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La extrema derecha va ganando terreno poco a poco en Europa: Alemania y Francia, en la mira
La última de ellas ocurrió la semana pasada en los Países Bajos que se une a la ola que ya llegó a países como Italia, Hungría y Eslovaquia.
Geert Wilders celebrando su victoria relativa en las elecciones legislativas la semana pasada. Foto: Reuters
París. La victoria de Geert Wilders en Países Bajos confirma el ascenso constante de los partidos ultraderechistas en Europa, que, con una pátina identitaria, explotan los temores sociales y económicos que recorren el continente.
"Existe claramente un momento de extrema derecha en Europa", asegura Gilles Ivaldi, del centro de investigación política de la universidad francesa Sciences Po (Cevipof).
En el poder, a menudo en coalición, en Italia, Hungría o Eslovaquia, y en auge en países como Francia, Alemania o España, los partidos de extrema derecha o populistas parecen tener el viento a favor.
"Elección tras elección, vemos cómo la extrema derecha obtiene enormes victorias", se alarmaba el jueves pasado el eurodiputado socialdemócrata Raphaël Glucksmann, a unos seis meses de las elecciones europeas de junio de 2024.
El ascenso, impulsado por un discurso identitario y nacionalista, comenzó a finales de los años 70 cuando se intensificó la llegada de migrantes a Europa, cuyo apogeo fue la crisis migratoria de 2015.
Esta tendencia "viene de lejos", estima Thierry Chopin, del Instituto Jacques Delors, que destaca la "retórica antiextranjeros" y "contra la inmigración de países musulmanes" de los últimos 20 años.
Geert Wilders construyó su trayectoria política sobre un discurso populista islamófobo. En Italia, la actual primera ministra, Giorgia Meloni, llevó a cabo una campaña basada en una temática antiinmigración.
"Chivos expiatorios"
El contexto de los últimos años, desde la Covid-19 hasta la guerra de Ucrania, también abonó el auge de la extrema derecha, que se nutre de la inseguridad social y económica.
Esa sensación de precariedad, de desigualdad, de reacción a la globalización provoca que aumenten esos movimientos", explica Raquel García, del Real Instituto Elcano.
La experta en Asuntos Europeos pone como ejemplo la reforma del Pacto de Migración y Asilo de la Unión Europea (UE), que endurece las condiciones de acogida y refuerza las fronteras exteriores del bloque.
"Y aun así, hay un descontento", apunta García, para quien las medidas europeas, la migración y ahora también la transición verde son los "chivos expiatorios" de la "sensación de precarización, de inseguridad".
El líder ultraderechista neerlandés o su par francesa, Marine Le Pen, que llegó al balotaje de la elección presidencial de 2022, hicieron también una campaña basada en el poder adquisitivo, indica Ivaldi.
Existe una clara porosidad entre la derecha tradicional y la extrema derecha, que conduce a un discurso migratorio más duro o menos ambicioso en materia climática.
"Asistimos a un movimiento hacia la derecha", que podría concretarse en las elecciones al Parlamento Europeo en junio de 2024, constata Diederick van Wijk, investigador del neerlandés Instituto Clingendael.