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Sin novedad en el frente electoral
Un aspecto que llama la atención de las seis elecciones de gubernaturas del pasado domingo es la ausencia de sorpresas. Para los contendientes, la suerte parecía estar echada desde un principio. A lo largo de los 60 días de campaña electoral las preferencias electorales no se movieron de forma significativa. Quienes arrancaron como favoritos terminaron ganando la elección.
En algunos casos, las ventajas de los punteros eran abrumadoras. En Oaxaca, el Sen. Salomón Jara, candidato de la coalición Morena, PT y Partido Verde, arrancó con una ventaja de 40 puntos porcentuales, según la encuesta de encuestas de polls.mx. Terminó ganando la elección con 60.2% de los votos contra 25.2 de Alejandro Avilés, candidato de la coalición PRI-PRD.
En Hidalgo, el Sen. Julio Menchaca, candidato de la coalición Morena, PT y Nueva Alianza inició con una ventaja de 32 puntos porcentuales sobre su más cercana competidora, Carolina Viggiano, candidata de la coalición PRI, PAN y PRD. Menchaca ganó la elección con 61.6% de los votos, contra el 31.3% de Viggiano.
En Quintana Roo, Mara Lezama, presidenta municipal de Cancún y candidata de Morena, PT y Partido Verde, tenía al principio de la campaña una ventaja de 29 puntos porcentuales sobre su más cercana seguidora, la Dip. Laura Fernández, candidata de la coalición PAN y PRD. Lezama se llevó el triunfo con 56.6 % de la votación, contra el 16.1% de Fernández.
Tamaulipas fue el estado en el que más se movieron las cosas, aunque no lo suficiente para cambiar el resultado. El Sen. Américo Villarreal, candidato de Morena, PT y Partido Verde, empezó con una ventaja de 21 puntos porcentuales sobre César Verástegui, candidato de la coalición PAN, PRI y PRD. Verástegui tuvo un buen cierre, pero no le alcanzó para darle la vuelta a la elección. Se quedó 6.8 puntos porcentuales debajo de Villarreal.
En Aguascalientes, las campañas sirvieron para ampliar la ventaja de la candidata puntera. La Dip. María Teresa Jiménez, candidata de la coalición PAN, PRI y PRD inició 13 puntos porcentuales arriba de la delegada del gobierno federal en el estado, Nora Ruvalcaba, candidata de Morena. Al final, Jiménez se llevó el triunfo con el 53.8% de la votación contra el 33.5% de Ruvalcaba.
Si en algún lugar cabía esperar una sorpresa, ese era Durango. Según la encuesta de encuestas de polls.mx, cuando las campañas iniciaron, Esteban Villegas, candidato de la coalición PRI, PAN y PRD, y Marina Vitela, candidata de la coalición Morena, PT y Partido Verde, se encontraban en empate técnico. Aunque Villegas tenía una mayor probabilidad de triunfo, los intervalos de confianza se cruzaban.
Todo mundo esperaba un final de fotografía en Durango; la típica elección en que ni el conteo rápido del INE puede anunciar con seguridad un ganador. Sin embargo, el resultado fue anticlimático. Esteban Villegas ganó con 53.7% de la votación, 13 puntos arriba de Marina Vitela.
Después de la jornada electoral del domingo, poco parece haber cambiado. Morena reclamó en Oaxaca, Hidalgo, Quintana Roo y Tamaulipas mayorías que ya eran suyas de tiempo atrás. Su marca partidaria muestra una enorme resiliencia, a pesar de los pobres resultados del gobierno de López Obrador en materia de crecimiento económico, seguridad pública y combate a la corrupción.
Los partidos de oposición salieron airosos de la guerra sucia lanzada desde Palacio Nacional, en represalia por la derrota de la iniciativa presidencial para devolver a la CFE el poder monopólico sobre la industria eléctrica. La campaña de injurias, basada en acusaciones de traición a la patria, no tuvo ningún efecto en las elecciones locales. Por el contrario, sirvió para reforzar la identidad de la oposición como un freno a los excesos de la 4T, que en lugar de resultados produce una crisis tras otra.
*Profesor del CIDE.
Twitter: @BenitoNacif

