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Arte e Ideas

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Arquine reúne un siglo de obras emblemáticas en la Ciudad de México

Desde la Casa Rivas Mercado, recientemente remodelada, hasta la novísima Torre Chapultepec Uno, la nueva edición de  la Guía de Arquitectura Ciudad de México es una invitación a levantar la mirada con libro en mano.

El Palacio de Bellas Artes, por Adamo Boari y Federico Mariscal; el Edificio Ermita, de Juan Segura; la Fábrica de Artes y Oficios de Oriente, de Alberto Kalach; el Museo Experimental El Eco, de Mathias Goeritz; la Torre Reforma, por LBR & Arquitectos, de Benjamín Romano; el Museo Nacional de Antropología, de Pedro Ramírez Vázquez, Jorge Campuzano y Rafael Mijares.

También las Torres de Satélite, de Goeritz y Barragán; el Museo Soumaya, de Fernando Romero; el Conjunto Nonoalco Tlatelolco, de Mario Pani y Salvador Ortega; la Casa Estudio Diego Rivera y Frida Kahlo, de Juan O´ Gorman; los emblemáticos edificios de El Colegio de México, el FCE y el Museo Tamayo, de Teodoro González de León y Abraham Zabludovsky. Pero también el Centro Cultural Elena Garro, de Fernanda Canales; la Galería Kurimanzutto, de Kalach, y la Cineteca Nacional Siglo XXI, remodelada por Rojkind Arquitectos.

Estos colosos y sus demiurgos son parte de una destacada selección de 181 edificios reunidos en un sólo libro. La editorial Arquine ha publicado la tercera edición de la Guía de Arquitectura Ciudad de México, que es una sumatoria del arte de edificar en los últimos 100 años ya no solamente en la capital mexicana sino en la mancha urbana del Valle de México.

Con dos ediciones de 2014 y 2017, este número agrega edificios que desde la construcción reclamaban su lugar de privilegio en las rutas de la arquitectura de la ciudad, desde los nuevos referentes colosales en el Paseo de la Reforma, los cuales, a decir de Miquel Adriá, director de Arquine, han terminado por consolidar el skyline de la ciudad e incluso por reubicar la zona cero de esta urbe, hasta construcciones en el Estado de México que son testimonio de su crecimiento demográfico pero también creativo.

“La guía nos ayuda a mirar todo ese patrimonio fundamentalmente moderno de los últimos 100 años. Esta tercera edición es bastante más gruesa que las anteriores. Hemos sido un poco más sensibles con los límites de la Ciudad de México, porque hay obras que están más allá, pero son fundamentales para su identidad. Incluimos algunas de las nuevas torres de Reforma, pero también obras donde se han rescatado edificios de valor patrimonial, pero incorporándolos en el enclave contemporáneo”, dice Adriá.

La edición se divide en cinco mapas que proponen rutas para explorar la ciudad: la bulliciosa zona centro de la ciudad; la zona norte, protagonista del siglo XX; el corredor Del Valle-San Ángel; el sur sobre el que soplan los vientos del Ajusco y, finalmente, la comarca de torres en Santa Fe.

“Incluir todas estas obras es una manera de reconocer la calidad arquitectónica y urbanística de la Ciudad de México, con un enorme capital de valor histórico, no solo de la parte colonial y prehispánica sino por la arquitectura moderna y contemporánea. Son muchas las obras extraordinarias dentro de este magma y hay que ponerlas sobre el mapa”.

Pero no solo eso, este libro es una apología de la identidad, del emblema y del rostro siempre inquieto de la urbe. Sus páginas no son como las de una guía telefónica que ha caído en desuso, sino como un libro fácil de portar, una herramienta con imágenes y datos concisos sobre el arquitecto o despacho responsables; el estilo, la manera de llegar y la historia de cada una de las 181 osadías incluidas. Es una invitación a levantar la mirada con libro en mano.

El origen de esta guía, comparte Adriá, fue un proyecto de amistad después de un viaje a Europa. “Vimos que había guías estupendas en algunas ciudades y llegando a México nos dimos cuenta que no había una sola guía de arquitectura mexicana. La última era de finales del siglo pasado, que además estaba agotada. Era un libro además incómodo. Decidimos hacer nuestra lista. Empezamos a consultar con otros conocidos del consejo editorial de Arquine y de ahí salió el primer listado. En la segunda edición la versión ya fue mucho más depurada, nos dimos cuenta que habíamos dejado unas obras importantes”.

Arquine está trabajando en colaboración con la Secretaría de Cultura para concretar una versión digital actualizada para pasear por la ciudad celular en mano.

ricardo.quiroga@eleconomista.mx

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