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Para reconstruir Acapulco
El daño del huracán Otis a su paso por la costa de Guerrero resulta inconmensurable, muchos meses y miles de millones de pesos serán necesarios para volver a la normalidad a las zonas afectadas.
Más allá de las acusaciones sobre la deficiente labor preventiva de las autoridades meteorológicas y la respuesta del gobierno, muy chica a los ojos de todos.
Y es que para el tamaño del desastre todas las respuestas se quedaban pequeñas, el gobierno federal y la sociedad se deben concentrar en la reconstrucción de las zonas afectadas, más allá de sus enconos discursivos.
Mucho se habla de Acapulco, sin embargo, además de este puerto hubo otros municipios afectados que han llamado menos la atención mediática y del gobierno, entre los municipios más afectados están Chilpancingo de los Bravos, General Heliodoro Castillo, San Miguel Totolapan, Ajuchitlán del Progreso, Petatlán, Tecpán de Galeana, Atoyac de Álvarez, Benito Juárez, Coyuca de Benítez y Xaltianguis, entre otros.
En este mismo sentido, hay una cobertura mediática de los daños en la zona de Punta Diamante, recibiendo poca atención las zonas populares afectadas del municipio de Acapulco.
Sin lugar a duda, la recuperación será diferenciada, los grandes hoteles, restaurantes, centros comerciales y condominios de lujo tendrán recursos de los seguros de emergencia, otros más provenientes de recursos propios para volver a la normalidad en un lapso de tiempo corto.
Sin embargo, en las zonas populares está el mayor problema, ahí es donde la acción del gobierno estará a prueba. Mucha ayuda necesitaría la tienda de la esquina para reabrir o un campesino guerrerense para habilitar sus parcelas.
Por lo pronto Juan Pablo de Botton, subsecretario de Egresos de Hacienda y Crédito Público (SHCP) señaló, que el Fondo de Desastres Naturales (Fonden) cuenta 11,000 millones de pesos para atender a la población.
Acapulco también sufre el asedio de los grupos criminales, hay que estar pendiente del emprendeurismo de los delincuentes en la época de reconstrucción que pueden tirar por la borda los esfuerzos en un santiamén.
La reconstrucción es cuestión de meses y quizá años, los acapulqueños pasarán una navidad triste si no logran rehabilitar las zonas turísticas en el corto plazo, recordarán por mucho tiempo la imagen del Jeep militar atascado en lodazal en que viajaba Andrés Manuel López Obrador, ayudado por un puñado de soldados, impotentes ante el daño ocasionado, pero qué necesidad señor presidente. Hasta la próxima.
Twitter: @ErosalesA