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Qué jugos tomar en invierno para evitar resfriados y subir tus defensas (3 recetas)
En temporada invernal, ciertas frutas mexicanas como la guayaba y la mandarina concentran vitaminas y antioxidantes clave para fortalecer el sistema inmunológico. Estos jugos pueden ser aliados reales.
El invierno en México llega con una tendencia clara: más resfriados, cambios bruscos de temperatura y un aumento en la circulación de virus respiratorios. En este contexto, la alimentación juega un papel decisivo. Aunque no existe un ingrediente capaz de “blindar” por completo al organismo, sí conocemos —por evidencia científica— nutrientes que fortalecen la respuesta inmunológica: vitamina C, carotenoides, polifenoles, minerales y ciertas fibras solubles.
Las frutas de temporada ofrecen un beneficio doble: están en su punto máximo de frescura y contienen concentraciones más altas de los compuestos que interesan a la salud inmunológica. Guayaba, mandarina, naranja, toronja, tejocote o piña no solo son parte de la tradición invernal mexicana, también son herramientas nutricionales reales.
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La vitamina C es la protagonista en cualquier conversación sobre defensas. Estudios clínicos han demostrado que no evita un resfriado, pero sí puede reducir su duración y severidad.
La guayaba, disponible de noviembre a febrero, aporta hasta cuatro veces más vitamina C que una naranja. La mandarina suma betacarotenos —precursor de vitamina A, clave para mantener mucosas respiratorias fuertes— y la toronja ofrece naringenina, un antioxidante con efecto antiinflamatorio.
Jugo de apio
La hidratación también es vital. Durante el invierno, muchas personas disminuyen su consumo de agua; los jugos frescos sin azúcar añadida pueden ayudar a equilibrar ese déficit y aportar nutrientes de manera práctica. Licuarlos sin colar favorece la presencia de fibra soluble, que contribuye a la salud intestinal, un componente directamente ligado a la inmunidad.
1. Jugo de guayaba, mandarina y jengibre
Por qué funciona:
La guayaba es una de las frutas con mayor densidad de vitamina C; la mandarina proporciona antioxidantes y betacarotenos; el jengibre incorpora gingeroles, compuestos antiinflamatorios con evidencia científica.
Cómo hacerlo:
Licuar 3 guayabas (con cáscara), el jugo de 4 mandarinas, 1 cucharadita de jengibre fresco rallado y agua al gusto. Servir sin colar.
2. Toronja, piña y miel de abeja
Por qué funciona:
La toronja aporta antioxidantes; la piña contiene bromelina, una enzima que ayuda a reducir inflamación y congestión; la miel tiene propiedades antimicrobianas y suaviza la garganta.
Cómo hacerlo:
Mezclar el jugo de 1 toronja rosa, 1 taza de piña en cubos y 1 cucharadita de miel. Licuar y servir frío o a temperatura ambiente.
3. Tejocote, manzana y canela (versión tibia)
Por qué funciona:
El tejocote, símbolo del invierno mexicano, es rico en pectina y polifenoles; la manzana aporta fibra y antioxidantes; la canela tiene actividad antimicrobiana y ayuda a generar calor corporal.
Cómo hacerlo:
Hervir suavemente 2 tejocotes y 1 manzana en trozos con un pedazo de canela. Licuar tibio para obtener un jugo reconfortante.