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Futbol italiano: regreso al protagonismo con capital extranjero
Después de seis años, Italia volverá a ser finalista de la Champions League. El repunte de sus clubes en torneos continentales tiene su raíz en la fuerte inyección de inversiones foráneas.

Foto: Reuters
Por primera vez después de seis años, el futbol italiano volverá a entonar uno de los himnos más emblemáticos y prestigiosos de este deporte: el de la Champions League, cuando uno de sus representantes, ya sea Inter o AC Milan, se pare en la cancha del estadio Ataturk de Turquía este 10 de junio para jugar la final contra Real Madrid o Manchester City.
Aunque Italia no se quede con ese título, su futbol ya habrá ganado en cuanto a reposicionamiento e ingresos, pues el hecho de ser subcampeón implica una ganancia en metálico superior a los 50 millones de euros, de acuerdo con la tabla de premios publicada por la UEFA para la edición 2022-23.
Es la parte del reposicionamiento la que más ha llamado la atención en esta temporada: el futbol italiano no tenía tres representantes a partir de la ronda de cuartos de final de una Champions League desde hacía 17 años, pero en 2023 lo lograron con los dos rivales de la ciudad de Milán y el Napoli, actual campeón de la Serie A.
A ellos se suman Juventus, AS Roma y Fiorentina, que también están compitiendo en las semifinales de los otros dos torneos internacionales de la UEFA, la Europa League y la Conference League. Esto quiere decir que, por primera vez en una misma temporada, hay cinco equipos italianos peleando en la antesala de la final de las tres competencias continentales más fuertes de Europa.
Detrás de este renacimiento del futbol italiano en las grandes plataformas europeas está la inyección del capital extranjero que ha llegado desde Norteamérica, China, Rusia e Indonesia tanto a clubes de primera división como de segunda y tercera a partir de 2011. En la actualidad, 8 de los 20 equipos de la Serie A cuentan con inversionistas foráneos.
Inter y AC Milan son los ejemplos más destacados de dicha inyección. Los primeros fueron adquiridos por el billonario chino Zhang Jindong en 2016 y desde entonces han conseguido 4 títulos, incluyendo la tan ansiada liga italiana en 2021, después de 11 años de sequía. En cuanto a los rossoneri, el 99% de sus acciones fueron compradas en 2022 por el grupo estadounidense RedBird Capital Partners y hoy están viviendo sus primeras semifinales de Champions League desde 2007.
“Las razones por las que los clubes de Serie A siguen siendo atractivos para los inversionistas son diferentes. En primer lugar, por el valor cultural del futbol italiano, con jugadores y entrenadores que han entrado en el imaginario colectivo mundial. Luego, los precios son más bajos: entre los 32 clubes europeos más prestigiosos, los clubes italianos valen, en promedio, un tercio de lo que cuestan los ingleses y la mitad de los españoles, por lo que necesitan un capital inicial mucho menor para una compra. Además, 60 millones de habitantes y 30 millones de aficionados suponen un gran mercado al que dirigirse”, publicó Proyecto de Reportaje de Investigación de Italia (IRPI, por sus siglas en inglés), organización independiente de periodismo transnacional con sede en ese país.
Ese análisis coincide con el del estadounidense Jordan Gardner, ejecutivo, operador y especialista en inversión deportiva consultado por El Economista: “Italia tiene muchos clubes grandes con grandes historias y bases de fans. Históricamente, algunos de los clubes más grandes del mundo provienen de Italia, pero muchos han sido descuidados y mal administrados. Los estadounidenses se sienten atraídos por la idea de reactivar estos clubes y aprovechar la enorme oportunidad de crecimiento”.
La historia de la propiedad extranjera en el futbol italiano empezó con AS Roma en 2011, cuando un grupo de inversionistas estadounidenses liderados por el empresario Thomas DiBenedetto adquirió el 60% de las acciones del club por poco más de 100 millones de euros. Después aterrizaron accionistas foráneos al Bologna, Inter, AC Milan, Parma, Padova, Fiorentina, Como, Venezia, Spezia y Pisa, aunque no todos forman parte de la primera división.
“El futbol europeo se percibe como infravalorado en comparación con los deportes estadounidenses. Las valoraciones de las franquicias deportivas en Norteamérica se han disparado en los últimos años e incluso algunas de las personas con mayor capital han sido descontadas. El futbol europeo, por el contrario, todavía tiene pocas barreras de entrada y se considera una buena oportunidad de crecimiento para la inversión”, destaca a este diario Jordan Gardner, quien llegó a ser copropietario del FC Helsingor de la liga de Dinamarca y accionista del Dundalk FC de Irlanda.
Un ejemplo es la reciente venta de los Washington Commanders de la NFL, que se cotizó en 6,050 millones de dólares. En contraste, RedBird pagó un estimado de 1,220 millones por la adquisición del AC Milan en agosto pasado, siendo que es el tercer equipo más ganador de la liga italiana (16 títulos) y el segundo de la Champions League (con 7).
La visión extranjera en el manejo de los clubes italianos, y particularmente la norteamericana, ha impulsado como prioridad la estabilidad de las finanzas. De acuerdo con un reporte de Deloitte compartido por Sportico, los equipos de la Serie A tuvieron el mayor crecimiento porcentual en cuanto a ingresos entre las cinco ligas top de Europa en la temporada anterior (2020-21), aumentando colectivamente un 23% hasta los 2,700 millones de dólares.
“En general, los estadounidenses han administrado los clubes de manera más eficiente, aumentando los ingresos comerciales con una buena gestión. Por supuesto, existe la ventaja financiera de operar con éxito un club, pero más allá de eso, está el impacto emocional y social positivo en una comunidad. El futbol europeo es un negocio muy difícil y sin disciplina y una estrategia operativa sólida se corre el riesgo de perder importantes sumas de dinero”, agrega Jordan Gardner.
Los clubes italianos están destacando en Europa en esta temporada sin contar con fichajes estratosféricos como sí ha tenido la Premier League o LaLiga en los últimos años. En el top 10 de las transferencias más caras de la historia, el futbol español lidera con cinco movimientos que superan los 600 millones de euros, mientras que en Italia el único que aparece en la lista es Cristiano Ronaldo con 117 millones al pasar del Real Madrid a la Juventus en 2018.
“El modelo americano se basa en maximizar los beneficios, mientras que el europeo contempla maximizar los resultados deportivos, a costa de endeudarse. Con el nacimiento de la Premier League inglesa en 1992 se inició un acercamiento paulatino del modelo europeo al americano”, evalúa Francesco Addesa, profesor de Economía del Deporte en la Universidad de Leeds, en un artículo publicado por el IRPI en 2021.
Inter y AC Milan se juegan el pase a la final de la Champions este martes, con una ventaja de 2-0 para los primeros. Si alguno de ellos llegara a ganar "La Orejona" el próximo 10 de junio, sería el primer título para Italia en esta competición desde 2010, justo cuando el Inter se convirtió en el último campeón emanado de la Serie A.
Sería la cúspide para los clubes italianos en el plano deportivo respaldados por el capital extranjero y su inyección de más de una década aunque, curiosamente, estos resultados contrastan con la selección de ese país, que no ha logrado clasificarse a los últimos dos Mundiales (Rusia 2018 y Qatar 2022).
Equipos de Serie A con capital extranjero (temporada 2022-23)
- Atalanta – Estados Unidos (55%)
- Bologna – Canadá (100%)
- Fiorentina – Estados Unidos (97%)
- Inter – China (99%)
- Juventus – Estados Unidos (3.8%)
- AC Milan – Estados Unidos (99%)
- AS Roma – Estados Unidos (100%)
- Spezia – Estados Unidos (100%)