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¿Realidad o ficción? El impacto de la IA en el cuerpo humano

¿Qué es real y qué es ficción en la era de la Inteligencia Artificial (IA)? A veces, la respuesta puede ser más sorprendente de lo que parece.
¿Te suena el nombre de Neil Harbisson? Es un artista y activista de 42 años, reconocido desde hace más de una década como cyborg: tiene una antena quirúrgicamente implantada en la cabeza que le permite "escuchar" colores. No la tiene por gusto: sufre de acromatopsia, un trastorno que afecta su retina y le permite ver solo en blanco y negro.
En la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, la doctora en Pedagogía Frida Díaz Barriga mostró una foto suya durante una charla sobre IA. La reacción del público fue instantánea: "Parece un insecto". "Seguro es un montaje". "Eso lo generó una IA, no puede ser real". Un par de asistentes sacaron sus celulares para verificar la información. "Sí existe", confirmaron.
Y es que Neil Harbisson no solo es real, sino que es popular por defender los derechos de quienes desean mejorar sus capacidades físicas con tecnología. Además, ha revivido un tema relevante para la Inteligencia Artificial: la intersección entre la tecnología y el cuerpo humano. O el “transhumanismo”.
Díaz Barriga, experta en aprendizaje, mostró después otra fotografía: niños en China que, al parecer, tenían chips implantados para monitorear su rendimiento escolar y comportamiento. Esta vez, nadie dudó. La indignación fue inmediata: "¡Eso es inhumano!" "¡Los chinos van a acabar con la humanidad!". "La tecnología nos está destruyendo…"
¡Sorpresa! No hay pruebas de que esos chips existan, aunque la idea suena tentadora, al menos para alimentar las teorías conspiratorias. Busqué evidencias. Nada. Sólo videos y fotos de dudosa procedencia. Pregunté entonces a la Inteligencia Artificial: me aseguró que las imágenes y videos que circulan sobre el tema son sólo manipulaciones o representaciones artísticas de un futuro distópico. Lo que sí encontré es que en algunas escuelas en China y de otros países, ya han implementado chips en uniformes escolares para mejorar la seguridad... pero nada de implantes en la piel para controlar niños.
Aquí viene la gran pregunta: ¿qué creemos y qué descartamos en este mundo hiperconectado? Porque la IA ya está transformando nuestros cuerpos y nuestras vidas, con o sin teorías de conspiración.
Lo que ya es una realidad
Aunque lo de los chips en niños pueda sonar a ciencia ficción, hay tecnologías que sí están cambiando la forma en que interactuamos con nuestro propio cuerpo y que están impulsadas por la IA. Aquí algunos ejemplos de lo que ya existe:
• Prótesis inteligentes para brazos que permiten controlar objetos con mayor precisión y sensibilidad, gracias a algoritmos de IA. ¿Y qué creen? Hay proyectos impulsados por mexicanos, como BioGrip: “Nosotros no hacemos prótesis, hacemos extremidades artificiales que empoderan y les devuelven a nuestros usuarios su independencia”.
• Implantes cocleares para mejorar la audición, que se adaptan a cada usuario en tiempo real. Y sí, también se usan en México desde hace tiempo.
• Neuroprótesis: Dispositivos que restauran funciones motoras o sensoriales perdidas, usando IA para interpretar señales cerebrales. En este terreno, hay cada vez más proyectos que buscan mejorar la vida de las personas.
• Gafas de realidad aumentada, algunas integradas directamente en los ojos, capaces de mostrar información en tiempo real. ¡Seguramente has encontrado muchos videos de esto! Y no, no son falsos: es una gran tendencia en donde hay jugadores como Facebook y Google, muy interesados en el tema.
• Interfaces cerebro-computadora: Sistemas que permiten controlar dispositivos con la mente. La IA puede utilizarse para decodificar las señales cerebrales y traducirlas en comandos para controlar dispositivos o prótesis. Sí, las películas de ciencia ficción podrían parecernos ya pasadas de moda con estos avances.
Ante esto, se presentan dilemas éticos y sociales, muchas dudas e incertidumbre, pero de lo que no hay duda, es que veremos cada vez más casos de humanos con implantes tecnológicos habilitados con IA.
¿Habrá más incredulidad y paranoia con estos avances? Lo que ayer parecía una locura de ciencia ficción, hoy es un hecho, y lo que nos suena a pesadilla distópica, tal vez nunca ocurra. Pero con la Inteligencia Artificial avanzando tan rápido, hay algo seguro: el futuro seguirá desafiando nuestra percepción de la realidad.
Yo, lo confieso, no siempre sé si creer todo lo que veo... al menos en internet, ni lo que escucho en todas las charlas de IA. ¿Y tú?
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P.D. No hay que perder de vista el Proyecto Stargate, la apuesta de Trump por la Inteligencia Artificial. No incluye, por supuesto, a todos los jugadores de IA, pero sin duda, nos dará mucho de qué hablar en este espacio.
*Esta columna quincenal, llamada “IA: Integrados y Apocalípticos” filosofa sobre la Inteligencia Artificial, con sus pros y contras y cómo se va integrando en la vida cotidiana.