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E-commerce: un boom acelerado que reta la sustentabilidad
Con el aumento de las compras en línea, la última milla y las devoluciones se vuelven retos para reducir la huella de carbono.
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El comercio electrónico en México vive un auge sin precedentes. En 2024, las ventas online alcanzaron un valor récord de 789,700 millones de pesos, un crecimiento del 20% respecto al año anterior, según el Estudio sobre Venta Online en México 2025 de la AMVO. Este boom, sin embargo, trae consigo un reto urgente: la creciente huella ambiental del sector.
Ana Luisa Rangel, Manager de Relaciones Públicas de iMile Delivery México, explica que “el 30% de los clientes del e-commerce están concentrados en la Ciudad de México, lo que intensifica el tráfico urbano y, por ende, las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en la llamada ‘última milla’, el tramo final de entrega al consumidor”. Además, alrededor del 23% de las compras se devuelven, lo que genera un impacto extra en recursos y emisiones.
Este fenómeno plantea un desafío logístico significativo. “La última milla es la más compleja y costosa, no solo en términos económicos sino ambientales. El tráfico, la falta de infraestructura adecuada y la alta demanda de entregas inmediatas dificultan la adopción de prácticas verdes”, comenta Rangel.
Para mitigar este impacto, la tecnología juega un papel fundamental. iMile utiliza inteligencia artificial y análisis de datos para optimizar rutas de entrega en tiempo real, minimizando tiempos y emisiones de CO2, especialmente en zonas congestionadas como la CDMX. Su Sorter Machine automatiza la clasificación de paquetes, agilizando procesos y reduciendo consumo de combustible. “También fomentamos el uso de vehículos eléctricos y soluciones de empaque sostenible, aunque la transición real aún es lenta en el sector”, añade.
El tema de los empaques sostenibles es clave. Aunque el 70% de los mexicanos está dispuesto a pagar más por empaques reciclables, “muchas empresas todavía usan plásticos de un solo uso, y la adopción efectiva de empaques ecológicos no es generalizada”, advierte.
En cuanto a pequeñas y medianas empresas, Rangel señala que pueden competir adoptando tecnologías accesibles, colaborando localmente y comunicando su compromiso con la sustentabilidad. Para acelerar este cambio, propone incentivos fiscales para tecnologías limpias y normativas estrictas contra plásticos.
Finalmente, el consumidor juega un rol crucial. “Comprar con responsabilidad, reducir devoluciones y reciclar empaques son acciones que suman”, concluye Rangel. Así, la sustentabilidad en el e-commerce no solo depende de las empresas, sino también de decisiones conscientes de todos.