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Ya usas Inteligencia Artificial y no te has dado cuenta

¿Inteligencia Artificial (IA), yo? Sí, tú. Quizás consideres que ese tema nada tiene que ver contigo, que está muy lejos de vida o que de plano, es mejor evitarla. Te tengo noticias: la IA ya está en tu vida y quizás no te has dado cuenta.
¿Qué crees que está detrás de las recomendaciones que te hace YouTube o Netflix? Exacto, la IA. Y si has hablado con Siri, Alexa o Google Assistant, también has interactuado con la IA. También está presente en el etiquetado de fotos de las redes sociales, las funciones de muchas Apps, las recomendaciones que te llegan por internet, los sistemas de asistencia en vehículos, el reconocimiento facial o de tu huella digital de tu celular…
¿Es realmente una amenaza? Podríamos echar un vistazo al pasado. ¿Recuerdas cuando nos decían que para el año 2000, leer y escribir en papel sería historia? ¡Qué tiempos! Cuando inició el auge del internet, aunque maravillaba a muchos, también era visto como una amenaza. Y aquí estamos, más de 30 años después, yo escribiendo en digital, y tú, quizás leyendo esto desde tu celular. ¡Y sorpresa! El papel sigue siendo parte de nuestras vidas. Porque así como muchas profecías jamás se han cumplido, otras situaciones que sí han sucedido ni siquiera las imaginábamos. Como si en los 90 alguien nos hubiera pronosticado que en el 2020, el internet nos ayudaría a sobrellevar una pandemia con reuniones en Zoom y compras en línea. ¿Lo hubiéramos creído?
Algo similar sucede ahora con la Inteligencia Artificial. Mientras algunos se asombran con sus posibilidades, otros advierten, a boca de profeta, que será nuestra perdición.
Estamos en la era de los "Apocalípticos e Integrados", como dice Umberto Eco en su libro del mismo nombre. Si bien él se refiere a los medios de comunicación, su análisis aplica perfectamente a cómo enfrentamos los cambios tecnológicos de la actualidad. Por un lado, los Apocalípticos que ven lo nuevo como el ente destructor. Y los Integrados, los usuarios emocionados por incorporar todo lo novedoso en su vida. ¿Quién tiene la razón?
Vayamos por partes: la IA no es sólo ChatGPT, ni es algo nuevo. Se gestó en 1956 en la ya famosa Conferencia de Dartmouth, donde se discutían algoritmos y conceptos para que las máquinas pudieran realizar tareas complejas. Así nació lo que hoy conocemos como Inteligencia Artificial: la capacidad de las máquinas para hacer tareas que requieren inteligencia humana, como aprendizaje, percepción, razonamiento, lenguaje natural y toma de decisiones.
De hecho, ¿sabías que en la guerra en Ucrania se utilizan modelos de IA para la logística de salvar vidas o pedir ayuda? ¿O que en el conflicto entre Israel y Palestina también está presente la IA?
Porque esto va más allá. En áreas especializadas, la Inteligencia Artificial ya se utiliza en la manufactura de productos, los chats de servicio al cliente, el análisis de datos para identificar patrones de comportamiento y de consumo, la detección de fraudes, planificación de rutas de vuelo, predicción climática, la optimización de la cadena de suministro, mejoras en cosechas, la ciencia espacial, predicción climática, la investigación social, el mejoramiento de prácticas gerenciales y de recursos humanos, y por supuesto, en avances médicos y científicos… la lista ya es larga.
Yo sí veo a la IA con entusiasmo, especialmente en la educación, el arte, la creatividad y el entretenimiento, campos en donde trabajo. Pero también me preocupan los plagios, los fraudes y la manipulación de la realidad que plantea su mal uso.
Pues como todo avance tecnológico, la IA tiene sus desafíos: muchos dilemas éticos, el desplazamiento de empleos y los nuevos fraudes digitales como suplantación de identidad, estafas y ciberseguridad.
Lo que sí es un hecho es que no hay vuelta atrás: estemos de acuerdo o no, la IA es parte de nuestras vidas. Y como dice Umberto Eco: “En última instancia, la relación entre los Apocalípticos y los Integrados es como la tensión entre los polos opuestos de un imán: se necesitan mutuamente para mantener el equilibrio cultural”.
¿De qué lado estás tú? ¿Eres un Integrado o un Apocalíptico del tema? Te invito a explorar ambas posturas en esta columna. Sin duda, la mejor forma de aprovechar sus ventajas y enfrentar los desafíos, es entender lo que está sucediendo. Acá te espero entonces, cada 15 días, para continuar la charla.

