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Polarización, factor para que crezca violencia política
Especialistas indicaron que si bien la violencia política es alta en México todavía no es comparable con los niveles que se presentan en zonas de otros países con conflictos civiles.
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La reciente jornada electoral en México dejó un saldo de 36 homicidios contras aspirantes o candidatos, según datos presentados por Manuel Pérez Aguirre, de El Colegio de México.
En la sesión Balance de la Violencia Electoral en 2021 y 2024, del Seminario sobre Violencia y Paz de El Colegio de México, indicó que este número representa un incremento significativo respecto a los 24 casos contabilizados en 2023 y los 32 registrados en 2021. Y en la que Guerrero es el estado con más casos con siete.
Pérez Aguirre subrayó que la violencia electoral no se limita a una región específica, sino que se distribuye de manera variable en diferentes áreas del país. Esta violencia se caracteriza por ataques armados organizados y ejecuciones públicas, lo que indica una sofisticación y una racionalidad criminal subyacente.
Además, que la violencia política no distingue afiliación partidista. Aunque en las recientes elecciones se observó una concentración de víctimas en los partidos más grandes, como el Movimiento Regeneración Nacional (Morena), el Partido Acción Nacional (PAN), Movimiento Ciudadano y el Partido Revolucionario Institucional (PRI), esto refleja más bien el tamaño de estos partidos en el escenario político nacional.
“En 2021, el 85 % de las víctimas competían por cargos municipales. En esta ocasión la gran diferencia es que hubo tres casos de candidatos federales, es decir, uno competía para senador, dos para diputados federales, pero en realidad todos los demás iban en dos diputados locales (…) ¿Qué nos quiere decir esto? Pues básicamente que la lógica de la violencia del poder local, sí es afectada directamente a los cargos municipales”, detalló.
Respuesta a confrontación
Willibald Sonnleitner, profesor e investigador de El Colegio de México, destacó que la violencia política es una manifestación extrema de la polarización política que afecta a México.
Según el académico, esta polarización no sólo incluye a las élites partidistas, sino también a los medios de comunicación, las élites intelectuales y, en menor medida, a las económicas.
Sin embargo, subrayó que, a pesar de este fenómeno en los discursos, la sociedad electoralmente hablando no parece estar tan dividida, pues el voto de los mexicanos mostró que la coalición oficialista logró captar un electorado muy heterogéneo.
Matizó que México no ha alcanzado niveles de violencia extrema como en otros países con conflictos civiles.
