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Bistronomie

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Receta de tacos de canasta, el sabor del antojo que conquistó a México

Aunque existe un mito que los vincula con la Revolución Mexicana, el origen más sólido de los tacos de canasta apunta a Tlaxcala. Esta es la historia completa de un clásico callejero.

Pocos antojos tienen una historia tan envuelta en leyendas como los tacos de canasta. Durante años se ha repetido que surgieron en la Revolución Mexicana, cuando las soldaderas preparaban alimentos que resistieran largas jornadas, envueltos en mantas y papel para conservar el calor. La escena es seductora: tacos viajando en trenes, en caballos, alimentando a las tropas mientras seguían avanzando.

Sin embargo, esta teoría pertenece más al terreno de la narrativa popular que a la documentación histórica. No hay registros, fotografías, recetarios o testimonios directos que prueben que los tacos sudados surgieran entre 1910 y 1917. La idea sobrevivió porque encaja con el espíritu práctico, rudo y móvil de ese periodo, pero no es el origen real.

El origen comprobable: Tlaxcala y una tradición familiar

La historia más sólida coloca a los tacos de canasta en el estado de Tlaxcala, particularmente en San Vicente Xiloxochitla, una comunidad que literalmente creció alrededor de este oficio. De ahí provienen muchas de las familias que, generación tras generación, han perfeccionado la técnica del sudado: tortillas pequeñas, guisos intensos y la magia de la canasta cubierta con plástico, papel estraza y manta.

Los datos más confiables sitúan su surgimiento en algún punto entre las décadas de 1930 y 1950, cuando vendedores ambulantes buscaban una forma de transportar comida caliente por horas sin necesidad de fogones en la calle. La combinación de aceite muy caliente, la grasa del guiso y el vapor encerrado en la canasta se convirtió en una solución brillante y, con el tiempo, en una tradición y por eso hoy tenemos la receta de los auténticos tacos de canasta

Receta de tacos de canasta

Ingredientes para 25–30 tacos de canasta

  • 30 tortillas taqueras calientes
  • 1 taza de aceite vegetal o manteca (para sudar los tacos)
  • 1 canasta pequeña (o una olla grande)
  • 1 bolsa de plástico grado alimenticio
  • 2–3 capas de papel estraza
  • 1 manta limpia

Para los guisos clásicos

Papa

  • 4 papas medianas
  • 2 cucharadas de aceite
  • Sal al gusto

Frijol

  • 2 tazas de frijoles refritos espesos
  • 1 cucharada de aceite

Chicharrón

  • 300 g de chicharrón prensado
  • ½ taza de salsa roja o verde
  • Sal al gusto

Adobo

  • 300 g de pollo o carne deshebrada
  • ½ taza de adobo (puede ser de chile guajillo y especias)

Preparación de los guisos

Papa

  • Cuece las papas y machácalas.
  • Fríelas ligeramente con un poco de aceite y sal.

Frijol

  • Solo asegúrate de que estén muy espesos para evitar que chorreen.

Chicharrón

  • Sofríe el chicharrón con la salsa hasta que se suavice y espese.

Adobo

  • Mezcla la carne deshebrada con el adobo y cocina 5 minutos.

Cómo armar la canasta sudada

  • Coloca la bolsa plástica grande dentro.
  • Encima pon capas de papel estraza y finalmente la manta.
  • Calienta el aceite o manteca hasta que esté muy caliente (sin quemarse).

Arma los tacos uno por uno:

  • Toma las tortillas calientes.
  • Rellena con cada guiso.
  • Ve colocándolos dentro de la canasta en capas.
  • Entre cada capa, rocía dos o tres cucharadas del aceite caliente para que suden y mantengan el calor.
  • Una vez llena la canasta, cierra la bolsa, el papel y la manta.

Déjalos sudar 30 a 40 minutos.

  • Ese vapor atrapado es lo que les da el sabor característico.

Salsas recomendadas

  • Salsa verde cruda con chile serrano y cilantro
  • Salsa roja de chile de árbol (muy clásica de tacos de canasta)
  • Cebollita encurtida

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