivel de representatividad popular que obtendrían los legisladores electos, lo cual sin duda afecta al sistema democrático en su conjunto.

En resumen, es válido anular el voto, pero ¿estaremos conformes con los resultados??

La autora es socia consultora de GEA Grupo de Economistas y Asociados

vortiz@eleconomista.com.mx