El periscopeo y la conducta humana

Una de las aplicaciones para iOS y Android más innovadoras y emocionantes del 2015 fue, sin lugar a dudas, Periscope. Aunque la aplicación fue creada por Kayvon Beykpour y Joe Bernstein en el 2013, a los pocos meses de su conceptualización Twitter la adquirió y la lanzó el 26 de marzo del año pasado con enormes expectativas.

Como era de esperarse, a solo cuatro meses del lanzamiento, Periscope ya tenía más de 10 millones de usuarios. En diciembre del año pasado, Apple la nombró la aplicación del año.

La maravilla que Periscope ?ofrece es la posibilidad de transmitir al aire eventos en vivo de la misma forma que lo haría la cámara de una televisora durante cualquier evento que esté siendo televisado. Este hecho, una vez más, empodera al usuario de cualquier teléfono, tablet o dispositivo que contenga la aplicación, para difundir aconteceres en tiempo real a cualquier rincón del planeta.

Si bien estamos ya inmersos en un mundo en el cual miles de aplicaciones nuevas ven la luz cada año, son relativamente pocas aquellas que tienen el potencial de cambiar radicalmente algún aspecto de la vida humana. Hasta cierto punto, creo que Periscope tiene este potencial. Digo hasta cierto punto, ya que el simple hecho de poder grabar un video y después difundirlo o subirlo a YouTube ya se acerca bastante a lo que Periscope pretende. Sin embargo, ésta última lo hace en tiempo real, en vivo.

Como es bien sabido, en las últimas semanas Arne Aus den Ruthen, el director administrativo de la delegación Miguel Hidalgo, ha utilizado la novedosa aplicación para evidenciar a ciudadanos que de alguna forma u otra incumplen con la ley mediante la generación de vergüenza, ridículo o al poner en una situación incomoda al infractor. El llamado city manager de la Miguel Hidalgo ha dado mucho de qué hablar en redes sociales y en la prensa.

Por una parte, los cientos de miles de admiradores del funcionario destacan la valentía y la osadía para balconear a guardaespaldas, o vecinos violentos que no nada más cometen una infracción, sino que se amparan en la impunidad que impera en el país para no acatar las leyes. Por la otra, aquellos a quienes la situación incomoda, que son lo que han solicitado a las autoridades competentes que se revise si difundir videos a través de Periscope atenta contra los derechos humanos.

Con estos operativos anti-gandalla y la ayuda de Periscope, Aus den Ruthen está?evidenciando lo que muchos ciudadanos sabemos y vivimos todos los días: las leyes y la aplicación de las mismas no son para todos, incluso la policía lo sabe. Vivimos en una sociedad en la que cualquier elemento dotado de arrogancia, valor para desafiar a la autoridad o una pistola es capaz de salirse con la suya y hacer su voluntad sin importar la ley o el derecho de los demás ciudadanos.

Periscope es sólo una aplicación; sin embargo, es también una herramienta que puede usarse para exhibir los abusos, las arbitrariedades y, por qué no, también las acciones positivas de funcionarios públicos y otros ciudadanos. Periscope es una aplicación que acerca a los ciudadanos con sus gobernantes sin intermediarios y, como las televisoras y las estaciones de radio, puede servir a la comunidad para comunicar asuntos urgentes o de alto riesgo para la misma.

Resulta interesante ver cómo una aplicación de este tipo podría llegar a tener el potencial de modificar y monitorear el comportamiento de la ciudadanía antes que una figura de autoridad y las propias leyes. Por otra parte, también resulta muy interesante que este mismo fenómeno puede otorgar a cualquier portador de un dispositivo móvil de un arma tan poderosa como la arrogancia, la impunidad o una pistola.