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Política

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Conagua no mide: Hay poca certeza en cumplimiento de volúmenes de extracción permitidos a concesionarios

En 2022 la Conagua no sustentó que formuló o ejecutó un programa de medición con el fin de revisar que la extracción, explotación, uso y aprovechamiento de las aguas nacionales por parte de los concesionarios, se realizó conforme a los volúmenes establecidos en las concesiones, señalan los resultados de una investigación de la Auditoría Superior de la Federación

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Foto EE: Archivo

Diego Badillo

En México, alrededor de 3,400 particulares cuentan con unas 3,800 concesiones de agua que les permiten extraer, a cada uno, más de un millón de metros cúbicos al año y, juntos, tienen permiso para sacar más de 35,800 millones de metros cúbicos al año.

Para algunos se trata de un problema de acaparamiento de ese recurso natural, pero, en todo caso, la ley se los permite. El verdadero problema es que no es posible saber si los particulares respetan los niveles de extracción que tienen permitidos o sacan más, porque la Comisión Nacional del Agua (Conagua) no tiene la capacidad para verificarlo. Además, hay un mercado secundario no regulado de concesiones, con todo lo que ello implica.

De acuerdo con los datos del Registro Público de Derechos de Agua (Repda) de la Conagua, consultados el 13 de marzo pasado, se tienen registrados 528,535 concesiones en manos de 376,845 titulares.

De ellos, 4,954 concesiones amparan, cada una, un volumen de extracción anual de un millón de metros cúbicos o más, y de éstas, 3,806 concesiones están en manos de alrededor de 3,492 particulares que, en conjunto tienen permitido extraer al año 35,876, millones de metros cúbicos.

Sacan el agua para uso acuícola, agrícola, generación de energía eléctrica, industrial, pecuario y servicios o diferentes usos. Allí no están incluidas las concesiones para generación de energía eléctrica para uso público de CFE, los permisos a Pemex y a la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca.

Algunos tienen permitido extraer más de 1,000 millones de metros cúbicos al año

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Hay cinco concesiones de entre 1,000 millones de metros cúbicos al año y 4,364 millones 400,000 metros cúbicos al año: Eléctrica San Rafael con 4,364, millones 400,000 metros cúbicos anuales; Generadora Fenix con 3,558 millones 616,410 metros cúbicos al año; Mexicana de Hidroelectricidad Mexhidro 1,223 millones 020,000 metros cúbicos al año;  Hidroeléctrica Naranjal 1,170 millones 407,470 metros cúbicos al año y Electricidad de Oriente 1,024 millones 920,000 metros cúbicos al año.

Los 16 mayores extractores son del ramo de la electricidad con concesiones de 367 millones 600,000 metros cúbicos anuales o más.

Después aparecen firmas como la Unidad de Riego La Candelaria con 355 millones 430,000. Destacan firmas como Celulosa de Fibras Mexicanas con 191 millones 842,560

Hay 40 firmas que tienen concesiones para extraer más de 100 millones de metros cúbicos al año, de las cuales dos se dedican a la acuacultura; cinco a la agricultura, una a diferentes usos (Cervecería Cuauhtémoc); 31 generadoras de electricidad y una industrial (ISPAT Mexicana).

Las firmas dedicadas a la agricultura que tienen concesiones con volúmenes de extracción permitidos más altos son: Unidad de Riego de Candelaria; la Asociación de Usuarios Productores Agrícolas del Módulo de Riego Número 5;  Zona de Riego Fuerte-Mayo, Sinaloa, Unión de Usuarios Productores Agrícolas de la unidad de Riego para el Desarrollo Rural Fuerte-Mayo; Usuarios del Distrito de Riego del Suchiate y la Asociación de Usuarios de la Unidad de Riego para el Desarrollo Rural Alfredo V. Bonfil.

Pocas certezas en Conagua

Al respecto, Hugo Rojas, experto en economía del agua, llamó la atención en que el problema no es que haya un acaparamiento de agua por parte de industriales, vía las concesiones; lo delicado es que no se tiene la certeza de que los titulares de esas concesiones estén extrayendo solamente las cantidades de agua que aparan sus títulos de concesión, pues hay un problema de falta de medición.

El también exdirector general de la Asociación Nacional de Entidades de Agua y Saneamiento de México (Aneas), destacó que es necesario revisar cada región hidrológica del país. Se tiene que revisar cada zona, cada acuífero, para determinar cuáles son los volúmenes que están extrayendo respecto a los disponibles, donde puede haber concesionarios que estén sacando mucha más agua de la que tienen permitido.

Para el experto, el problema es que es muy reducido el número de macro medidores instalados y en funcionamiento con el objetivo de reportar los volúmenes de extracción a la Conagua, para que su personal pueda verificar que se estén respetando lo que amparan sus títulos de concesión.

“Eso es un gran reto para México, si queremos comenzar a gestionar nuestros recursos. Si no sabemos cuánto se está explotando, entonces estamos haciendo números en el aire”, abundó.

En 2013 se realizaron 8,547 visitas de inspección; en 2022 solo 1,858

Los resultados de la auditoría de desempeño 78, realizada por la Auditoría Superior de la Federación (ASF) al ejercicio 2022, de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), cuyo dictamen fue concluido el 20 de febrero de 2024, deja ver la realidad del asunto.

En el periodo 2013-2022, el número de visitas de inspección a concesionarios y asignatarios de aguas nacionales disminuyó en 15.6 % en promedio anual, al pasar de 8,547, en 2013, a 1,858, en 2022

En 2022, cuando se tenía un registro de 426,290 títulos de concesión y asignación con 310,298 concesionarios, la Conagua realizó solo 540, visitas de verificación, para actualizar información de los usuarios de aguas nacionales, así como identificar aquellos que no cuentan con título de concesión y aprovechamientos que no están formalmente registrados, y para atender denuncias. 

En 2022, la Conagua no dispuso de instrumentos administrativos en materia de verificación. Es más, en el periodo 2019-2022, el número de visitas disminuyó en 56.8%, al pasar de 1,249, en 2019, a 540, en 2022.

En cuanto al personal que realiza las visitas de inspección y verificación, la Conagua reportó que, en 2022, contó con 143 personas acreditadas para realizar estas labores para un universo de 310,298 concesionarios y asignatarios, menor en 55.9% (181) respecto de las 324 con las que contó, en 2012, lo que incidió en la disminución de las acciones de verificación, inspección y comprobación del cumplimiento de las obligaciones previstas en la LAN y demás disposiciones aplicables. 

Además, la Comisión no dispuso de la información de la cobertura del personal capacitado, en 2022, ni de las áreas a las que se encuentran adscritos.

En 2022 Conagua no ejecutó un programa de medición

Por otra parte, en cuanto a los Programas de medición, la Conagua no sustentó que, en 2022, formuló ni ejecutó un programa de medición con el fin de revisar que la extracción, explotación, uso y aprovechamiento de las aguas nacionales por parte de los concesionarios y asignatarios, se realizó conforme a los volúmenes, caudales y usos específicos establecidos en las concesiones y asignaciones de las aguas nacionales.

En la medición directa, la dependencia informó que, al cierre de 2022, un total de 271 contribuyentes realizaron la medición de trasmisión automatizada a la Comisión, mediante 804 medidores; 271 contribuyentes representaron el 0.1% de los 310,298 concesionarios y asignatarios registrados en el REPDA, en 2022. Además, la Comisión señaló que, como resultado de 1,858 visitas de inspección a aprovechamientos de aguas nacionales, efectuadas en 2022, se determinó que 2,037 aprovechamientos, tenían medidor, dispositivos o procedimientos de medición no automatizada. 

No obstante, destaca la auditoría, la Conagua no dispuso de la información acumulada del número total de aprovechamientos establecidos en los títulos de concesión y asignación que, a 2022, contaron con medidores de agua instalados para efectuar la medición directa.

En cuanto al Sistema de Medición y Registro de volúmenes de aguas nacionales, extraídos, usados o aprovechados, la Comisión no acreditó que se concretara el acceso de la Gerencia de Inspección y Medición a la información contenida en el Sistema NMX-179, a cargo de la Coordinación General de Recaudación y Fiscalización, lo que limitó el avance en operar un sistema de medición y registro de volúmenes de aguas nacionales, extraídos, usados o aprovechados.

Comprar concesiones de segunda mano

Por otra parte, Hugo Rojas, dijo que tenemos un mercado secundario de concesiones para la extracción de agua, del cual no se sabe de qué tamaño es.

Eso se debe a que la Ley de Aguas Nacionales permite la transferencia de títulos de concesión, siempre y cuando sean en el mismo acuífero y sea para el mismo uso y que se harán todas las obras necesarias para el aprovechamiento

Eso se debe a que a la hora de legislar, la intensión fue que cuando un propietario de un título de concesión que no lo explotara, pudiera ofertarlo a un tercero que aprovechara el recurso disponible, incluso en condiciones más productivas.

Lo delicado es que, si se iba a permitir este mercado secundario, se debió hacer de manera oficial y con controles, refiere el experto.

En los hechos no se sabe si se respeta al pie de la letra los títulos de concesión y menos se saben cuáles son los mecanismos de transferencia. 

“Si Conagua hiciera un estudio a detalle de todas las concesiones, podríamos llevarnos muchas sorpresas”, subraya.

 

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Diego Badillo

Periodista mexicano, originario de Amealco, Hidalgo. Editor del suplemento Los Políticos de El Economista. Estudié Sociología Política en la Universidad Autónoma Metropolitana. En tres ocasiones he ganado el Premio Nacional de Periodismo La Pluma de Plata que entrega el gobierno federal. También fui reconocido con el Premio Canadá a Voces que otorga la Comisión Canadiense de Turismo, así como otros que otorgan los gobiernos de Estados Unidos y Perú.

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