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Opinión

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Discapacidad

Las personas con discapacidad son aquellas que tienen deficiencias físicas, mentales, intelectuales o sensoriales a largo plazo, características que hacen a los individuos incapacitados o disminuidos de su funcionamiento completo y esto puede obstaculizar su participación plena y efectiva en la sociedad en igualdad de condiciones.

El Informe Mundial sobre Discapacidad de La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que las personas con discapacidad constituyen el 15 por ciento de la población mundial, en América Latina y el Caribe es casi el 12 por ciento, lo que representa alrededor de 66 millones de personas.

De acuerdo con el Censo de Población y Vivienda 2020 de INEGI en México contó en el rubro de discapacidad a 20,838,108 personas, esta cifra representa el 16.5 por ciento de la población. Estos datos resultan de los 6,179,890 que fueron identificadas como personas con algún tipo de discapacidad, lo que representa el 4.9 por ciento de la población total del país, más 13,934,448 o el 11.1 por ciento que afirmaron tener alguna limitación para realizar actividades de la vida diaria como caminar, ver, oír, autocuidado, hablar o comunicarse, recordar o concentrarse, y a los 723,770 o el 0.6 por ciento con algún problema o condición mental (Dis-Capacidad, 2021).

Los datos de la población por sexo y edad , el 53 por ciento son mujeres y 47 por ciento son hombres; el 40.9 por ciento se concentra en el grupo de mayores de 60 años, de 30 a 59 años el 29.8 por ciento, de 18 a 29 años el 9.8 por ciento y menores de 17 años el 9.1 por ciento. Al contrario de lo que ocurre con la población sin discapacidad, donde el grupo de edad más grande se ubica entre la franja de edad de 30 a 59 años. En la medida en que la población vaya envejeciendo, aumentará la tasa de discapacidad (INEGI).

La limitación que más se reporta son las personas que no pueden ver aún usando lentes, lo que se puede entender como discapacidad visual y la segunda es la limitación para caminar o discapacidad motriz. 

Según la Oficina de Representación para la Promoción e Integración Social para Personas con Discapacidad de la Presidencia de la República, cada año se suman en México, a las más de 20 millones de personas con alguna discapacidad, alrededor de 270 mil personas con discapacidad anuales nuevas en México. De las cuales 125 mil son por secuelas de fracturas, 67,000 por malformaciones congénitas diversas, 43,000 por secuelas de enfermedades vascular cerebral, 20,000 como consecuencia de trauma cráneo-encefálico, 12,000 por parálisis cerebral infantil, 24,000 por sordera congénita (Centro de Cirugía Especial de México IAP).

La Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica (ENADID) 2018 de INEGI, un total de 580,289 niñas, niños y adolescentes de 5 a 17 años presentan alguna discapacidad. Se muestran que actividades como aprender, recordar o concentrarse (40.1 por ciento), ver (aunque use lentes) (32.6 por ciento) y hablar o comunicarse (30.2 por ciento) son las de mayor prevalencia de discapacidad; mientras que escuchar (aunque use aparato auditivo) (11.3 por ciento) y actividades motrices como mover o usar brazos o manos (10.9 por ciento) son las actividades menos declaradas.

De acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Acceso y Permanencia en la Educación (ENAPE) 2021 se estima que 75 por ciento de los mexicanos con discapacidad entre los 12 y 22 años nunca fueron a una escuela a causa de su condición.

Según datos de Mercer el 70 por ciento de las personas con discapacidad no tienen un empleo formal, aún cuando las empresas por ley deben tener a un 14 por ciento de empleados con discapacidad. Y la tasa para las mujeres es muy baja, solo el 18 por ciento participa en el mercado laboral, frente al 42.3 por ciento de hombres con discapacidad y 35.5 de mujeres que no cuentan con discapacidad, con base en la Encuesta Nacional de Trabajo y Empleo para las Personas con Discapacidad 2021-2024.

Las personas con discapacidad experimentan grandes desventajas económicas, que conducen a una gran privación y, en última instancia, una pobre calidad de vida. También son particularmente dependientes de los servicios sociales estatales, y a menudo apartados por programas de asistencia social y sujetos a niveles significativos de regulación estatal, una experiencia considerablemente discriminatoria.

De ahí que debemos impulsar mejores políticas públicas para poder incluirlas en la sociedad y que tengan una mejor calidad de vida, acceso a educación, trabajo bien remunerado, servicios de salud, vialidades adecuadas al igual que transporte público, sin olvidar la educación cívica de los mexicanos. 

*La autora es académica de la Escuela de Comunicación de la Universidad Panamericana.

X: @Ivett5151

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