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Bistronomie

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Cuánto cuesta realmente abrir un restaurante en México: los gastos ocultos

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La apertura de un restaurante implica mucho más que diseñar un menú: entre mobiliario, equipo, licencias y utensilios, los costos ocultos pueden superar millones antes de recibir al primer comensal.

Diego López

Abrir un restaurante en México se ha convertido en uno de los negocios más aspiracionales para emprendedores e inversionistas. Sin embargo, pocos dimensionan que el gasto inicial va mucho más allá de contratar a un chef y diseñar un menú atractivo. Según estimaciones de la consultora Modelos de Plan de Negocios, el costo promedio de arranque para un restaurante mediano oscila entre 1 y 3.5 millones de pesos, mientras que un establecimiento de cadena bien montado puede requerir más de 2 millones de dólares en inversión inicial.

“Es mucho más que gastronomía… hornos, freidoras, estufas, refrigeración… vajilla, cristalería, mesas, cubiertos, decoración, música. Todo lo que el cliente percibe en la experiencia de comer fuera”, explica Yesenia Vázquez Monroy, Directora del Portafolio de Hospitalidad en Informa Markets México / Abastur.

Lo que no se ve desde la mesa

Mientras que el comensal paga su cuenta y se va con la impresión del sabor, la textura o la rapidez del servicio, detrás de cada plato existe una lista interminable de costos ocultos. El mobiliario y los utensilios representan una inversión mucho más alta de lo que suele pensarse:

  • Equipo de cocina industrial: entre 150,000 y 300,000 pesos.
  • Mobiliario y decoración: entre 150,000 y 400,000 pesos.
  • Cristalería, vajilla y cubertería: de 3,000 a 20,000 dólares, dependiendo de la calidad.
  • Remodelación y adecuaciones: de 200,000 a 1.3 millones de pesos.
  • Permisos y licencias: entre 15,000 y 35,000 pesos.
  • Inventario inicial de alimentos y bebidas: 170,000 a 340,000 pesos.

En Estados Unidos, estudios señalan que abrir un restaurante puede costar entre 95,000 dólares y hasta 2 millones, dependiendo del tamaño y la ubicación, lo que equivale a entre 100 y 800 dólares por pie cuadrado. En México, aunque los costos son menores, la inversión proporcional sigue siendo alta considerando los márgenes de ganancia ajustados.

Una apuesta de riesgo con márgenes estrechos

La rentabilidad de los restaurantes es limitada: los márgenes de ganancia neta suelen estar entre 3% y 10%, mientras que los costos operativos (nómina, insumos, mantenimiento, servicios) pueden absorber hasta un 85% de los ingresos, de acuerdo con datos de Investopedia. Esto significa que recuperar la inversión puede tardar entre 18 y 36 meses, siempre y cuando el restaurante logre mantenerse con buena afluencia y sin contratiempos.

Para muchos inversionistas, se trata de una apuesta de alto riesgo. La pandemia de 2020 dejó claro lo vulnerable que es el sector: miles de restaurantes cerraron definitivamente y, según la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac), cerca del 20% de los negocios en la Ciudad de México nunca reabrieron tras el confinamiento.

“En 2020 quedamos inmovilizados y no podíamos avanzar en ningún sector, pero afortunadamente la hospitalidad y el turismo han tenido un repunte bastante alentador. Hoy estamos 30% arriba de 2019, que había sido un gran año prepandemia”, asegura Yesenia Vázquez Monroy.

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RestaurantePexels

Una industria que se reinventa

El repunte del turismo y la proximidad de la Copa Mundial de 2026 en México han acelerado las inversiones en hospitalidad. Se proyecta la apertura de 39,000 nuevas habitaciones de hotel en el país, mientras que en restaurantería continúa la tendencia de aperturas y remodelaciones.

Este dinamismo obliga a los emprendedores a considerar que abrir un restaurante ya no es solo “montar una cocina”, sino gestionar una experiencia completa. Desde la cuchara hasta la lámpara del salón, cada detalle tiene un costo que, en suma, convierte al negocio en un reto financiero de gran escala.

Conclusión

Abrir un restaurante en México es mucho más que un proyecto gastronómico: es una inversión de capital intensivo en mobiliario, equipo y diseño de experiencias. La comida es solo la punta del iceberg de una industria donde los costos invisibles pesan tanto como la creatividad de los chefs.

“Hay inversiones que van hasta millones de dólares. Todo depende de qué calidad y qué nivel de establecimiento quieras poner”, concluye Yesenia Vázquez Monroy, Directora del Portafolio de Hospitalidad en Informa Markets México / Abastur.

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