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La F1 y el Autódromo Hermanos Rodríguez, juntos otra vez

El Autódromo Hermanos Rodríguez ha sido escenario en dos épocas de grandes premios de la F1, en 2015 abrirá una nueva era.

Publicado: 26.07.2014 - 14:13

El Autódromo Hermanos Rodríguez, con sus más de 4,400 metros de pista, es un gigante dormido del automovilismo de la Fórmula 1 (F1) que sueña con los triunfos de Alain Prost, Ayrton Senna y Nigel Mansell y recuerda accidentes como el de Philippe Alliot, en 1988.

Las carreras de F1, el rugir de los motores, los rebases, el gritar y aplaudir del público no se escuchan en México desde 1992, fecha en que se celebró el último Gran Premio. Ahora, tras el anuncio de la F1 y del Gobierno, la ciudad de México figura, una vez más, como sede de la máxima categoría de carreras automovilísticas en el año 2015.

El Autódromo Hermanos Rodríguez ha sido escenario en dos épocas de grandes premios de la F1. La primera de 1962 a 1970, aunque la carrera de 1962 no contó para disputar el campeonato, y la segunda de 1986 a 1992.

Carlos Matamoros, quien fue operador de radio en vehículo de primera intervención de 1988 a 1992 en las carreras de F1 en México, describe como espectacular vivir una carrera de F1 en la pista.

Ver Infografía: La Fórmula 1 en México

¿Qué es lo que más recuerdas de los premios de F1 en México?

Cuando está todo en silencio y empiezas a oír el rugido de un coche y luego de otro, que se oye desde el otro lado del autódromo. Es algo indescriptible.

Ser operador de radio en vehículo de primera intervención es pertenecer a un equipo que le toca salir primero a pista para asistir a algún coche que se quedó atorado en una trampa de arena, accidente o percance; es la primera asistencia no médica , explicó Matamoros.

Entre los recuerdos más vívidos que describió Matamoros fue un rebase del británico Nigel Mansell, a bordo de un Ferrari, sobre el austriaco Gerhard Berger en 1990. Yo estaba del otro lado de la pista junto con los oficiales de intervención y paramédicos, cuando escuchamos el grito de la gente y cómo fue corriendo ese grito, cómo se fue acercando a nosotros, porque iba contagiando a las tribunas, hasta que pasaron los coches ya con las nuevas posiciones () ese rebase, quedó para la historia .

Otro momento sucedió dos años más tarde, cuando el automóvil del italiano Riccardo Patrese se quedó en una trampa de arena y mandaron al equipo, del que era parte Carlos Matamoros, para desatorar la unidad.

Yo me quedé adentro de la Volkswagen Combi que usábamos mientras los otros oficiales empujaron al coche. Lo lograron sacar de la trampa y Patrese se volvió a subir a su coche. En lo que arrancaba, nos ordenaron volver al puesto () En ese momento arrancó el Williams Renault y nos pasó acelerando como a un metro de distancia () Es lo más cerca que he sentido a un F1 y es una cosa espectacular, de verdad, te cimbra .

Algo que se extrañará en el Gran Premio de México 2015 es el sonido de los motores V10 o V12 que se utilizaban en las décadas de 1980 y 1990, ya que ahora se utilizan V6 turbocargados. Los motores de ahora suenan francamente muy feo. Suenan como muy ahogado () Siempre un motor de aspiración natural suena mejor que un turbo , dijo Matamoros.

Para el Gran Premio se invertirán 360 millones de dólares; 150 millones serán aportados por Corporación Interamericana de Entretenimiento (CIE), la administradora del autódromo, y la iniciativa privada, mientras que los 210 millones de dólares restantes serán otorgados por el gobierno.

De manera inicial, serán cinco ediciones del Gran Premio de México en donde, de acuerdo con la Secretaría de Turismo, se espera una derrama económica de 2,000 millones de dólares a lo largo de cinco años.

Entre las incógnitas que quedan sobre el Gran Premio de México 2015 es el mes en que se darán cita los miles de fanáticos de la F1 en el Autódromo Hermanos Rodríguez, aunque escépticos como Carlos Matamoros tienen sus dudas de que regrese un Gran Premio al país: Hasta no ver, no creer .

mario.calixto@eleconomista.mx