Lectura 4:00 min
¿Cuáles con las perspectivas y los desafíos del sector asegurador con el entorno actual?

Branded Content
Por Eduardo Esteva, Socio Líder de la Industria de Seguros en Deloitte Spanish Latin America.
El incremento en la frecuencia y severidad de diferentes riesgos globales, como fenómenos producidos por el cambio climático y ciberataques, ha intensificado la necesidad de que la industria de seguros reaccione como “red de seguridad financiera” en las organizaciones. Para adaptarse al contexto actual y lograr reinventarse, las aseguradoras deben pasar de un papel reactivo a uno proactivo con preponderancia en innovación y crecimiento sostenible.
Un ejemplo claro de la situación actual del sector es que la inflación ha hecho que la rentabilidad de los seguros de daños se complique, además que se han incrementado los montos de los siniestros y han impactado en el costo del reaseguro. Por otro lado, la operación de daños ha crecido para abarcar riesgos más allá de los tradicionales como: Embedded insurance, seguros paramétricos, coberturas para cambiar a energía sustentable, entre otros.
Las aseguradoras están trabajando en mejorar el desempeño en la suscripción, eficiencia operativa y reducción de costos de siniestros para lograr resultados a corto plazo. Dentro de estas estrategias, se han enfocado en prevenir y mitigar riesgos; fortalecer la relación con clientes; y se está buscando servir a segmentos desatendidos con miras al largo plazo. Más estos logros están relacionados a la resolución de algunos desafíos.
El sector debe apostar por una transformación tecnológica que le permita desarrollar estrategias centradas en el cliente y tratar los datos como activos estratégicos, no como un gasto. El uso de la Inteligencia Artificial y los análisis avanzados son aliados que ayudarán a mejorar la experiencia en diversas etapas del customer journey; incluso la colaboración con insurtechs es capaz de optimizar la suscripción, las reclamaciones y las plataformas de distribución en línea.
La sostenibilidad también debe ser parte medular de las estrategias de las aseguradoras, ya que se requiere una oferta de productos y servicios innovadores que ayuden a mejorar la comprensión de los clientes sobre la mitigación del riesgo por cambio climático. En este sentido, se esperaría que las organizaciones favorezcan acciones de descarbonización a través de incentivos en primas y por introducción de tecnologías bajas en emisiones de carbono.
Desde la perspectiva de capital humano, las aseguradoras necesitan reinventar sus estrategias en el lugar de trabajo, ya que un cambio en la cultura laboral puede atraer y retener al talento. Las estrategias de diversidad, equidad e inclusión (DEI) influyen en la fuerza de trabajo, ya que dan entrada a grupos minoritarios y fomentan entornos inclusivos, respetuosos y colaborativos con representación equitativa en puestos de liderazgo.
Las expectativas regulatorias también son clave para el desarrollo de la industria aseguradora, especialmente en áreas de interés sobre riesgos climáticos, debido a que se requiere planificar escenarios y garantizar la resiliencia. Por otro lado, con la llegada de la Inteligencia Artificial está sobre la mesa el uso ético de esta tecnología, temas de ciberseguridad y la protección de datos de los clientes.
Sin duda, este 2025 es un año de amplias expectativas, puesto que ofrece a las aseguradoras la oportunidad de acelerar la transformación tecnológica adoptando soluciones que permitan mitigar los riesgos de manera proactiva y otorgar una protección más inclusiva. Dicho cambio mejoraría las interacciones entre colaboradores e infraestructura, al igual que experiencias más gratificantes para los clientes, generando un diferenciador claro entre los usuarios, distribuidores y socios del ecosistema.