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Los youtubers ahora son startups: Patricia Muratori

YouTube ha evolucionado de ser una plataforma de videos amateur a un ecosistema donde los creadores operan como pequeñas startups.

Foto: AFP

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A veinte años de su fundación, YouTube se presenta no solo como una plataforma de videos, sino como el núcleo de una economía creativa. 

En ese proceso, el perfil del creador de contenido ha pasado de ser un aficionado digital a convertirse, en palabras de Patricia Muratori, directora de YouTube para América Latina, en “una startup de esta nueva economía”.

En entrevista con El Economista, Muratori, que ha liderado YouTube en la región en los últimos seis años, describe una plataforma donde los creadores ahora manejan operaciones complejas, diversifican ingresos y emplean personal.

“No son solo creadores de contenido, sino emprendedores creativos que están generando otros negocios”, dijo.

El cambio no es menor. Lo que comenzó como un espacio informal para compartir videos se ha consolidado como un ecosistema económico de escala global, donde los creadores compiten por atención, recursos y patrocinadores al nivel de empresas formales.

Según Muratori, YouTube ha pagado más de 70,000 millones de dólares al ecosistema de creadores en los últimos tres años.

Aunque una ganancia de 50% de los ingresos publicitarios para los creadores, para Muratori, distingue a YouTube de sus competidores, el acceso real a esos ingresos está mediado por la visibilidad dentro del algoritmo de la plataforma, la capacidad de producción y la habilidad para profesionalizar el canal. No todos los creadores logran ese salto.

Aunque fue registrado como dominio de internet el 14 de febrero de 2005, el primer video de YouTube fue subido a la plataforma el 23 de abril de ese año. La excursión al zoológico de Jawed Karim, uno de los fundadores de la plataforma junto con Chad Hurley y Steve Chen, es el primer contenido de una plataforma en la que hoy en día se suben 500 horas de video por minuto y que fue vendida a Google en 2006 por 1,650 millones de dólares.

Mercado de tres vías

Muratori describe a YouTube como un ecosistema que debe equilibrar tres intereses: creadores, usuarios y marcas. “La plataforma no funciona solo para creadores, usuarios o marcas; es un ecosistema que tiene que funcionar para todos”, dijo.

Para los creadores, el reto es doble: destacarse y sostener una operación rentable. Para los usuarios, el valor está en el acceso instantáneo a contenido bajo demanda. Para las marcas, la plataforma debe traducirse en resultados de negocio.

“Pasamos por mudanzas, como el consumo de formatos más cortos. Pero esto es posible en YouTube porque diseñamos algo más sólido y robusto”, dijo Muratori.

Esta flexibilidad, celebrada desde la ingeniería de producto, también implica una dificultad del trabajo creativo: los creadores deben actualizar estrategias, invertir en nuevos formatos y mantener consistencia, sin garantías.

Startup

Una de las ideas de Muratori es que el creador de contenido en YouTube hoy se parece más a una pequeña empresa tecnológica que a un productor cultural tradicional.

“Nuestro CEO ve a los creadores como startups de la nueva economía creativa, usando inteligencia artificial y tecnología para potenciar su creatividad”, dijo.

Una startup es un proyecto de alto riesgo, con alto potencial de escalabilidad, y con una estructura que prioriza la agilidad.

La analogía, sin embargo, también expone los límites del modelo: en muchos casos, estos creadores no cuentan con seguridad laboral, protección social, ni herramientas de negociación frente a los cambios de la plataforma que los aloja.

México

Muratori destacó la relevancia de México dentro de la operación global de YouTube. Según datos de Global Media Insight, México es el quinto país del mundo con un mayor número de usuarios de YouTube, con 83.1 millones, después de India, Estados Unidos, Brasil e Indonesia.

De acuerdo con Muratori, parte de la importancia del contenido mexicano y Latinoamericano está en su capacidad para trascender fronteras, conectar con audiencias en Estados Unidos y Europa, y adaptarse a distintos formatos.

“La escalabilidad del contenido para otros países es algo muy especial que vemos en la región”, sostiene.

Ámbitos como la gastronomía, el entretenimiento y la educación han encontrado en YouTube una vía de exportación cultural, especialmente en un entorno donde las barreras de entrada a medios tradicionales siguen siendo altas.

“YouTube está en el centro de la economía creativa, ayudando a creadores a generar más para sus propios negocios”, dijo.

Pero como ocurre con otras plataformas digitales, esa economía está mediada por reglas que la empresa define de forma unilateral.

rodrigo.riquelme@eleconomista.mx

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