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Dilema de un sueño: la travesía de Luis Chávez a Europa
El futbolista mexicano firmará con Dínamo de Moscú, una decisión que si bien satisface su anhelo de jugar en el Viejo Continente, lo expone a bloqueos económicos y de movilidad.

Foto: AFP
Luis Chávez cumple un sueño a costa de altos intereses. El mediocampista de la Selección Mexicana, figura durante el Mundial de Qatar, ya está en Rusia para concretar su fichaje con el Dínamo de Moscú. Esto le abre las puertas para satisfacer su anhelo de jugar en Europa, pero también lo expone a bloqueos, incluso con el Tri.
Aunque la Selección Mexicana firmó en Qatar su peor actuación mundialista de los últimos 44 años, Chávez fue el único que regresó con una narrativa diferente. Su gol de tiro libre contra Arabia Saudita y su titularidad por encima del histórico Andrés Guardado llamaron la atención de la palestra internacional.
Bayer Leverkusen fue su primer contacto con la ilusión de ir a Europa, ya que desde su cuenta de Twitter le lanzó una especie de piropo aún durante el Mundial, pero a su regreso a México para disputar un nuevo torneo con Pachuca a partir de enero, no se concretó nada ni con el conjunto alemán ni con ningún otro.
Concluyó el primer semestre de 2023 y con ello se abrió el mercado de fichajes de verano. En ese momento fue el Feyenoord de Países Bajos, quien ya cuenta con un mexicano en sus filas (Santiago Giménez), el que puso a Chávez en su radar, pero de nueva cuenta nada se consolidó y el sueño europeo se empezó a enfriar luego de ya varios meses de pasado el Mundial.
Sí apareció una oferta sólida en términos económicos (estimada en 10 millones de dólares, según revelaciones de ESPN y otros medios), pero no desde el otro lado del océano. Fueron los Rayados de Monterrey, acostumbrados a grandes desembolsos en el mercado de la Liga MX, los que quisieron fichar a Chávez.
El mediocampista pidió a Pachuca que no lo dejaran ir a Monterrey, aferrándose al sueño europeo. Lo consiguió, pero eso implicaba un desembolso de 5 millones de dólares para enrolarse con cualquier institución del Viejo Continente. ¿La razón? Eso valía su cláusula de rescisión con los Tuzos, con quienes tenía contrato hasta 2025.
Fue a mediados de julio cuando apareció en el radar el Dínamo de Moscú, un equipo con 100 años de vida y del que surgieron una inmensa cantidad de figuras del futbol soviético como el propio Lev Yashin. A casi un mes de distancia, es el club que finalmente le abrió la puerta de Europa a Luis Chávez.
“Estoy feliz de poder tomar esta decisión, haberla tomado hace unos días y solamente se retrasó por el tema de la cláusula. Gracias a Dios nos vamos a subir a ese avión para cumplir ese sueño. Voy a tratar de hacerlo bien para dejar una buena impresión y más jóvenes futbolistas mexicanos puedan ir para allá”, dijo Chávez a TUDN antes de tomar el vuelo a Rusia.
El tema de la cláusula se refiere a que él tuvo que desembolsar los 5 millones de dólares a Pachuca para asumir el estatus de jugador libre, aunque de acuerdo con el periodista Rafael Ramos, el Dínamo de Moscú se comprometió a pagar esa cantidad y hasta el día de su partida a Rusia, el 23 de agosto, no lo había hecho.
“Se fueron presentando muchas trabas y mucha incertidumbre con lo que iba a pasar conmigo y hasta parecía que me quedaba sin equipo. Mi representante (Claudio Corti) y yo teníamos una idea, la seguimos y trabajamos para lograr ese objetivo”, agregó el ex jugador de Pachuca y Tijuana en Liga MX.
El sueño ya se concretó: Chávez debutará en el futbol europeo en algunos días, pero ahora vendrá el lastre de los intereses. El primero es que no podrá competir contra clubes de otras ligas, pues la selección rusa y sus clubes están bloqueados por la UEFA de toda competencia continental, como la Champions y la Europa League, hasta nuevo aviso.
Rusia se encuentra bajo bloqueo de diversas entidades internacionales, no solamente del futbol, desde que invadió Ucrania a inicios de 2022. Eso implica otras restricciones para Chávez más allá de no tener derecho a jugar Champions, lo cual no es tan grave si se recuerda que otros mexicanos han iniciado así su carrera en Europa, con puros torneos locales.
Una de esas restricciones pone en riesgo su presencia a corto y mediano plazo con la Selección Mexicana. Entre septiembre y octubre, el Tri disputará cuatro amistosos de Fecha FIFA en Estados Unidos y el próximo verano también se celebrará allí la Copa América.
El tema es que Estados Unidos ha endurecido las entradas a su territorio desde Rusia, y no sólo con los ciudadanos de ese país, sino con los que radican o están vinculados con instituciones de allá. El riesgo está en que su visa sea revocada y no pueda participar con la Selección Mexicana.
De por sí desde el inicio del conflicto entre Rusia y Ucrania, trasladarse de llegada o de salida al país presidido por Vladimir Putin se volvió un suplicio por los cierres de conexiones con más de 36 naciones; en el caso de Chávez, la sede del Tri en Estados Unidos complica las cosas aún más.
En materia económica, la vigilancia y nuevas regulaciones de instancias internacionales sobre el flujo de dinero de Rusia hacia otros países impedirán que, de momento, el volante mexicano pueda mover grandes cantidades hacia México u otros destinos, lo que también atenta contra cualquier otro equipo que intente ficharlo antes de terminar su contrato con el Dínamo.
Aún con estos argumentos, Chávez viajó a Rusia con una sonrisa. Se dice consciente de que no está en la edad ideal para llegar a Europa: “Me agarra un poco maduro, ya no tengo 20 años”, dijo, pero no deja de confiar en su calidad para abrirse un paso más positivo estando allá.
En su momento, otros futbolistas mexicanos como Gerardo Torrado, Alan Pulido y Jesús ‘Tecatito’ Corona optaron por romper relaciones con sus clubes nacionales a cambio de cumplir el sueño europeo, pero aterrizaron en destinos que les abrieron un recorrido más longevo en el Viejo Continente, como Torrado en España y Corona en Países Bajos.
Ahora no es sólo el tiempo el que determinará si la decisión de Chávez fue la correcta, porque hay otras implicaciones políticas y económicas fuera de las manos del futbol. Además, desde que inició el conflicto bélico, varios jugadores han preferido salir que llegar a Rusia, como los brasileños Malcom y Ayrton Lucas, quienes dejaron San Petersburgo y Moscú para mudarse a las ligas de Arabia Saudita y Brasil, respectivamente.