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El Inai como lastre
¿En qué momento una institución con tanto prestigio como el INAI acabó siendo violentada con ataques respecto a su utilidad, funcionamiento o bien a la sociedad? En su extraordinario libro llamado El engaño populista, Axel Kaiser refiere como un elemento prototípico de esta ideología el complejo de víctima donde todo el entorno es culpable de todos los males que le acechan al gobernante de esta estirpe y donde éste es incapaz de reconocer que el origen de buena parte de dichos males es él mismo. Es así como un organismo creado para combatir la corrupción, para transparentar la información, para proteger nuestros datos personales acaba siendo un lastre.
Y es que, en efecto, el INAI siempre ha sido lastre para la opacidad. Basta ver el trabajo que ha hecho el INAI para construir un sistema de transparencia en cada dependencia de la administración pública y que hoy, cuando tenemos interés en resolver dudas sobre el funcionamiento, contratación, salarios o trámites lo podemos hacer a través de las páginas de los sujetos obligados.
El INAI se ha vuelto un lastre para todos aquellos funcionarios que entienden que la información pública es de su propiedad y que buscan a toda costa ocultar sus corruptelas a través de las negativas que le brindan a los ciudadanos sobre la información. Es ahí, querido lector, donde el INAI juega un papel determinante a través de los recursos que ofrece a la ciudadanía para obligar a la entrega de la información. La información pública en lo público ha sido un principio de actuación en el INAI desde su fundación volviéndose un aliado de todos aquellos que hemos buscado información y se nos ha denegado por parte de la autoridad. Gracias al INAI millones de resoluciones han sido favorables y proclives a que la información sea abierta.
El INAI también se ha vuelto un lastre para algunos poderes fácticos como pueden ser las grandes compañías tecnológicas que manejan nuestros datos. Ahí, el INAI juega un papel importantísimo como órgano garante de la privacidad de todos los mexicanos. Los procedimientos en materia de protección de datos funcionan de manera armoniosa y efectiva, logrando propiciar criterios muy acertados en materia de dicha protección que permite un sano equilibrio entre el mundo comercial y la privacidad personal. El INAI, en materia de protección, debería fortalecerse, robustecerse y no menospreciarse.
El INAI también se ha vuelto un lastre para aquellos que promueven las agendas antidemocráticas y que detestan la promoción de los derechos consagrados al INAI. Para algunos, sería muy fácil gobernar sin que nadie los obligue a transparentar la información que generan en su oficio público para una efectiva rendición de cuentas a la ciudadanía, a otros les gustaría utilizar toda la información personal de los ciudadanos para fines manipulativas, o para la creación de perfilamiento que pudiera beneficiar al gobernante en turno. El INAI sin lugar a dudas para esos casos “se vuelve una piedra en el zapato”
Es evidente que el INAI es un lastre. Que afortunados hemos sido los mexicanos de contar con un lastre para todos los vicios políticos que engendra el autoritarismo como son el abuso de poder, la opacidad, la no rendición de cuentas y el abuso en la utilización de los datos personales. Que afortunados hemos sido los mexicanos que, durante estos últimos 20 años, sabemos que contamos con un órgano garante integrado por demócratas comprometidos con el bien de México. Ojalá nuestro país tuviera más lastres como el INAI pues ello, sólo propiciaría mejores condiciones de vida democrática para todos evidenciando a aquellos que sólo buscan el poder como fin y no como el medio que permite construir un mundo mejor.
*El autor es Doctor en Derecho. Actualmente es director de la Escuela de Gobierno y Economía de la Universidad Panamericana, fue director de la Licenciatura en Gobierno de la Panamericana. Es integrantes del Sistema Nacional del Investigadores de México. Preside la Asociación Cooperación Iberoamericana de Transparencia y Acceso a la Información. Autor, coautor y coordinador de 15 libros en materia de libertades informativas.