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Marco propone y Donald decide

Fausto Pretelin Muñoz de Cote | Globali… ¿qué?
La comunicación también es una guerra, y México la está perdiendo frente a Estados Unidos.
Donald Trump es un estratega en el tema. Sus palabras debilitan al contrario. Su mente siempre está sobre un cuadrilátero de lucha libre. Es rudo.
Donald Trump es un medio de comunicación que produce noticias. Trump es el guionista. Trump es el ancla. Es categórico como encabezado.
En México, ni Palacio Nacional ni Relaciones Exteriores tienen a estrategas expertos en comunicación que logren descodificar las estrategias de Trump. Cuando reaccionan, se tienen que levantar de la lona. Los golpes desde Washington son letales. En México son reactivos, nunca proactivos.
No es una invasión terrestre del ejército estadounidense; es una invasión de la Casa Blanca intangible que ingresa a las venas del cuerpo político mexicano como submarino en las profundidades del agua.
El arma es la información.
Trump está explotando la herencia que le entregó Biden: la extracción del narcotraficante Ismael Zambada, y con él, el demócrata aceleró el proceso de fosilización del gobernador de Sinaloa Rubén Rocha Moya.
Mas allá del golpe en contra del narcotráfico, Biden propició un golpe político contra Palacio Nacional. La pausa diplomática de AMLO al embajador Ken Salazar fue un pataleo del presidente ante el abismo que veía venir.
AMLO le heredó a Claudia Sheinbaum la peor relación con Estados Unidos desde el caso del asesinato del agente de la DEA Enrique Camarena.
Sobre el terreno de la relación bilateral, no todo es seguridad. También es diplomacia, y el estratega es Marco Rubio.
En México no se habla de diplomacia por el anémico paso por la cancillería del doctor siquiatra Juan Ramón de la Fuente.
Rubio definió a AMLO como “un presidente que tiene palabras duras para líderes democráticamente electos en Estados Unidos, pero elogios para un dictador en Nicaragua, un narcotraficante en Venezuela y una tiranía marxista en Cuba”.
Han pasado 207 días sin que Rubio haya viajado a México porque el hijo de cubanos le ha puesto una pausa a la relación.
Entre 2023 y 2024 los gobiernos de AMLO y Sheinbaum enviaron a Cuba, a través de Gasolinas Bienestar S.A. de C.V., más de 12 millones de barriles de petróleo, según reportes de la Securities and Exchange Commission (SEC); su valor comercial supera los 200 millones de dólares.
El dilema de la presidenta Sheinbaum es: continuar regalando petróleo a Cuba o proteger el T-MEC, el seguro de vida económico de México. Bajo una diplomacia dogmática, el riesgo económico se dispara.
Sheinbaum, a diferencia de AMLO, sí coopera con EU, pero sus enemigos más dañinos están en Morena.
Las derrotas ocurren a través de la comunicación y de la diplomacia.

